No había terminado el verano del 2006 cuando agricultores de la zona de Meneses de Campos, Boada de Campos, Castromocho y otros municipios cercanos a la laguna de Boada detectaron las primeras toperas. No era la primera vez que pasaba y se creyó que el invierno acabaría con ellos. Pero no fue así.
En enero el Jefe del Servicio de Agricultura y Ganadería, José Felix de la Cruz, estableció un plan de actuación contra la plaga de topillos en la provincia de Palencia, la única afectada en ese momento. Dicho plan consistía en tratamiento por el interior de las parcelas, nunca cunetas, ni arroyos, con clorofacinona bajo el control de dicho Servicio. Y el tratamiento estaba funcionando.
Por aquellos días, cercanos a las elecciones, los ecologistas comandados por Fernando Jubete iniciaron una campaña de “agit-prop” con el topillo como bandera.
Recuerdo las entrevistas realizadas a pié de topera en canal 4 castilla y león al citado Director de Global Nature en Castilla y León donde este afirmaba que la plaga era consecuencia de la práctica de la agricultura extensiva, práctica que se realiza en Palencia desde hace más de 50 años.
También recuerdo la denuncia por un delito contra la salud pública presentada en los juzgados de Palencia contra los consejeros de Medio Ambiente, y de Agricultura y Ganadería, Carlos Fernández Carriedo y José Valín respectivamente, y contra las Juntas Agropecuarias Locales .
Y no me olvido de la intimidación realizada a los agricultores que permitiesen tratar sus parcelas bajo la amenaza de la pérdida de subvenciones, lo que provocó que alguno retirase su solicitud de tratamiento.
Menos conocido es el intento de implicar a los ganaderos para que denunciasen a los agricultores con parcelas tratadas por la supuesta pérdida de pastos.
Y el esperpento llegó cuando denunciaron la muerte de palomas por clorofacinona en el municipio de Antigüedad, a 80 kilómetros del punto tratado más cercano.
Los medios manejados por “el hijo del maestro” fueron el altavoz de la campaña, publicando cualquier cosa, aún sin contrastar, con tal de dañar lo más posible a Junta, es decir al PP.
¿Y que hizo el PP, es decir la Junta, que “tanto monta, monta tanto” en esos días previos a las elecciones en plena campaña de agitación política?. Dejarse amedrentar, otra vez, suspender el tratamiento antes de erradicar la plaga y permitir que se extienda por media Comunidad Autónoma.
Sobre el tema de la plaga de los topillos se está haciendo mucho, pero que mucho ruido, lo cual no implica que todos estemos sordos, y no sepamos el papel que cada uno ha jugado y está jugando. Y esto acabará, por el bien de los agricultores esperemos que sea antes que después, y será el momento de recopilar toda la historia para ponerla negro sobre blanco. Pero eso es para el futuro.
Ahora es el momento de actuar con urgencia, con contundencia, con eficacia y sin dejarse acogotar.