sábado, 12 de diciembre de 2009

Mundo viejuno

A este video…


… le cambias Franco por Zapatero, le pones color, contratas una batukada y lo conviertes en este otro…


… porque el sindicalismo vertical es el mismo.

15 comentarios:

  1. Casi parecido, la única diferencia es que algunos de los participantes en el segundo video, si gobernara el del primero, estaría en la cárcel o fusilados.

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  2. Entre ambas situaciones hay otra diferencia más importante. En la época del primero, ni el autor de este blog ni yo mismo podríamos haber escrito lo que estamos escribiendo. También estaríamos en la cárcel.

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  3. Los que se dedican a hacer hoy un discurso victimista serían probablemente los que entonces estaban en el machito como la mayor parte de los socialistas de hoy y de toda su cúpula (por eso tiene que mentir como Fernández de la Vogue para maquillar sus biografías), no hay más que rastrear el pasado de los antifranquistas retrospectivos que no hacen sino llevar a cabo las mismas prácticas de intervencionismo totalitario liberticida pero acomodadas al sistema actual cuyas instituciones ya se han cargado bien de socavar, bien sea enterrando a Montesquieu y violando la separación de poderes mientras se politiza la justicia hasta extremos insospechados copiando los modelos de esas repúblicas bananeras de cuyos caudillos se muestran tan amigos el inquilino monclovita y sus acólitos doctrinarios que desean inocular la ideología gubernamental desde la más tierna infancia como en un Gran Hermano orwelliano que no admite réplica y discusión y si no te quitan la palabra como Frau Cunillera, o bien sea con expropiaciones, atentados a la propiedad o a la libertad individual de la persona haciéndolos dependientes del subsidio y restringiendo cualquier resquicios libertad y eso cuando no conculcando derechos fundamentales como ha ocurrido y ocurre en algunas autonomías, eso por no hablar de temas tabú para esa progresía de vino y rosas, caviar y obrerismo barato plagado de demagogia pueril, ahí están sus grandes hazañas: latrocinio, robo, escuadrones de la muerte, crimen de Estado, negociaciones infames con los asesinos de los demócratas mientras rinden repugnante pleitesía a los sátrapas de los regímenes más funestos con quienes tan bien parecen llevarse. Malo y desgraciado que se haga en una dictadura de cuya recreación falaz y embustera algunos viven aunque sea a costa de la mentira constante en la que son diestros expertos, pero deleznable, deplorable y miserable que se haga en una democracia que ya se han encargado de pisotear bien los miembros más selectos de la progresía de hogaño, los liberados sindicalistas que tanto recuerdan a los sindicatos verticales de donde tanta izquierda ha salido, y por lo que se ve con el dogma bien aprendidito y sabiendo manejar como nadie la máquina de propaganda goebbelsiana. Los inquisidores de hoy, los que rompen el costillar a Hermann Terscht o tergiversan sus programas poniéndole de asesino, las "sedadoras" como Maruja Torres tan ansiona por prácticarlas a sus "enemigos" o las "fusilaoras" como Almudena Grandes que recomiendan quemar junto a las Cristinas Almeidas de turno y los miembros y "miembras" de siempre según qué libros son los que luego se hacen las víctimas de tiempos pretéritos donde seguro que habrían encontrado tan buen acomodo como demuestran los papis de los Bonos y Berminjinskis cuyos antepasados ya estaban en la pomada nacionasindicalista de igual manera que hoy se regodean en ese mismo sindicalismo, la mayoría de las veces trufado de nacionalismo excluyente periférico, cuyo proteccionismo falangistón conservan intacto, aunque no les gusta escuchar las verdades y por eso aúllan escocidos cuando se ven reflejados. No es nuevo.

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  4. ¡Qué gran verdad!

    http://www.elmundo.es/elmundo/2009/12/11/opinion/1260554456.html

    Una foto muy reveladora en que es conveniente detenerse:

    http://estaticos01.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2009/12/13/1260726138_0.jpg

    Rafael Alberti publicó en 1930 un libro titulado 'Con los zapatos puestos tengo que morir'. Han pasado casi ochenta años y es lógico que se haya producido en el ínterin una mejora de las condiciones de vida de los trabajadores, aunque no lo suficiente como para arrinconar el espíritu de clase, que el otro día de charanga y pandereta volvió a brotar en los miles de manifestantes que Toxo y Méndez consiguieron reunir en Madrid.

    La lucha de clases, motor de la historia, aunque los manifestantes iban a pie en su enfrentamiento clase contra clase. Limpios, eso sí, como quedó claro ayer en la portada de ABC, en la que se ve a un manifestante, haciéndose lustrar los zapatos por el limpia. El manifestante parece un afiliado catalán de Comisiones Obreras, a juzgar por la bandera. Las fuerzas del progreso no deben estar reñidas con la limpieza. Si en los años 30, la patronal de entonces despreciaba las reclamaciones populares con displicencia: "hasta los gatos quieren zapatos", hoy la vanguardia de los trabajadores, replica a la altura de su responsabilidad histórica: Con los zapatos limpios tengo que marchar".

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  5. Los "cocos", uno de los sindicatos que habían convocado la manifestación del sábado, prepararon para los asistentes una diversión de feria. La atracción estaba sin duda inspirada en los chistes de Forges, pues recordaba a aquellas viñetas en las que el genial humorista dibujaba a un paisano en la calle vendiendo "atícele a su jefe por un duro". A su lado se dibujaba una cola de gente muy diversa dispuesta a arrearle por tan módico precio a un dominguillo que representaba el que podría haber sido el jefe de cualquiera. Los "cocos", sin tanta gracia, montaron en Neptuno un "stand" con los retratos de Zapatero, Díaz Ferrán y Rajoy y exigían a los manifestantes: "Compañero, compañera, échale huevos y rompe con la crisis". Y naturalmente los compañeros y compañeras disfrutaron echándole huevos a las efigies de los tres desgraciados.

    Fue lo mejor de la manifestación. Y también lo más falso. Aquello no fue el grito de unos trabajadores contra la crisis, que habría sido como protestar por el clima. El objeto fue otro. Ignacio Fernández Toxo lo explicó muy bien: "No hay atajos a la creación de empleos a través de la precarización del trabajo. Si es así, éste es el atajo para llegar a un conflicto social de otra naturaleza a la que nos ha traído hoy aquí". Dicho en román paladino, los sindicatos no aceptan que se abarate el despido para estimular la contratación. Al parecer, ni siquiera consienten que pueda hacerse para los nuevos contratados, por miedo a que la medida termine afectando a los que ya lo están, habitantes de ese olimpo de las indemnizaciones de 45 días por año trabajado.

    Así pues, la manifestación del sábado fue la de los trabajadores que tienen trabajo indefinido y disponen de un blindaje legal contra el despido consistente en una gravosa indemnización que el empresario ha de pagar si decide prescindir de ellos. Se manifiestan para amenazar a quien ose tocarles ese derecho. Conservadurismo, cuando no pura reacción, es lo que destiló aquella manifestación.

    The Economist lo explicaba muy bien hace un par de semanas: la legislación española empuja al empresario a despedir, cuando tienen que hacerlo, a los trabajadores más recientes, no a los más ineficaces. Se da por hecho que los que llevan más tiempo en la empresa trabajan mejor que los que llevan poco. Sin embargo, no siempre es así. Es más, el excesivo blindaje puede impulsar a algunos trabajadores veteranos a no esforzarse lo que podrían precisamente porque saben que no serán despedidos, por lo menos, mientras no lo sean sus compañeros más jóvenes. De igual modo, los recién contratados no tienen por qué ser mejores que los antiguos, pero con el actual sistema, es lógico que tiendan a esforzarse más con la intención de compensar con su esfuerzo lo relativamente barato que resulta despedirles a ellos.

    UGT y Comisiones Obreras se presentaron el sábado como los defensores de los trabajadores frente a los señoritos empresarios que quieren abusar de ellos aprovechando la crisis. Las cosas no son exactamente así. En la portada del ABC del domingo se veía a un militante catalán de Comisiones Obreras (se sabe porque portaba una señera con el acrónimo "ccoo") recibiendo los servicios de un limpiabotas en la Puerta del Sol de Madrid. ¿Quién era el señorito y quién el trabajador?

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  6. La fantasmada perpetrada por los sindicatos el otro día es la más clara muestra de rancio nacionalsindicalismo, de sindicatos verticales apoyados en el gobierno que los alimenta con el dinero todos dedicados a cargar contra los que generan empleo y se ven privados de hacerlo por la incompetencia, prejuicios ideológicos e intervencionismo tiránico del insolente gobierno que padecemos. Es algo desolador.

    Hemos hecho de la paradoja nuestra norma. Y aceptamos, porque forman parte del espectáculo de los medios de comunicación, situaciones que parecen sacadas de una obra de Ionesco. O de Miguel Miura. Miren, si no, lo ocurrido este fin de semana.

    Hay más de cuatro millones de parados, si desmaquillamos los datos de Trabajo, y las perspectivas para 2010 son iguales o peores. Es decir, peores, porque crecerá el número de personas y familias que lleven en paro un tiempo prolongado. Seis años lleva Zapatero en el Gobierno, lo suficiente como para que pueda presumir, con justo título, de los frutos de su política económica, a la vista de todos. Bien, pues por una vez, los sindicatos han decidido acompañar a los parados en la calle. Pero no para exigirle responsabilidades al Gobierno, sino para intentar canalizar la creciente indignación con la situación actual contra los empresarios. ¡Contra los empresarios! ¡Pero si lo que busca todo parado es, precisamente, un empresario que le ponga a trabajar! Pero la idiocia en política es libre y muy barata, la regalan partidos y sindicatos y la esparcen los medios con profusión.

    Y, como prueba, lo ocurrido en 167 municipios en Cataluña. Los nacionalistas organizan varias encuestas sobre la secesión (ellos lo llaman independencia porque tienen espíritu colonial, ¡pero de colonia, no de metrópoli!). Es normal que ellos quieran darle al muestreo, que no tiene validez ni jurídica ni política ni científica, una categoría que no tiene; referéndum le llaman. Lo sorprendente es que haya medios que participen en este engaño.

    Madrid y Cataluña; dos situaciones paradójicas. La primera acoge una manifestación con cuatro millones de argumentos para la protesta, pero sin exigencias políticas. La segunda vive el intento de elevar a categoría política una fiesta independentista sin validez alguna. Como si tal cosa.

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  7. Por su interés (y su gracia):

    "12-D
    El procejariado se va de manifa
    Pablo Molina

    De traca, amigos, de traca con trueno final bien gordo. Así que para protestar por la crisis económica los sindicatos horizontales (es la posición más cómoda para recibir inyecciones, más aún si son de fondos públicos) van a organizar un festejo prenavideño acusando a los empresarios de los problemas de nuestra economía. La escena es tan surrealista que sólo se puede dar en la España de Zapatero, no porque en otros lugares el sindicalismo de clase (alta) no insulte a la inteligencia y el bolsillo del resto de trabajadores, sino porque fuera de nuestras fronteras lo hacen con más discreción.

    Aquí se despelotan sin ningún pudor y convocan una manifestación contra los enemigos seculares del proletariado, sin tener en cuenta que la famosa lucha de clases pasó a la historia y lo que queremos los trabajadores no es hacer la revolución sino un puesto de trabajo y un pisito en la costa como cualquier sindicalista liberado, vaya.

    Con sus acciones, los sindicatos confirman que la batalla en el mundo actual ya no discurre entre empresarios y empleados, sino entre los que viven del dinero público y los que debemos financiar sus francachelas.

    Y como adecuado colofón a un acto tan sublime estará de maestro de ceremonias el periodista preferido de Gallardón, que incluso es posible que haya rebajado su caché para aceptar ir a amenizar la fiestuki. Que no falte de nada. El alcalde de Madrid debería asistir también a la manifestación, junto a los comicastros del Partido, para protestar contra Esperanza Aguirre, culpable junto a los empresarios de que Zapatero haya destruido nuestra economía a una velocidad nunca vista en un país civilizado. Total, salvo el PSOE, los sindicatos, el procejariado y Gallardón, que están libres de culpa por su condición de progresistas, los demás no sólo tenemos que financiarlos a todos sino escuchar también sus reprimendas.

    Dicen que se van a manifestar contra los que se aprovechan de la crisis. Hombre, yo creía que se referían a ellos mismos, porque no hay nadie en España que esté aprovechándose con más intensidad de la actual catástrofe económica que los sindicalistas y el resto de subvencionados. Oiga pues no. Para estos detentadores de la moral pública, el pequeño empresario que cierra su negocio, pierde su patrimonio y se va al paro o a la economía sumergida es un enemigo al que hay que combatir del brazo del Gobierno socialista, que es el que maneja el BOE.

    Y todos los demás, que financiamos su alegría reivindicadora, no sólo tenemos que seguir pagando sino aceptando con resignación la bronca de estos ungidos. Y sin rechistar, oiga, no sea que una patada perdida de kárate acabe impactando en nuestras costillas, que cosas más raras se han visto."

    Aunque está hecho con anterioridad al "festejo" o pantomima sindical, acierta de lleno. Qué pena de país.

    http://www.libertaddigital.com/opinion/pablo-molina/el-procejariado-se-va-de-manifa-52286/

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  8. Para ver las enormes similitudes existentes entre el actual nacionalsindicalismo y el de antaño nada mejor que leer la siguiente columna, gentileza de FJL al que por eso mismo tanta inquina le tienen ciertos liberticidas, por decir esas verdades que tanto molestan, incomodan y hieren a los jerarcas de la casta política dirigente que constituyen la progresía de hogaño:


    "COMENTARIOS LIBERALES|FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
    La demostración sindical

    * 14.12.2009

    COMO los sindicatos -excepción hecha de USO y algún otro pequeñito, de los que nunca salen en los telediarios- se han convertido en un solo sindicato vertical al modo franquista, dependiente del Gobierno y del Estado en lo financiero y del telenodo en lo propagandístico, hay que recuperar las denominaciones populares durante la dictadura. Y la más urgente atañe a las exhibiciones sindicales públicas. «Cuando entonces» -decía Umbral-, prohibidas las algaradas callejeras, dada la constructiva convivencia de patronos y «productores» (fórmula de la CNT recuperada por el verticalismo), se creó una ceremonia que diera fe de vida de tan vasta organización: era La Demostración Sindical. «La» porque sólo había una al año: el Primero de mayo, día de San José Obrero. «Sindical» porque la promovían los sindicatos que el régimen permitía y subvencionaba. Y «demostración» porque mostraba lo bien que funcionaba el régimen y lo justificado del dinero destinado al sindicalismo. Tan integrado estaba ideológicamente en la dictadura que las cartas oficiales terminaban así: «Por Dios, España y su Revolución Nacional-Sindicalista».

    Lo que nunca hicieron aquellos sindicatos verticales fue interferir en la política económica del régimen, fuera la autarquía cuartelera, fuese la liberalización tras el Plan de Estabilización de 1959 y el desarrollo económico que cambió España por completo. Los de ahora tampoco se meten en política: desde la huelga general de la UGT de Redondo contra la política felipista, la verticalización o integración de la izquierda -política, económica, social y artística- ha convertido a los sindicatos siameses UGT y CCOO en órganos ordenadamente bulliciosos que hacen su demostración una vez al año. Cuando entonces, el 1 de Mayo, Franco asistía al acto en el Bernabéu, pero aplaudía más bien poco: sólo a lo realmente popular, que eran los Coros y Danzas. Las apoteosis geométrico-gimnásticas que, con aros, floripondios y otros adminículos, arrancaban ooohes al rendido público, no digo que no, pero lo que de verdad enardecía al personal era la sardana, la muñeira, las danzas vascas o la jota en sus muchas variantes, culminadas por la briosa Jota de Calanda. Ahora el folklore sindical es cosa de Pilar Bardem y de El Gran Wyoming, que poco antes de actuar denunció ser víctima de un «linchamiento mediático». ¿Prepara autobiografía? Tal demostración merece comentario aparte."

    (Fuente: EL MUNDO)

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  9. El jolgorio sindical:

    http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/jolgorio-sindical

    ¿A quién representan? Por Ana Samboal

    http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/quien-representan

    LOS SINDICATOS DE LA "ZEJA". Por A. Martín Beaumont

    http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/los-sindicatos-%E2%80%98zeja%E2%80%99

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  10. SINDICATOS VERTICALES:

    El franquismo 'mal copió' el modelo de la democracia orgánica: Iglesia, sindicatos y municipios. El sindicalismo falangista formaba parte del ADN del régimen. Eso sí, verticalizado. Y así, el Uno de Mayo se convertía en una 'manifa' de apoyo al jefe del Estado. Bocadillo incluido.

    Al llegar la Transición, el régimen anterior se transforma: la democracia se hace parlamentaria, se legaliza el PCE, la Iglesia regresa a las sacristías, los militares a sus cuarteles. Todo cambia… salvo el sindicalismo. Tras la crisis del 73, los impulsores de la Transición pensaron que lo mejor para pasar la crisis era un sindicalismo conveniente 'apesebreado'. Es decir, financiado –y controlado- por el gobierno. La formula funcionó razonablemente bien, la democracia se asentó y salimos de la crisis del petróleo sin crisis social.

    Desde entonces han pasado 30 largos años y nada ha cambiado. Los sindicatos siguen sin lograr afiliados porque tienen el poder institucional de representar a casi todos con independencia de su afiliación. Los convenios colectivos son su gran baza de negociación; los EREs, su instrumento secundario de financiación. Por eso no aceptan desregular la negociación colectiva ni los EREs. ¿Quién se “aprovecha de la crisis”?

    Los 'liberados' no han trabajado en su vida, pero dominan la legislación laboral y son especialistas en recortar productividad a las empresas. Mientras tanto, los trabajadores en paro, los temporales, los precarios, los de pequeños talleres, los de pymes, los de restauración… no tienen quien les defienda.

    El sindicalismo es necesario. El empresariado necesita contrapoder. Pero no lo tiene. El 'bisindicalismo' español es más una 'longa manus' del ministerio de Trabajo que una organización sindical. Seguimos anclados en el sindicalismo vertical, pero esta vez con dietas en lugar de bocadillos. Progresamos… Ya es hora de que la Transición alcance también a los representantes de los trabajadores. Por salud democrática y por el bien de los que vivimos en nuestro trabajo.

    http://www.intereconomia.com/blog/puntilla/sindicatos-verticales

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  11. Que no se aprovechen del paro

    Para UGT y CCOO la movilización en el manifestódromo de Madrid ha sido un éxito, pues intentaban mostrar que todavía existen esas centrales supuestamente obreras, aunque en realidad beneficiarias del Gobierno que las sustenta. De él reciben el 80 por ciento de su presupuesto, y nobleza obliga. Por eso señalan como responsables del paro a los empresarios.

    Yo pensaba que tomar medidas frente a la crisis económica es tarea del Ejecutivo socialista, pero no ha podido ser porque ha negado esta crisis y gasta su capacidad en atisbar brotes verdes y trenes que pasan. Con más de cuatro millones de parados ya podían haber salido las centrales sindicales hace tiempo para exigir a Zapatero que cambie de rumbo, pues las subvenciones y el gasto público no hacen más que agravar el paro. Los organismos internacionales siguen situando a España en los últimos puestos de salida para la recuperación económica.

    Por otra parte, el eco de las palabra de Toxo ha quedado amortiguado por las declaraciones de su antecesor en el cargo, Fidalgo, diciendo que no iba a la manifestación por un compromiso familiar, añadiendo que tampoco sabe si la habría convocado de seguir al frente de CCOO. Y como guinda de las declaraciones, considera que no le gusta ni siquiera el nombre de la Ley de Economía Sostenible de Zapatero. Son las ventajas de estar jubilado con una buena bolsa acumulada en años de brega el frente del sindicato.

    Sandra Moreno Luque

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  12. dejad de fumar droga adulterada...

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  13. El último exabrupto que en un principio podría parecer una simple salida de tono de un estúpido iletrado podría ser un buen consejo a tener en cuenta por parte de esas hordas analfabetas de jóvenes antisistema, de "radikales", de esa izquierda extremista que va desde la kale borrika que simpatiza con el mundo abertzale hasta los autodenominados "alternativos" que pueblan a veces los llamados consejos de juventud y cuyas únicas actuaciones parecen limitarse a defender el botellón y a consumir diversas sustancias, aunque ello no les exime de su responsabilidad cuando dicen sandeces o defienden atropellos liberticidas que pudieran parecer delirios fruto de los efectos alucinógenos, y sin embargo, no suele ser más que el resultado de los prejuicios ideológicos, los dogmas partidistas y la ignorancia supina de esos "perroflautas" encantados de haberse conocido que sólo conducen a la más absoluta irrisión por lo patéticos que resultan.

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