miércoles, 28 de abril de 2010

Charlotada pajinesca


Se puede ser más tonta pero no sería humano.

7 comentarios:

  1. "Ópera bufa en el Senado"

    "Impávida ante el ridículo, la vicesecretaria del PSOE ha encarnado el esperpento vivido este miércoles en el Senado para defender el uso de las lenguas cooficiales en una cámara en la que todos conocen, hablan y entienden perfectamente la lengua común: el castellano."

    http://www.libertaddigital.com/sociedad/el-psoe-convierte-el-senado-en-la-torre-de-babel-tras-un-encendido-debate-1276391337/

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  2. http://www.libertaddigital.com/economia/soraya-al-gobierno-como-van-a-hacer-bajar-el-paro-por-la-ley-de-la-gravedad-1276391300/

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  3. España se ha convertido por fin en un circo, espero que se presente Angel Cristo a presidente por que cuenta con mi voto

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  4. Desde que alguien dijo que hablaba catalán en la intimidad, el efecto contagio ha corrido como un reguero de pólvora.

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  5. Si te hace feliz sacar ese consecuente, tú mismo. Pero no es lo mismo y lo sabes.

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  6. Solemos dar por sentado que el progreso avanza de modo lineal, pero los retrocesos nos acechan. A través de los siglos, los habitantes de lo que ahora es España superaron los inconvenientes de la diversidad de lenguas adoptando una de ellas como lingua franca. Fue un gran paso adelante. Para la convivencia, la movilidad y el comercio, por citar algunas de las ventajas de disponer de un idioma común. Idéntico proceso tuvo lugar en otros países. Aún estamos en ello a otra escala. Hoy, la lingua franca global es el inglés. Los seres humanos no siempre son estúpidos. La política, sin embargo, es otra cosa.

    El Senado español está decidido a que se empleen allí cinco lenguas. Por supuesto, el español pierde, así, la condición de lengua común. De eso se trata. De poner de manifiesto que el español no es de todos y que un idioma común no constituye una riqueza, sino una vergüenza. Si se llega al absurdo de hablar en distintas lenguas cuando todos los reunidos comparten una, es porque se quiere subrayar que no la comparten. Estamos ante una impostura, pues la comparten. Pero la impostura se propone hacer realidad una ficción. La relegación y la condena de la lengua común significa relegar y condenar todo lo demás que compartimos: España, en una palabra.

    Ese retroceso a la situación tribal se puede realizar, paradójicamente, gracias al progreso tecnológico. En tiempos de los várdulos –supuestos ancestros de una senadora que votó a favor del proyecto en su nombre–, no había pinganillos. Tampoco Gobiernos dispuestos a reclutar intérpretes y traductores para personas que hablan la misma lengua. En realidad, la propuesta coherente, el plurilingüismo auténtico, sería que los senadores aprendieran todos los idiomas que van a utilizarse en la Cámara. Pero pinganillos e intérpretes son esenciales. Sin ellos no se visualizaría que los españoles no nos entendemos y somos forasteros en nuestra propia casa. Hay que reproducir la escenografía de una sesión de la ONU para que parezca que aquí, como allí, pertenecemos a distintas naciones.

    Simbólico que el nuevo paso atrás –paso adelante del nacionalismo– lo protagonizara, cual si presentara un festival de Eurovisión, un rostro de la izquierda infantilizada.

    Cristina Losada

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  7. Se atreve a hablar en varios idiomas que desconoce la iletrada del "ha contradecido" que ni siquiera domina la lengua castellana. ¡Qué país!

    http://www.youtube.com/watch?v=iXhAnfGPtqY&feature=player_embedded

    Por su interés:

    "Pajín
    Una majadería en cinco idiomas
    Guillermo Dupuy

    Sabíamos que Pajín debía confundir los métodos abortivos con los anticonceptivos cuando dijo aquello de que la reforma de la ley del aborto tenía por objetivo lograr "que las mujeres que no lo deseen no se queden embarazadas". Sabíamos asimismo que no era confusión, ni siquiera ignorancia, sino simple estupidez cuando atribuyó el estancamiento económico al hecho de que "el PIB es masculino, claramente masculino, y no cambiará hasta que las mujeres se impliquen en mayor medida en la toma de decisiones". También puso en evidencia su siempre solemne estulticia cuando nos habló del "acontecimiento planetario" que, según ella, iba a suponer la coincidencia temporal de la presidencia de Obama con la presidencia de turno de Zapatero en la UE.

    Sin embargo, con lo que ha hecho este miércoles al dirigirse en castellano, valenciano, euskera y gallego al resto de senadores, Pajín nos ha demostrado que hablando no sólo es capaz de decir estupideces, sino también de hacerlas.

    El problema, en este caso, es que la última de Pajín va camino de institucionalizarse a cargo de los contribuyentes, al aprobar el PSOE y los nacionalistas una reforma del reglamento del Senado por la que se podrá debatir en valenciano, catalán, gallego y euskera. Así el Estado se gastará una cantidad de dinero en equipos y traductores que oscila entre los 120.000 euros al año –tal y como, a la baja, lo cuantifican los promotores de la estupidez– hasta el millón de euros en que lo cifra de forma más realista el PP. Todo para que los señores senadores no tengan en España por qué debatir en español, única lengua que todos ellos conocen y la única oficial del Estado.

    Mucho más se podría decir de esta ridícula y al tiempo ofensiva iniciativa, pero quiero fijarme en las últimas palabras de Pajín tras su políglota intervención: "Hagamos de este hemiciclo lo que los senadores y las senadoras hacemos con normalidad en los pasillos de esta cámara". Sí claro, como si los senadores –y, por supuesto, senadoras– fueran por los pasillos con pinganillos y traductores al hombro para poder charlar entre ellos en lenguas que desconocen.

    ¿Por qué esta gente siempre se empeña en considerar como "normales" las cosas más anormales? Que una persona hable a la vez varios idiomas que desconoce es más propio de lo que le pasaba a la niña del exorcista que de ninguna supuesta normalidad. Lo que va a presenciarse en el Senado español sería igual de terrorífico si no fuera porque es infinitamente más ridículo."

    http://www.libertaddigital.com/opinion/guillermo-dupuy/una-majaderia-en-cinco-idiomas-54562/

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Puedes opinar lo que quieras, siempre que lo hagas con respeto, pero recuerda que uno es reo de sus palabras y dueño de sus silencios, así que tú mismo. Ah, y yo solo me hago responsable de lo mío, que ya es bastante.