viernes, 2 de abril de 2010

Odiosas comparaciones

Pascual Tumburri compara la política antiterrorista de Zapatero y de Putin en su Ruta Norte.

Poco después de los atentados, y una vez confirmada la autoría y la gravedad de los mismos, el primer ministro ruso hizo pública la respuesta de la nación al ataque. Para Vladimir Putin se trata de "un crimen terrible por sus consecuencias y abyecto en su forma", y como contestación "los organismos de seguridad y justicia no escatimarán esfuerzos para localizar y castigar a los criminales", de manera que "los terroristas serán destruidos". En los días siguientes se ha abierto en Rusia un debate público sobre la posibilidad de endurecer las penas contra los terroristas; teniendo en cuenta que un terrorista que cause una muerte puede ser condenado a cadena perpetua (trabajos forzados incluidos, es Rusia), se trata de la conveniencia o no de restablecer la pena de muerte para este tipo de crímenes.

Hay otras respuestas al terrorismo, es cierto. Pero todas ellas pasan por admitir de alguna manera la legitimidad al terrorista o a su acción. Prescindiendo del asunto de la pena de muerte, para la que tengo una objeción moral en tiempo de paz aunque entiendo los argumentos en otro sentido, Rusia y sus dirigentes son coherentes con la dignidad de su país. El terrorista es un enemigo de la paz pública, no es un interlocutor. No se negocia con él. No se autorizan partes del movimiento terrorista, aunque tácticamente elijan durante un tiempo no matar para presentarse a las elecciones, estar en las instituciones y desde éstas reforzar al grupo de criminales. El único destino de un grupo terrorista en un Estado que quiera seguir vivo es la destrucción.

Léalo de principio a fin en elsemanaldigital.com.

3 comentarios:

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