Eta a Europa
El Tribunal Constitucional –el que lleva cuatro años hirviendo el Estatuto de Cataluña– ha torcido lo que el Tribunal Supremo había enderezado. Los miembros del constitucional, que son políticos, no jueces, han vuelto hacer gala del poco respeto que tienen a la Constitución. ¿De que sirve una constitución si quien tiene que interpretarla se pone de espaldas a su espíritu y de frente al tendido?.
Que la Iniciativa Internacionalista del ex–falangista y ex–batasuno Alfonso Sastre es otro invento político de Eta estaba claro, por algo lo había ilegalizado el Tribunal Supremo, pero si aún quedaban dudas, Batasuna nos las ha despejado.
Yo, al igual que Santiago Abascal, me pregunto: ¿Cuántos muertos más necesitamos para quitarnos de en medio a la mafia política de ETA?. ¿Por qué “los que saben”, “los que mandan”, no ven lo que para la mayoría de ciudadanos está tan claro?. ¿Tanta separación hay entre la España oficial con respecto a la España real?.
Si hay mucha diferencia, toda la que sea necesaria para conseguir los sucios objetivos de los de siempre.
ResponderEliminarY también hay mucha diferencia entre la España que soñamos y a la que nos están preparando.
Un saludo
COmo siempre, Santi Abascal acierta y el Tribunal Constitucional de la abroncada por Fdz. de la Vogue, María Emilia Casas, el más clero ejemplo del hedor cadavérico de Montesquieu, que se mantiene durante años sin decidirse ni dictaminar nada sobre la aberración que supone el estatuto de Cataluña, y sin embargo, con suma rapidez vuelve a abrir las puertas a una plataforma con vínculos etarras, que no condena la violencia, para la que pide el voto Otegi y que supondrá volver a contaminar el Parlamento con los batasunos por obra y gracia de la (in)Justicia de este país. Vamos para atrás.
ResponderEliminarLa actuación del (anti)Constitucional es infame. ¡Qué desastre! Suscribo asimismo las palabras de Santiago Abascal y me avergüenzo de la Justicia -si es que todavía existe- de nuestro país y de algunos tribunales, que cuando no se dedican a la universalización para colmar vanidades, optan por cacerías políticas y politizaciones al alimón, y el Constitucional vuelve a hacer que los españoles sientan vergüenza ajena y las víctimas se vean humilladas por resoluciones como éstas mientras en Cataluña o en otros lugares es una odisea, por no decir imposible, escolarizar a un alumno en su lengua materna -si es el castellano- en una escuela pública mientras los montillescos tirán de privado merced al sueldo que ellos mismos se autoadjudican sin olvidar su flota de coches oficiales y su ración de dietas que satisfagan sus caprichos. Qué asco, es un desastre. Es una vergüenza.
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