Si no puedes con tu enemigo… pide al gobierno que acabe con él
Una de las más palpables consecuencias de la crisis es la disminución de la renta disponible de las familias. Esto provoca que dichas familias busquen satisfacer sus necesidades a un menor coste, es decir, comprar lo mismo, o equivalente, más barato. Eso lo consiguen con las marcas blancas, productos fabricados expresamente para las distribuidoras que solo se venden en sus establecimientos. Son productos de la misma calidad, o casi, pero que salen mucho más baratos.
Con la crisis, el consumo, de esos productos de marca blanca, ha aumentado hasta constituir más de un 30% de la venta total en España. Los fabricantes con marca propia ven como su negocio se va reduciendo con la perdida de cuota de mercado frente a las marcas del distribuidor. Es que los consumidores no ven la suficiente diferenciación, entre los productos con marca propia y los que no, como para pagar el sobreprecio.
Esto es lo bueno de la competencia en un mercado libre, el que mejor lo hace, gana. Si quieres sobrevivir en el mercado deberás ofrecer lo mismo más barato, y si no puedes o no quieres darlo más barato, busca el valor añadido que te permita venderlo más caro. Pero si eres incapaz de hacer cualquiera de estas dos cosas, tendrás que presionar al poder político para que te de la injusticia que a ti te convenga.
Esto es lo que busca la patronal Promarca –que agrupa varios fabricantes con marca propia–, quiere que los ministerios de Industria y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino –o como narices se llame ahora– creen un comisario para que supervise el sector, con poder de veto a la llegada al mercado de ciertos productos. Vamos, que el gobierno les mantenga el negocio que ellos no son capaces de mantener.
Es lo que necesita España para salir de la crisis, más restricciones a la competencia. Que los consumidores, que tenemos ahora menos dinero –y menos que tendremos cuando nos vuelvan a subir los impuestos–, paguemos más caros los productos porque unos “empresarios” no sepan, o no quieran, adaptarse a las necesidades de sus clientes. Que jeta tienen algunos.
Si es que, al final, va a ser Hacendado quien conquiste el mundo. Y por méritos propios.
ResponderEliminarLo que no hacía falta, más intervencionismo y más restricciones gubernamentales a la competencia y al mercado libre. Nos inflan a impuestos y luego encima pretenden mantener con nuestros dineros el negocio de las marquitas cuando las marcas blancas ofrecen a mejor precio productos de igual calidad. Y luego son estos los que quieren acabar con los ricos... ya, ya...
ResponderEliminarcolacao,freixenet, tulipan ..ay esa burguesia vasca y catalana que tanto se mofa del resto de España y que en cuanto le sale un poco de competencia enseguida reclaman el arancel, el proteccionismo o el chantaje puro y duro.
ResponderEliminarY que, antes de entrar en crisis, muchas familias ya consumíamos productos de marca blanca: ¿Por qué pagar más por lo mismo?
ResponderEliminarVivan los vuelos low-cost, las marcas blancas, la cultura libre por Internet, y la libre competencia.
Ante la crisis, ingenio. Lo demás, es gula.