Origen. Segunda parte

Teníamos, el otro día, a Isidoro Fernández Navas amenazando al alcalde con no aceptar la concejalía de hacienda. Con este acto, Navas mostraba la debilidad de la lista de Polanco. No había nadie que pudiese llevar dicha concejalía. Y eso que para ser concejal de hacienda no hay que saber de números y presupuestos, que de eso se encargan los funcionarios, solo hay que saber un poco de donde salen “los dineros” del ayuntamiento y donde quieres gastarlos. Pero ni por esas. Así que el alcalde tuvo que pedir por favor, al veterano político, que aceptase la concejalía y darle las gracias cuando así lo hizo.

Un ayuntamiento se compone, básicamente, por un alcalde y dos concejales, el de hacienda y el de urbanismo. El primero, porque recauda para el ayuntamiento, y el segundo, porque recauda para el partido y sus partidarios. En una situación de crisis como la actual y en Palencia, donde no se recalifica na´ de na´, el de urbanismo tampoco es que pinte mucho. Esto nos deja como única concejalía importante la de hacienda y sus derivadas, que son todas aquellas que tienen que algo que ver con el desarrollo económico del municipio, comercio, industria, etc. Y Alfonso Polanco hizo una lista donde solo había una persona dedicada a todo esto. Por ejemplo, comercio se lo dio a Ana Rosa García como se lo podía haber dado al bedel del colegio de enfrente, es más, si la legislación no se lo impidiese, se lo habría dado a este último, total, consideran más importantes las fiestas que la potenciación del comercio local. Y esto os lo cuento hoy.

Algunos no se quieren enterar pero estamos viviendo la crisis política, que también afecta en lo económico y mucho, más importante desde la guerra del 36. Ya nada es igual a hace cinco años. Y cuando acabe, no sé en qué década, nada será igual a lo actual. Por muchos errores que cometan la casta política nacional, nada nos impide intentar hacerlo bien a nivel local. Mucho tenemos que hablar, y criticar, de nuestros políticos locales –aceptando, que es mucho aceptar, que un concejal de aldea sea un político–, y su estática y anquilosada visión del mundo y de Palencia. Pero hoy quiero centrarme en el aspecto económico.

Cuando llegas al gobierno de un ayuntamiento de un municipio que está viviendo una situación de crisis económica, con el paro creciendo y con el tejido comercial, industrial, etc. decreciendo, puedes hacer dos cosas. Una, centrarte en paliar las negativas consecuencias del deterioro económico convirtiendo los CEAS en el epicentro de la actividad municipal, porque aún teniendo la junta las competencias, la ejecución de las mismas están en manos de los ayuntamientos. Dos, puedes centrarte en frenar el deterioro económico de la ciudad. La mayoría de los instrumentos están en manos de la administración central y regional, pero los ayuntamientos pueden hacer bastante para potenciar –muchas veces basta con no estorbar– el desarrollo económico local, vía reducción de tasas e impuestos, eliminación de trabas burocráticas, mejora de las infraestructuras, etc.

Huelga decir, que Alfonso Polanco puso todos los huevos en la primera cesta, es de donde procede, es lo que conoce y es en ese mundo donde se guarece cuando tiene problemas. ¿Os habéis fijado que cada vez que tiene una crisis política, realiza un acto con alguna asociación, movimiento, centro o similar relacionado con los asuntos sociales? Así que no es de extrañar que la mitad de los concejales provengan de ahí, en cambio, no hay nadie relacionado con el entramado económico–empresarial palentino. Y así nos va.

Al final no he avanzado nada en la historia, pero creo que he dejado claro un punto importante. Por otro lado, a todos aquellos que me critican la idea de que Polanco es el responsable de la lista, deciros que no cometaís la simpleza de hacer el cálculo de que a Fulanito lo metió Menganito, sino pensad que la estructura y que el espíritu de la lista si es genuinamente polanquiana. Aceptadme el hecho de que a Carriedo no le gustó esta lista ni un pelo y os mostraré, cuando avance en la historia, donde y como lo demostró.

Continuará.