jueves, 30 de mayo de 2013

#SIalmuseodelapolicia

Había una vez un alcalde en Palencia cuyo único afán era mantenerse en la alcaldía hasta el fin de sus días. Para ello era capaz de abrazar a cualquiera que pasase a su lado, de prometer inmensas obras que jamás se ejecutarían o de realizar chanchullos con los terrenos municipales. Lo que fuese menester con tal de seguir siendo alcalde. Pero mira tú por donde un buen día, sin que nadie se lo esperase, un mozalbete le arrebató su querida alcaldía. Pero no os vayáis a creer que se la ganó por los pelos, no. Le dio un revolcón bueno, bueno. Lógicamente este cambio fue fruto de la manipulación del electorado a través de unos emails cuyo autor será puntualmente denunciado ¿a qué sí, Heliodoro?

De entre todos los pufos que heredó el nuevo alcalde, Alfonso Polanco: el soterramiento del tren fantasma, el agujero negro del palacio de congresos, el hospital de terrenos inexpropiables, etc. destaca la cascara de huevo de la antigua cárcel. Un gran edificio, muy bonito –o eso dicen, a mí el lateral que da a la fábrica de armas me parece una ñapa a lo Pepe Gotera y Otilio–, que la amiga de Heliodoro Gallego, María Antonia Trujillo, dejó sin rematar y al que la única utilidad que se le podía dar era el llenarlo de promesas… incumplidas, como son todas las promesas de los socialistas.

Pero aprovechando que el director general de la policía pasaba por Palencia, este decidió echarles una mano a los chiguitos del ayuntamiento. Les ofreció instalar el museo de la policía en esa gran cascara de huevo. Daba utilidad a una parte del gran edificio, les arreglaba los exteriores que aún estaban sin rematar y asumía parte de los gastos ordinarios, incluyendo personal. Con esa ayuda el ayuntamiento ya sí podía asumir el coste de hacer del resto del edificio, de la mayor parte del mismo, un centro cultural para esa zona de Palencia.

¡¡¡Cómo!!! ¡Qué Polanco ha encontrado una solución para un pufo que yo dejé! Eso hay que pararlo –dijo Heliodoro Gallego, ahora que en su imaginario se veía regresando a la alcaldía–. Esto hay que pararlo como sea. Que traigan al chaval ese de la guitarra.

Y a este despropósito se sumó el buen amigo Ganjas. Oye, como ya ha conseguido vivir de esto sin la necesidad de volver a trabajar tiene más tiempo para ir a estos aquelarres. Amén, que estas propuestas encajan en el estilo oposición facebook que nos tiene acostumbrados.

En resumen, que nos traigan el museo de la policía a Palencia es bueno por sí mismo pero si además nos sirve para sacar adelante otro proyecto que de otra manera sería imposible, miel sobre orejuelas. Y si los socialistas y comunistas se oponen es la prueba irrefutable que la idea es buena.

Coda: quiero dedicar esta entrada a Carmen Fernández Caballero que es la concejala que está sacando este proyecto adelante y por eso está recibiendo los palos. Aprovecho para recomendarla que haga más visitas al lugar, que grabe una en vídeo y la ponga a disposición de todo el mundo, porque cuando vas con la verdad, la mejor defensa es la transparencia.

martes, 21 de mayo de 2013

¿Caloca alcaldable?

Mal debe ir un país cuando se tiene a la honradez como una virtud en un candidato. Lo suyo es que fuese conditio sine qua non para poderse presentar a nada, vamos digo yo. Porque de Javier Gómez Caloca, amén de su honradez, poco más le podemos alabar. Lo cual para como anda el patio no es moco de pavo. Así nos va. Porque políticamente el único gesto que le hemos visto ha sido el de negarse a presentar candidatura a la reelección como máximo dirigente en UGT Palencia. Pero no os vayáis a creer que lo ha hecho como protesta a las mangancias de los sindicatos en las cajas, o para asumir la corresponsabilidad que han tendido las centrales sindicales en los seis millones de parados, o por formar parte del sistema que ha llevado a este país a la ruina, no, esas no son las razones por las que Caloca se ha retirado de la dirección provincial de la ugete, no. No se ha presentado a la reelección porque se niega a que UGT Palencia sea dirigida desde Valladolid. Que en el submundo del sindicaleo donde pace este señor seguramente eso sea importantísimo pero que en el mundo real, donde vivimos los que nos levantamos cada mañana para intentar salir adelante –cargando con todos estos a la chepa, por cierto–, esas mandangas nos importan una higa.

Pero repasemos resultado y marcador en el PSOE palentino para ver como andan las cosas. Primero citaremos a Heliodoro Gallego que últimamente está muy subido. Normal, con un ayuntamiento noqueado y con un PP, todos los niveles, escondido –anda que si el PP hubiese tendido los resultados electorales del PSOE, sus dirigentes habrían huido del país con pasaporte falso– el viejo pájaro de Gallego está disfrutando de un renacimiento. Pero no deja de ser flor de un día, los problemas que le llevaron a perder las elecciones siguen ahí. Es más, según vaya trascurriendo los meses y los plazos judiciales, iremos conociendo más detalles sobre la peculiar manera que tenía el ex alcalde socialista de gestionar el ayuntamiento, en concreto en la forma de tratar los temas de urbanismo.

Interruptio: ¿Cuándo va a presentar Heliodoro Gallego y el PSOE la demanda por difamación contra el socialista villamurielense que inició la cadena de emails? A ver si mucho fu fu fu y luego poco taca taca taca. Dios nos libre de creer que con aquellos lloros, Heliodoro, nunca buscó la verdad sino simplemente sacar rédito político.

Sigamos con el político más pagado de sí mismo que tenemos actualmente, con el que tiene los pies, no de barro, sino de arcilla roja. Efectivamente, me refiero a Julito López. Con su vasta experiencia política y con su gran preparación en el mundo real, considera que es el momento de intentar ser el candidato a presidir la Junta de Castilla y León. He ahí esas ruedas de prensa que nos da. Acongojados nos tiene, que fuerza, que manera de ilusionar a las masas. Que manera mostrar liderazgo. Pobre iluso.

Y hasta ahí podemos llegar, porque dirán que la lista de Polanco era mala, pues la de Gallego, no te digo. Ni para sumar dos números con calculadora sirven, sino que pregunten a Begoña Nuñez. Así que la opción de Caloca no es tal mala, al fin y al cabo, al menos es honrado. Con que poco nos conformamos. Insisto, así nos va.

miércoles, 1 de mayo de 2013

El día del trabajo, yo lo celebro trabajando

A pesar de los seis millones doscientos mil parados largos, hoy, apenas unos pocos españoles habrán acudido a las manifestaciones convocadas por los sindicatos. Es que nadie confía en los sindicatos para solucionar esta ruina. Al igual que se dejó de confiar en el PSOE, hace más de un año, y el viernes, los pocos que quedaban, en el gobierno de Rajoy. La gran desgracia de la España actual es que no hay alternativa a la política socialista. Es decir, inmenso gasto público pagado con el sangrado presente y futuro de los pocos activos que van quedando y el mantenimiento del status quo nacido de la transición, con la corrupción como su seña de identidad.

Ante esto podemos hacer dos cosas: la primera sería sentarnos y esperar que escampe. Siempre escampa, algún día occidente saldrá de la crisis económica, eso nos arrastrará y mejorará nuestra calidad de vida. Habremos desaprovechado la crisis y tendremos un país con un paro estructural del 15% que vivirá gracias a la economía sumergida. Es decir, volveremos a los tiempos de Felipe González. O podemos intentar ser hombres libres, hacernos dueños de nuestro destino, asumiendo el riesgo y la responsabilidad de ello. Yo así lo he hecho.

El dos de febrero, tras seis meses de agonía, maltrato, politiquerías pueblerinas y alguna puñalada trapera que otra, fui despedido de la Cámara Agraria Provincial de Palencia. Por cierto, espero me paguen lo que aun me deben de indemnización, porque sino José María Hernández tendrá que retener los 25.000 euros con que va a subvencionarla, para así no incumplir la ley de subvenciones.

Con once años de cotización me correspondía el máximo de subsidio de desempleo. Podría haber vivido de esto hasta el 2015, y luego dios proveerá. Pero soy ajeno a la cultura del paro y como las probabilidades actuales de conseguir un empleo son muy bajas, decidí arriesgarme. Tras volver a darme de alta en el Colegio de Economistas, el 20 de febrero abría una asesoría fiscal, laboral y contable.

Como, ni soy un chiguito, ni un abuelete, el Estado considera que exhalo productividad, así que en vez de ayudarme con subvenciones o con bonificaciones fiscales y sociales, lo que hace es esquilmarme, incluso antes de que produzca nada. Del inicio de mi pequeño negocio, uno de los proveedores al que más he tenido que pagar ha sido al ayuntamiento de Palencia, siendo encima el único que no me ha proveído de nada. Ayer mismo le ingresé la tasa para el tratamiento de productos industriales, pero ¿qué productos tóxicos genero yo? Sí llevase la contabilidad de los partidos políticos, todavía.

De todas formas, al Estado –en sus múltiples y variadas manifestaciones– no le pido ni ayudas, ni subvenciones, ni mucho menos asesoramiento –solo faltaba que un funcionario me dijese como hay que crear una empresa– sólo le pido que me deje tranquilo. Que me deje engordar un poquito antes de sangrarme, pero soy consciente de que es mucho pedir, que necesita mi poquita sangre para mantener a la vaca de la que tantos maman.

Algunos me han dicho que estoy loco, seguramente sea cierto, pero si triunfo me llamarán genio y si fracaso, al menos, lo habré intentado.