jueves, 29 de agosto de 2013

El pregón

Luciendo la mejor camiseta –la negra de “El palentino”– de los “Niquis del páramo” de mi paisano Ricardo Castrillejo, salió con diez minutos de retraso –como mandan los cánones–, Oscar Castellanos, al balcón del ayuntamiento para pregonarnos los sanantolines. Previamente tuvimos que aguantar el tostón, insulso e incompresible de Fanni Pelopaja. ¡Que la hagan pregonera de una vez, para que deje de serlo todos los años!

Bien se nota que Oscar no es de bajar a la cripta de la catedral el día de San Antolín, es más de la popular feria y de la, no menos popular, jarana alcoholera. Tal y como nos contó en el, seguramente, mejor pregón de fiestas que hemos oído por estos lares. Lástima que se le encogiese el codo al hablar del Marrano y prefiriese citarlo por su denominación fiscal. Hizo unas gracias con el programa de fiestas y remató la faena con un par de imitaciones. Si llega a imitar a la duquesa de Alba, el alcalde se tira del balcón, fijo.

Quiero aprovechar la ocasión para recomendar a Ana Rosa García, que para el año que viene haga la imposición de las cintas a las peñas antes del pregón. Es algo de las peñas para las peñas y que solo les gusta a las peñas, haciéndolo antes estarán solas las peñas, ellas más cómodas y los demás más tranquilos.

Ahora voy a comentar el hecho político que vimos ayer en la Plaza Mayor, verdadero leitmotiv de esta entrada, la pitada al alcalde. Durante el discurso de Alfonso Polanco y cada vez que se le nombraba, un sector de los allí congregados le pitaban y abucheaban. Un sector no pequeño, pero no era su tamaño lo más significativo sino que no estaba compuesto exclusivamente por jóvenes, normalmente más llamados a la protesta sonora. No olvidemos que a Gallego no le abuchearon de igual forma hasta los últimos años de su mandato. Espero que esto sirva para que se tome nota, especialmente por aquellos que creen que Polanco es un tío que cae bien de una forma generalizada a los palentinos.

Coda: Cuando los socialistas nos gastaban 600.000 euros en las fiestas no escuchábamos pregones tan buenos. Tampoco lo hubiésemos tenido así, si el pregonero hubiese sido mi medio pariente, el duque consorte.

viernes, 23 de agosto de 2013

El rincón palentino de Javier Terán

Mi amigo Javier Terán ha inaugurado su blog, al que ha titulado con el mismo nombre que a su columna de opinión, “Mi rincón palentino”, que podemos leer todos los miércoles en el Diario Palentino. Columna que no puedo vincular porque hace unos meses Carlos Martín Santoyo decidió que la sección de opinión de DP no estuviese en la versión web. Así que si queréis leer lo que Javier escribe, tendréis que ir a un bar o a un ayuntamiento, que son los únicos que comprar ejemplares de ese diario. Y vale la pena leerlo.

Aprovecho la ocasión para pedir al responsable de esa publicación diaria para rectifique en su política de no incluir en la web la sección de opinión. Vamos a comprar lo mismo el periódico y nos está evitando que, a través de las vinculaciones, hagamos publicidad a sus escritos.

Y a Javier le deseo mucha suerte en esta nueva faceta de distribución de sus escritos y que le proporcionen aún más seguidores que los que ya tiene.

viernes, 2 de agosto de 2013

Los 14 de Polanco

Tres era tres, las hijas del marqués, como tres son las remodelaciones que ha realizado Alfonso Polanco en su equipo de gobierno, lo cual no es óbice para que la marquesa vuelva a parir. Ayer, a la misma hora en que Rajoy comparecía en el senado travestido de congreso para hablar de Bárcenas, el alcalde daba cuenta de la última reestructuración del equipo de gobierno del ayuntamiento de Palencia. Como anécdota, os contaré que esta remodelación estaba programada para llevarse a cabo hace unos meses y en ella Vanesa Guzón iba a asumir la mayor parte de las competencias de Milagros Carvajal. Era la manera de aumentarle su remuneración sin darle una dedicación exclusiva. Pero se preparó el PREPARA y todo cambió.

Lo más destacable de la composición actual del gobierno municipal es que Polanco se ha rendido y ha entregado todo el poder a Paloma Rivero y a Isidoro Fernández Navas. A la primera le ha entregado toda la administración local, se supone que para que la reestructure, pero como lo haga igual de bien de cómo lo hizo en el cambio del jefe de los municipales, lo llevamos claro. Rivero trajo a uno que no cumplía los requisitos para el cargo y al final tuvo que nombrar a otro que ya andaba por aquí. Por otro lado Fernández Navas ahora es el dueño y señor, no solo de los orígenes de los dineros municipales, sino también de sus destinos. Y, junto a José Antonio Maté, se han convertido en los filósofos del ayuntamiento. Y, aunque parezca que Miguel Ángel de la Fuente ha asumido más poder, lo que realmente ha asumido han sido más marrones. Lo que sea por no dejar tirado a su amigo Alfonso, incluso mantenerse en el ayuntamiento a pesar de que el cuerpo y la mente le pide largarse.

He dejado para el final, lo más morboso y lo peor gestionado, el castigo a Vanesa. Que se resume en una frase: “para esto haberla dejado como estaba”. Los castigos para los niños chicos. Si una concejala no es adecuada para desempeñar sus funciones, no lo es ni para el departamento de mujer, ni para el de familia. Y si ha desempeñado un buen trabajo y debe seguir haciéndolo a pesar de todo, se le mantienen sus atribuciones. Porque este chalaneo solo afecta al peculio de la concejala y a las relaciones internas de la administración local. En cambio, los ciudadanos solo ven que Vanesa sigue. Otro día tendremos que hablar con calma de cómo hemos llegado a esta situación y del origen de todos los males de Alfonso Polanco.

Coda: Lo que me parece de chiste es lo de la tercera portavocía para Santiago Vázquez. Esto, ¿cómo funciona? Si un periodista llama a Paloma Rivero y esta no lo coge, salta la llamada al móvil de Isidoro Fernández Navas y de ahí al de Vázquez. Cuando los periodistas se quejen de que nadie les da explicaciones, como pasó cuando estalló el lío de Vanesa, ¿se nombrará un cuarto portavoz? ¿Al final habrá 14 portavoces? ¿No sería mejor poner a uno, pero con criterio?