Goñi Tirapu

Llevo un tiempo queriendo escribir una entrada sobre el libro “El confidente: la negociación con ETA que si funcionó” escrito por el ex–gobernador civil de Guipúzcoa, José Ramón Goñi Tirapu.

Goñi Tirapu narra, a través de las conversaciones de un confidente de ETA, la persecución y captura del comando Eibar. Finalizando la obra con el reconocimiento que debía a esa persona, que fue enterrada con “honores” aberchales, por ser el responsable que llevó a la detención en Bidart del triunvirato Artapalo formado por Francisco Múgica Garmendia “Pakito”, José Luis Álvarez Santacristina “Txelis” y José María Arregi Eerostarbe “Fiti”, hecho que nos convenció que a ETA se le podía eliminar a través de la acción policial.

A lo largo del relato el autor intercala entre anécdotas y pasajes de la vida del País Vasco, pellizquitos de monja para sus conmilitones del PSOE (Rafael Vera, Odón Elorza, etc…). Pero también tiene gratos recuerdos para sus compañeros de trinchera como Jaime Mayor Oreja. Tampoco escatima críticas a los denominados recogenueces, que son aquellos que se benefician de la existencia del terrorismo, sin ser terroristas. Pero que en ningún momento lo circunscribe exclusivamente dentro del nacionalismo.

En las diversas entrevistas que realizó para presentar este libro el ex–gobernador no dudo de considerar de “grave error” cambiar la política antiterrorista realizada hasta entonces por el PP y el PSOE (Pacto por las Libertades) “que estaba demostrando que funcionaba” por la negociación con ETA que por aquel entonces iniciaba el presidente Rodríguez Zapatero.

Con esta entrada he querido demostrar que se puede ser socialista o de izquierdas y a la vez honrado y decente con lo es José Ramón Goñi Tirapu (a pesar de su implicación en el vídeo de Pedro J. Ramírez), Rosa Diez, Gotzone Mora, Nicolás Redondo (tanto padre como hijo), la familia Mugica, etc… No es de extrañar que provengan mayoritariamente de “Territorio Comanche”, ya que, donde la gente se juega la vida para defender la libertad se tiene mucho más clara la distinción entre los buenos y los malos.