Mis mecanismos

Soy de los que piensan que, allá cada uno con sus mecanismos. Que todo el mundo puede creer, pensar, defender u opinar lo que quiera, o por el contrario, también puede no hacerlo. Esta es la base, la esencia, del hombre libre en un mundo libre. Y como me gustaría vivir en un mundo libre, revindico mi libertad, actuando como si ya la tuviese.

Cuando inicié este blog, mi única aspiración era, y sigue siendo, dar mi opinión sobre lo que pasa en la política en Palencia y en España. Solo eso, que no es poco. Ni influir en ningún partido, ni acabar con sus dirigentes –a ningún nivel–, ni crear una corriente de opinión, ni quitar el puesto a ningún periodista –aunque no lo ejercite–, ni otras cosas raras. Simplemente dar mi visión, y permitir al resto opinar libremente sobre ella. O sobre lo que quieran.

Con el tiempo, sin haberlo buscado, pero habiéndolo encontrado, he llegado a tres ideas básicas que definen lo que defiendo en este blog. Una es la búsqueda de la verdad sobre el 11-M, sin prejuicios y sin premisas previas. Simplemente defiendo que es notorio y evidente que lo que nos han contado sobre la matanza de los trenes de atocha es mentira y quiero, y pido, saber la verdad, caiga quien caiga. Sin prisas, pero sin pausas.

Otra es la defensa cerrada de la idea de que el terrorismo debe ser derrotado. No acabar de cualquier manera con el terror, sino acabar con él bien. El fin no justifica los medios. Solo sirve la derrota absoluta del terrorismo, no puede haber otra política. Si se va por ese camino, lo aplaudo, sino lo critico. Lo haga quien lo haga, y lo haga cuando lo haga.

Y por último, la denuncia de la estafa del soterramiento de las vías del tren a su paso por Palencia. Se está asentando, en la sociedad palentina, la idea de que no se llevará a cabo dicha infraestructura por culpa de crisis, que si no es por esta maldita crisis ya estaría empezada. Pero eso no es verdad, nunca tuvo posibilidad alguna de llevarse a cabo dicha obra, fue una mentira para ganar elecciones. Que ahora ya no sirva, o que el inventor de la mentira, Heliodoro Gallego, no se vaya a presentar a las elecciones, no implica que debamos olvidarnos de ella, sino mañana nos volverán a vender otra moto igual.

Habrá quien comparta todo o parte de lo que defiendo, otros nada, pero ya lo he escrito antes: allá cada uno con sus mecanismos, que yo seguiré con los míos.