Corrupción y Libertad
La corrupción y poder son un binomio inseparable. Quién ostenta el poder está tentado siempre por la corrupción y no solo me refiero a los “dineros”. El quid de la cuestión es como un sistema político se enfrenta a esa corrupción.
Un sistema democrático perfecto, o acercándose a esa perfección, tiene que tener unos mecanismos, unos contrapesos, que nos resguarden del mal uso del poder. Yo quiero un sistema político que esté preparado para soportar gobierno de los peores y luego intentar que nos gobiernen los mejores. En España, en la actualidad, no tenemos, ni por asomo, un sistema así.
El sistema político que tenemos es en su génesis corrupto. Es corrupto porque nace de la última actualización del franquismo que era otro sistema, también, corrupto, no había contrapesos al dictador, es más, Franco utilizaba la corrupción como mecanismo de control de las distintas familias del régimen.
Pero la democracia actual es corrupta y corruptora porque el armazón constitucional nace del consenso entre los partidos, no entre los ciudadanos, y es a esos partidos políticos a quién se les ha dado todo el poder, o se lo han cogido, sin ningún tipo de contrapeso, ni siquiera el judicial.
Por eso nos encontramos con la paradoja de que aún que quisiéramos, los cuarenta y cinco millones de españoles, echar de sus cargos políticos a unos corruptos, perdón unos presuntos corruptos, como Manuel Chaves, Alberto Saiz o Luís Barcenas no podríamos hacerlo, dependemos de su propio criterio o del deseo de sus superiores, Zapatero en los dos primeros casos y Rajoy en el último. Esto solo es la plasmación más fútil que demuestra que el poder actual ni es del pueblo, ni nace del pueblo, es un poder clasista donde la casta dominante, la casta política, rige para todos pero no es regida por nadie. Aunque más patético es ver como los amanuenses de cada bando intentan convencernos de que su trinchera lo hace bien y la otra no, cuando es evidente que todos, con sus acciones y dejaciones, están cometiendo el error de dinamitar la poca democracia que aún tenemos.
Si observamos la historia veremos que la etapa actual se parece a la España de los años veinte cuando la restauración canovista es incapaz de pasar del turnismo caciquil a una verdadera democracia, terminando por entregar el regeneracionismo a Miguel Primo de Rivera. Y si no queremos volver a andar por el mismo camino más nos vale regenerar el actual sistema más allá de la expulsión de unos corruptos.
Solo los necios, o los ciegos interesados, pueden negar que el rey no está desnudo.
Todo esta apesta a fin de ciclo. Esto se está acabando, ahora, ¿Como será el cambio? ¿En que consistirá?
ResponderEliminarQueramos o no, tendremos que verlo.
Como bien dices nos ha tocado revivir una etapa, o al menos, lo parece. La clase política se está intercambiando las acusaciones (palmadas en la espalda) de corrupción como quien se intercambia cromos.
ResponderEliminarPartitocracia es el regimen politico actual:
ResponderEliminarhttp://etrusk.blogspot.com/2008/09/partitocracia-regimen-politico-actual.html