Rajoy presidente del gobierno
En unas horas Mariano Rajoy será investido como el nuevo presidente del gobierno, el séptimo en el reinado de Juan Carlos I. Se acabó el gobierno adolescente de Zapatero. Por el contrario, Rajoy deberá acometer la mayor reforma económica realizada en este país desde el Plan Nacional de Estabilización Económica del 59 y la más importante reforma institucional que hemos visto desde la transición.
Todo ello, superando la parálisis de una sociedad desencantada, de un empresariado criado en la jaula de oro del estatalismo, de una casta política desprestigiada –incluyendo una corona en sus horas más bajas–, con dos partes del territorio nacional encaminadas hacia la secesión, con una administración elefantiásica y con las libertades civiles en su cuota más baja desde la muerte del dictador.
Pero no ha de enfrentarse con las manos desnudas. Tiene una mayoría absoluta muy holgada en las cortes. Tiene un PSOE que no está para hacer oposición, al menos mientras esté el faisánico Rubalcaba, aunque seguramente tampoco esté para colaborar, simplemente no está. Y tiene a UPyD que no solo le puede acompañar en las grandes reformas y en la regeneración democrática, sino que en muchas ocasiones simplemente tendrá que sumarse a sus propuestas, dejando que sea Rosa Díez quien ponga el cascabel al gato.
En resumen, que como he dicho en otras ocasiones, Mariano Rajoy es la última esperanza para regenerar el sistema desde dentro. Si falla, la extinta constitución del 78 será sustituida por otra cosa, no sé por cual pero sí sé que no saldrá de ella.
Todo ello, superando la parálisis de una sociedad desencantada, de un empresariado criado en la jaula de oro del estatalismo, de una casta política desprestigiada –incluyendo una corona en sus horas más bajas–, con dos partes del territorio nacional encaminadas hacia la secesión, con una administración elefantiásica y con las libertades civiles en su cuota más baja desde la muerte del dictador.
Pero no ha de enfrentarse con las manos desnudas. Tiene una mayoría absoluta muy holgada en las cortes. Tiene un PSOE que no está para hacer oposición, al menos mientras esté el faisánico Rubalcaba, aunque seguramente tampoco esté para colaborar, simplemente no está. Y tiene a UPyD que no solo le puede acompañar en las grandes reformas y en la regeneración democrática, sino que en muchas ocasiones simplemente tendrá que sumarse a sus propuestas, dejando que sea Rosa Díez quien ponga el cascabel al gato.
En resumen, que como he dicho en otras ocasiones, Mariano Rajoy es la última esperanza para regenerar el sistema desde dentro. Si falla, la extinta constitución del 78 será sustituida por otra cosa, no sé por cual pero sí sé que no saldrá de ella.
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