Miguel Angel Blanco
El sábado 12 de junio de 1997 a las 5 menos 10 de la tarde Miguel Angel Blanco fue asesinado por ETA.
Yo creía que no lo iban a asesinar, no porque creyese en la humanidad de esas bestias, no porque creyese que la presión de las gentes les hiciese mella, sino porque creía que era un error político para ellos, que iba ser su fin, cuan equivocado estaba en lo uno y en lo otro.
Recuerdo aquel día, estaba yo en el bar (teleclub) de mi pueblo (Tabanera de Cerrato) observado el reloj que emitía en la televisión los últimos segundos antes de las 4 de la tarde. El bar estaba lleno y se quedó en silencio; no se oía golpear las fichas de dominó, no se oía repartir cartas, no se oía pedir consumiciones, no se oía la cafetera, no se oía ni hablar y hacia calor, mucho calor. TODOS éramos conscientes que en ese momento estaba siendo sacrificado en el altar euskaldun Miguel, desde 48 horas atrás nuestro Miguel.
Me identifico mucho con él, era poco mayor que yo, estaba licenciado en Económicas, en ese momento yo era estudiante de esa disciplina en Valladolid y era militante de Nuevas Generaciones del Partido Popular, como yo.
El día que le asesinaron me hice un juramento, JAMAS, pero JAMAS dejaría, allá donde estuviese, allá como estuviese y dentro de mi máximo alcance, de luchar para acabar, destruir, aniquilar a ETA ya sea junto a todos, a muchos, a pocos o yo solo.
Por eso no pareció bien que el presidente José María Aznar enviase emisarios a Suiza en el tregua-trampa de 1998, y eso que no llegó, ni por asomo, al contubernio que ha llegado con los terroristas el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Bien sabían los etarras que el PNV ya no podía seguir en la ambigüedad, o se aliaba con los constitucionalistas para derrotar a ETA, con el riesgo de no conseguir nunca la independencia, o se aliaba con ellos para seguir la senda de la independencia con los terroristas de vanguardia. Hicieron esto último.
Tras el asesinato de Miguel Angel Blanco nació el llamado espíritu de Ermua que permitió que una idea propuesta por un grupo de ex-etarras p-m pertenecientes en ese momento al PSE, sección EE (la cabeza visible era el fallecido Mario Onaindia), y desarrollada por Nicolás Redondo Terreros, el cual convenció a Rodríguez Zapatero para que se la presentase al gobierno de Aznar. En un principio la soberbia de este le llevo a despreciarla, pero Jaime Mayor Oreja le convenció de lo contrario y el 12 de diciembre de 2000 firmaron el "Pacto por las libertades y contra el terrorismo" que llevó a la plasmación de la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos, el mayor instrumento contraterrorista que hemos tenido en este país en toda su historia.
Otro día seguiremos más.
Sé que hay mejores formas de empezar un Blogg, pero tenía la necesidad de hacerlo hoy y con este tema, ya que en esos días se vio que había un pueblo, el español, y además que era consciente de serlo, y que salió a la calle a defender algo bueno, por eso muchos se asustaron.
ESPAÑA Y LIBERTAD
Quiero tener un especial recuerdo de la familia Blanco Garrido unos verdaderos patriotas, con todo lo que tiene de positivo el término patriota.
In memoriam de Miguel Angel Blanco mártir de la libertad de la nación española.
Me uno a tu recuerdo hacia Miguel Angel Blanco, a nadie nos deja indiferente recordar aquellos días, pero si aquella fue una tragedia que siempre estará en la mente de los que lo vivimos, esa tragedia se esta repitiendo estos dias cuando vemos como desaparece el espiritu de Ermua y esos sentimientos de unión de todos los democratas contra el terrorismo.
ResponderEliminarYo estaba esos días en una base de brigadas helitransportadas para apagar incendios en un pueblo de Zaragoza. Recuerdo esos días y el silencio de las cuadrillas cuando escuchabamos las noticias ...
ResponderEliminarFue duro, muy duro. Mi deseo en estos casos es comprender que mueve a unos seres humanos a luchar así matando ... ¿Porque? ¿Que libertad buscan y como la buscan? ... Y sobre todo ¿Que sienten dentro? Muchas preguntas ...
Recuerdo ese día en Madrid dentro de un coche, aparcado, con la radio puesta y esperando el desenlace. Recuerdo la alegría cuando le encontraron y estaba vivo, recuerdo la desolación cuando se confirmó su muerte.
ResponderEliminarNo podía moverme de allí.
Suerte en tu blog Jorge.
Yo estaba en Irlanda... con un grupo de españoles... la noticia corrió como la pólvora que luego lo mataría, todo el mundo se vió en ese chico de Ermua. El clamor de España resonaba por todas partes, fue muy triste muy triste, es verdad que la gente lloró... pero yo lloro ahora que lo hemos olvidado, que olvidamos el sentimiento que nos unió y nos invadió en aquel día... SIEMPRE EN NUESTRA MEMORIA MIGUEL ÁNGEL BLANCO.
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