domingo, 20 de marzo de 2016

Esperando a la última semana de Abril

Si hay algo que haga desengancharme de una serie de televisión es que la trama no avance. Cuando meten capítulos circulares, con subtramas de entretenimiento, entradas y salidas de personajes, pero sin que la historia vaya para adelante, me aburren soberanamente. Esto es lo que me está pasando últimamente con la política nacional y por eso apenas la sigo.

Ya lo dije hace un par de meses, la única solución posible es un acuerdo PP, PSOE y Ciudadanos, liderado por el PP y sin Rajoy. Ahora me atrevo a afirmar que la presidencia recaerá en Soryal Killer, aunque no me guste un pelo. Pero es que nada realmente relevante ha cambiado desde el 21 de Diciembre.

El único avance en la trama que ha habido desde las elecciones ha sido el acuerdo del PSOE con Ciudadanos. Con este acuerdo Ciudadanos ha conseguido amarrar a uno de los otros dos partidos necesarios para el acuerdo constitucional, precisamente el que tenía posibilidades de irse a otro sitio. El PP no puede ir a ningún lado. Por eso los ciudadanos, que otean el horizonte mejor que lo que muchos “expertos”, se lo valoran positivamente a Albert Rivera. Un Rivera que está actuando muy inteligentemente, quedándose en la sombra y dejando que sean otros miembros del partido los que asuman la cuota de pantalla de Ciudadanos.

El último capítulo de esta serie televisiva nos lo proyectarán la última semana de Abril y se iniciará con la comparecencia de Mariano Rajoy informándonos de que se retira, que su persona no será un obstáculo para la gobernabilidad de España y bla bla bla. El Rey propondrá a Soraya Sáenz de Santamaría para someterse a la investidura. En un par de días llegará a un acuerdo con el PSOE y con Ciudadanos, la fórmula es irrelevante, y será elegida presidenta unos segundos antes de la finalización del plazo.

Lo malo de todo esto es que hasta entonces hay que seguir emitiendo todos los días este culebrón venezolano, nunca mejor dicho. Las movidas internas de los podemitas, las visitas a extraños lugares y con extraños personajes de Pedro Sánchez, etc. no dejan de ser subtramas para rellenar el porrón de horas diarias que tiene este “Politiquear en tiempos muertos”.

Lo único que no tengo catalogado es el papel de Pedro Sánchez. No sé si es protagonista o secundario de categoría que al final de la temporada ha de ser devorado por los zombis para que la historia de un salto importante. En principio su muerte política no es necesaria para que el pacto constitucional salga adelante. Es más, creo que sería bueno que sobreviviese para que el PSOE no se convulsione más de lo que lo va a hacer con este acuerdo. Pero si al final resulta un estorbo, que nadie tenga duda de que será sacrificado. Básicamente depende de él y tonto sería si se obceca en suicidarse, la vida es muy larga, él es muy joven y solo lleva un par de días en política.