Me había hecho el propósito de no escribir nada sobre la Ley de Memoria Histórica. Pero desde que vi el programa “360 grados” presentado por Roberto Arce donde se trataba el tema, he estado en la tentación de romper mi vana promesa, hoy no he podido resistirme más y me he dejado llevar.
1º. Desde la transición se han aprobado distintas disposiciones legales para resarcir económicamente a los represaliados por el bando Nacional en la guerra civil y por la dictadura franquista posteriormente. Los represaliados por el bando del Frente Popular ya fueron compensados durante la dictadura. Apuntar que para mejorar las condiciones de la compensación, o para aumentar el número de las personas con derecho a compensación no hacía falta una ley como esta.
2º. Yo no eliminaría ni las estatuas de Franco, ni los símbolos franquistas de los edificios porque mantenerlos nos ayudará a recordar nuestro pasado, y ya se sabe, “el pueblo que olvida su pasado está condenado a repetirlo”. De todos modos para retirar estos elementos no hacía falta una ley como esta.
3º. Soy partidario de la Ley de Partidos como instrumento para defendernos de aquellos que utilizan el sistema de libertades para acabar con la democracia. Dicho esto, me parece represivo, además de inútil (ya buscarán otro sitio), prohibir la utilización del “Valle de los Caídos” como lugar de manifestaciones políticas. Cada uno que defienda lo que crea conveniente, a mí no me asustan cuatro falangista presentando sus respetos a Franco y a Primo de Rivera, es más, si no es por este lío, ni salían en la “tele”, ni nos acordábamos de ellos.
4º. En España aún hay muchas fosas comunes llenas de las víctimas provocadas por el bando Nacional, también habrá aun alguna fosa de víctimas causadas por el bando del Frente Popular, pero sin duda serán menos. Pongo el acento en indicar que son “víctimas provocadas por” y no “víctimas de” porque tengo claro que los asesinos o eran parte de un bando o parte de otro, pero las víctimas eran de un bando, de ambos, de ninguno o simplemente cayeron en manos de alguien con el poder de asesinarles.
5º. Los familiares de las víctimas tienen el derecho a recuperar los cuerpos, darles santa sepultura, laica sepultura, o lo que crean conveniente y las administraciones deberían colaborar con ellos, esto no significa estar a favor de ningún bando de la contienda civil. Pero lo que no pueden hacer estos familiares, o peor aún, lo que quieren hacer algunos políticos manipulando a dichos familiares, es desenterrar a los muertos para arrojarnos los cadáveres a los que defendemos, hoy en día, posiciones ideológicas liberal-conservadoras.
Pero no es por todo lo antes citado por lo que estoy totalmente en contra de la Ley de Memoria Histórica, sino porque el objetivo del gobierno con este instrumento político es continuar con el “Pacto del Tinell”, es aplicar el “cordón sanitario” al PP, por eso hay que estar radicalmente en contra de esta ley, independientemente del articulado que propongan.
También indico, por la parte que me toca, que no voy a consentir que me echen encima los cadáveres de las fosas comunes, ya que, ni soy responsable de sus asesinatos, ni lo son familiares directos míos y aunque estos lo fuesen, no tengo porque pagar por sus actos. Políticamente no asumo los “valores” de la dictadura, ni comparto sus métodos para solucionar la sinrazón provocada por el Frente Popular. Si el postfranquismo en que vivimos ahora me sabe a poco como régimen de libertades, como iba a defender los postulados del franquismo.
A los familiares de las victimas, les digo, tienen razón en que sus muertos son víctimas pero no se equivoquen a la hora de buscar a los verdugos.
Nota:
A la AVT, a Francisco José Alcaráz, y a las victimas del terrorismo en general: NO ESTAIS SOLOS.