Cerremos el Tribunal Constitucional
Seguramente la sentencia más importante, que ha tenido que emitir el Tribunal Constitucional en sus treinta años de existencia, sea la referente a la constitucionalidad de la reforma del estatuto de la Comunidad Autónoma de Cataluña. Por eso llevan tres años redactándola y lo que nos queda.
Hoy, nos enteramos por el diario El Mundo que por tercera vez vuelve a fracasar un proyecto de sentencia. Es lo que tienen los encajes de bolillos.
Pero lo más grave es conocer que la presidenta del alto tribunal –político no judicial– no tiene prisa alguna por rematar la faena. Una señora, que un país que con una democracia digna de tal nombre habría presentado su dimisión hace tiempo, pretende que el Estatut sea válido por la vía de los hechos. Que no se pueda aplicar la sentencia porque ya sea demasiado tarde cuando se emita, si es que se emite alguna vez.
Cuando un estamento es creado fundamentalmente para la defensa de los principios constitucionales y se dedica a todo lo contrario, podemos afirmar sin equivocarnos que el texto constitucional tiene los días contados.
Pero todos tranquilos que a las castas políticas regionales les han dado cuatro duros, a algunas ocho, que es lo que importa.
Yo me pregunto si no sería mejor procesarlos por las múltiples (supuestoas, por su puesto) fechorías que llevan cometiendo durante años. Cuestión que, como todas las preguntas retóricoas, quedarán sin respuesta. Por ejemplo, cómo es posible que la presidenta siga presidiendo lo que no debería presidir desde hace más de un año. Pues eso, que si no tienes aldabas, no le debas un euro a Hacienda.
ResponderEliminarFe de erratas instantánea: donde dice "(supuestoas, por su puesto)", evidentemente debe decir "(supuestas, por supuesto)".
ResponderEliminarEn los paises democraticos (Espańa es una partiticracia, no una democracia) el modo de designacion hace que el tribunal Constitucionalesté constituido de juristas eminentes y relativamente, digo relativamente neutrales y mas atentos a la ley que a los partidos. Incluso en Francia donde los ex-presidentes de la Republica son miembros de pleno derecho la tradicion es que no tomen parte en las votaciones.
ResponderEliminarEl tribunal constituicional a la española; emanacion a de partidos y actuando de super-tribunal supremo eso es una especifificidad de la mal llamada democracia mal llamada espańola.
Y, a todo esto, ¿la presidencia de María Emilia no expiraba en el Precámbrico?
ResponderEliminarUn saludo.
Es una auténtica vergüenza. Qué asco da.
ResponderEliminarEs penoso comprobar al grado de bajeza al que han llegado algunas instituciones, socavadas por los enterradores de Montesquieu, que acabaron con la separación de poderes, y por tanto, con la independencia judicial, pasando a ser tribunales politizados. Todos, no sólo el Constitucional, éste es el más flagrante, pero porque no es siquiera órgano judicial, sino político que se amoldará el tiempo que haga falta para sacar una setencia que considere constitucional el mayor tropedo habido en la línea de flotación de nuestra Carta Magna. ¡Hay que ver lo rápido que fue el Alto Tribunal para considerar "constitucional" la lista pro-etarra de Sastre (Iniciativa Internacionalista) a las europeas pese a sus claras conexiones criminales y de apología del terror. Pero de qué nos vamos a extrañar con una presidenta que acataba órdenes de la vicepresidenta del Ejecutivo en pleno desfile y que ofrecía su ayuda, protección e influencia a una que había rebanado el pescuezo a su cónyuge. Así está la Justicia, en todos los niveles, con violadores en potencia en las calles, con narcotraficantes a los que dejan sueltos y pagando todos los periplos mediáticos de garzonescos jueces estrellados y "pedraces" de turno. Lo del Constitucional es un disparate más, no por previsible, menos canallesco, descabellado y deleznable. Es como el mundo orwelliano con un Ministero de la Verdad, que era para la mentira y la vil manipulación, o el de la Paz, para la guerra permanente, uno del Amor, para los castigos y la tortura, etc., pues el Constitucional es un tribunal político para admitir las barrabasadas flagramente inconstitucionales perpetradas por la clase política dirigente, una casta de sinvergüenzas que consiguen controlar la Justicia a su antojo y cuenta con un Tribunal político para que haga el paripé intentando tomar por idiotas a los españoles. Es algo infame.
ResponderEliminarOff topic:
ResponderEliminarPor su interés:
"Progres
La reforma laboral de Hugo Chávez
Pablo Molina
El exgolpista bolivariano, últimamente empeñado en devolver a su monigote en Honduras al frente del gobierno, ha creado un modelo de sociedad basado en ciertas premisas que los gobernantes de progreso deberían tener muy en cuenta para solucionar los problemas de sus respectivos países.
La tan traída reforma laboral, asunto sobre el que gobierno y los sindicatos españoles tienen una opinión opuesta a la patronal, es para Chávez un asunto menor para el que tiene una solución la mar de sencilla. Básicamente se trata de que los empleados no cobren las horas extra y, eventualmente, hacer que trabajen de forma voluntaria sin cobrar un sueldo más allá de lo que el empresario, y en última instancia el gobierno de forma subsidiaria, fijen como precio justo.
Para Chávez, las horas extra son un "vicio" (sic) que hay que erradicar. En efecto, también los trabajadores venezolanos tienen la fea costumbre de exigir el pago de los honorarios correspondientes a las labores realizadas fuera de su horario habitual, con el incremento fijado en los acuerdos colectivos. Esto de los convenios, que Chávez denomina "contratos colectivos", es otra lacra de las relaciones laborales que el mandatario venezolano desprecia profundamente, porque atacan al Estado, es decir, a la capacidad gubernamental de fijar de forma científica cuánto debe cobrar cada trabajador.
Los progres europeos, divididos entre los que se declaran fascinados por las conquistas bolivarianas y los que disculpan los "excesos" totalitarios de la revolución porque se realizan por una causa elevada (la implantación del socialismo), deberían reflexionar sobre su condición laboral si vivieran en un país gobernado al estilo de su ídolo sudamericano.
Y como todo lo que hace Chávez les parece estupendo, incluida su campaña brutal contra los medios de comunicación privados (285 emisoras de radio cerradas son su última conquista en este terreno), sería bueno que importaran a sus empresas el modelo venezolano suprimiendo los convenios colectivos, dejando de cobrar las horas extra y cediendo al empresario la facultad exclusiva de decidir sobre su salario.
Igual al principio es algo molesto, pero como ellos mismos suelen decir, lo harían por una buena causa. ¿O es que sólo los trabajadores de Venezuela van a tener derecho a disfrutar de tanta felicidad?"
Pablo Molina es miembro del Instituto Juan de Mariana. (LD)
El famoso vídeo donde el Gorila Rojo, el fantoche al que idolatran nuestro progres europeos y españoles, condensa su "pensamiento político" en materia laboral... ahí tienen a ese gran "democráta" revolucionarios, defensor del proletariado y demás zarandajas panfletarias:
http://www.youtube.com/watch?v=0FeRysXo2yg
(He ahí el nivel intelectual de nuestros progres y su respeto por la democracia y las libertades cuando unos admiran y otros, cuando menos, disculpan los excesos del simpático "líder bolivariano").
Y ya que se habla del bufón de Chávez...
ResponderEliminarhttp://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/chavez-y-zelaya-los-autenticos-golpistas-50091/
Unas, cuando menos interesantes, reflexiones de José María Marco:
ResponderEliminar"Financiación
La Espanya gran
José María Marco
Todos los países federales, como Australia o Estados Unidos, tienen problemas periódicos para el reparto de los fondos. España, que es un país federal por mucho que el término federalismo sea tabú en nuestro país, no iba a ser menos. Lo que no ocurre en otros países como el nuestro es que la fuerza del gobierno federal (o central) dependa de la debilidad del conjunto de la nación, como ocurre aquí con los socialistas. Tampoco es corriente que existan partidos nacionalistas o secesionistas de implantación regional, y menos aún que el reparto de los fondos federales dependa exclusivamente de ellos, como también ocurre en España.
Quizás era eso a lo que refería Pi y Margall, el lunático republicano del siglo XIX, cuando hablaba de federalismo asimétrico. Aún más probablemente, ahí estaba ya el núcleo (eso sí, sin la construcción nacional) del futuro nacionalismo catalán, algo que ha acabado por modelar la realidad española actual.
Más que a la secesión o la independencia, reservadas a la franja más lunática y diferidos hasta que la situación esté muy madura, el nacionalismo catalán ha aspirado a construir una España –la "Espanya gran" de Cambó–, en la que Cataluña recobraría el puesto que le corresponde: el de potencia imperial a la que los demás españoles debemos prestar nuestros servicios, donar solidarios el fruto de nuestro trabajo y además estar agradecidos, pobre raza semita que somos, por su grado superior de cultura, su irradiación internacional, su cosmopolitismo, su progresismo y su madurez política (¡ah, el oasis!, y del seny, ¿qué me dice usted?).
Los nacionalistas catalanes, en los que se incluyen a los socialistas, ya sean del PSC o del PSOE, han conseguido ya que les financiemos su modo de vida superior. Antes habían logrado leyes propias, por encima de la legislación común; un Estatuto que es la Constitución de una nación con personalidad propia, y dentro de algún tiempo, una Constitución española bis y de rango superior a la primera, que no otra cosa será la famosa sentencia tantas veces diferida del Tribunal Constitucional que reestructurará el sistema institucional de España en función de los intereses de los nacionalistas catalanes.
El resto de españoles debemos mucho a Cataluña y al antiguo reino de Aragón. Así, a vuelapluma, le debemos la estructura propia de la antigua Monarquía española, heredera de la Corona aragonesa; el ejemplo de una sociedad civil que fue, antes de que el nacionalismo la ocupara, dechado de dinamismo; una lengua de extraordinaria expresividad; una literatura que fue en su tiempo de las más grandes del Occidente europeo; formas de vida que siguen siendo entrañables y atractivas...
Todo esto, y mucho más, forma parte irremediable de la identidad y la cultura españolas. Nada de todo ello se perdería si el resto de los españoles empezara a tomarse la molestia de reflexionar en serio si quiere seguir formando parte de una España sujeta a las fantasías de los nacionalistas catalanes. ¿Se comprende ahora para qué ha servido la ruina del patriotismo español?"
(LD)
Sobre la "finanaciación autonómica" -por llamarla de alguna manera-, y el esquizofrénico comportamiento de los partidos políticos, el tacticismo y cortoplacismo de algunos, y la simpatía condescendiente con el nacionalismo dizque moderado, jugadas nefastas y el tiro le ha salido por la culata a la Srta. Sánchez Camacho. Maite Nolla lo dice bien clarito:
ResponderEliminar"PPC
El dominó de la financiación
Maite Nolla
Mi opinión sobre el asunto de la financiación autonómica es que la Constitución separa autonomía y solidaridad por una "y" y no por un "y si se puede" o por un "y si eso". Artículo 2. Eso no se puede cumplir cuando el principal beneficiado de un sistema basado en la igualdad y la solidaridad lo que pretende es la desigualdad y la insolidaridad. Así de fácil.
A mí me interesan las consecuencias políticas que tiene el tema. En este caso, los principales afectados por la resolución del asunto, lo que el socio de Zapatero, Joan Puigcercós, ha calificado como doblegar al Estado, son CiU y el PP de Cataluña. Como las piezas de dominó, va a caer uno empujado por el otro.
A los de CiU, confiados en que lo de la financiación se atascara eternamente, les han colocado en fuera de juego, les han hecho la puerta atrás –si te ha pillao la vaca– y, para resumir, que no van a ganar las elecciones dentro de un año, ni que se hunda otro barrio en Barcelona, ni que de aquí a octubre de 2010 no haya ni luz ni agua en toda Cataluña, que, como ustedes saben, son lo métodos que el PSC utiliza para ganar, qué digo ganar, arrasar en las elecciones. Si son moderados, tendrían que dar por bueno el acuerdo y eso ya lo hacen los socialistas; y si son radicales, tienen que serlo muchísimo, porque ERC también está por el acuerdo, pero eso no da votos, los quita. Igual que el pacto de La Moncloa sobre el estatut les dio vida cuando estaban acabados, el acuerdo sobre la financiación les da la puntilla cuando mejor estaban.
Y el que cae con CIU es el PP de Cataluña, que había puesto todos los huevos en el cesto de que CIU ganaba las elecciones. Avanzo un primición, y es que CiU y PPC no van a sumar sesenta y ocho escaños en las autonómicas catalanas, excepto cataclismo. ¿Qué hacemos ahora, doña Alicia? ¿Qué pasa ahora después de pedir un frente común de los partidos catalanes en el asunto de la financiación y de pedir a Zapatero que cumpliera el Estatut, que nosotros mismos tenemos recurrido? ¿Está usted en contra del acuerdo por lo que dicen Núñez Feijóo, Juan Vicente Herrera o Beteta, o por lo que dice Artur Mas?
Estoy de acuerdo con los editoriales de nuestro periódico; Rajoy es incapaz de responder a la jugada de Zapatero, porque no ha tenido un criterio previo. Ya sé que en el PP, en contra del PP donde el PP gana por mayoría absoluta, se aboga por los criterios generales y luego que cada uno defienda lo suyo en su autonomía; lo mismo que Galeuscat, vamos. Y no deja de ser triste que en lugar de llamar al orden a Alicia Sánchez-Camacho, los que acaben siendo obligados a abstenerse sean los que ni están a favor del acuerdo, ni se ven beneficiados." (LD)
"EEUU
ResponderEliminarDeuda, elecciones y el GOP
Alberto Acereda
Sólo este año de 2009 el Gobierno federal gastará más de 4 trillones de dólares (en terminología norteamericana), lo que equivale a 7,6 millones de dólares por minuto. O sea, que cada trece minutos, el Gobierno se cepilla 100 millones de nuestros dólares y se queda tan fresco. Gasta, en fin, nuestro dinero y aun todos los dólares más que tiene que pedir prestados a países como China. De hecho, sólo este año, de cada dólar que se está gastando el Gobierno, la mitad lo tiene que pedir prestado...
Hasta octubre de 2008 la deuda contraída por el Gobierno federal equivalía a una deuda de 33.300 dólares por ciudadano. Tras la llegada de Obama a la Casa Blanca y con las mayorías legislativas del Partido Demócrata a toda marcha en el Congreso, las proyecciones oficiales con ajustes de inflación para el año 2019 apuntan a que la deuda será mucho mayor por lo que cada uno de los ciudadanos norteamericanos deberíamos pagar más del doble, concretamente 69.000 dólares por cabeza.
Ante todo esto, Obama sigue a la suya y junto a Rahm Emanuel continúa aprovechando la crisis... Para disimular asegura que va a recortar 100 millones de dólares del presupuesto anual y los medios de comunicación afines aplauden. Más bombo y más jabón. Lo que no explican al ciudadano es que recortar esa cantidad de un presupuesto anual tan monstruosamente grande equivale, por ejemplo, a que un individuo tenga una deuda de 11.000 dólares en una tarjeta de crédito y que pague solamente 1 dólar de dicha deuda. Obviamente, la deuda permanece y se incrementa de forma negativa cada mes por los intereses.
Todo esto ocurre si contabilizamos únicamente los miles de millones gastados hasta ahora. Pero la cosa se eleva a mucho más si contamos el caos económico que viene con el intento que están empujando Obama y sus congresistas de hacer público el sistema de salud. Hablamos de un proyecto que, además de llevar al sistema de salud a un caos burocrático insalvable, costará otros tantos miles de millones de dólares. Y todo, como siempre, a cuenta del contribuyente, de sus hijos y aun de sus nietos. Porque el objetivo de reformar el sistema de sanidad es apropiarse de más control y más dependencia ciudadana respecto al gobierno, especialmente cuando ese sector privado de la salud supone ahora mismo una sexta parte del PIB estadounidense.
Estas iniciativas que vamos sufriendo, al igual que el nuevo proyecto de "estímulo" económico que está en ciernes están perjudicando el libre mercado, destruyendo el capital y el sector privado, nacionalizando bancos y empresas como las automovilísticas. Se cierran ya impunemente concesionarios de automóviles sin el consentimiento de sus dueños y por normativa gubernamental en compadreo con el sindicato que tanto ayudó a Obama en su elección. Ante estos desmanes económicos, propios de la peor gestión en ese ámbito que ha presenciado Estados Unidos en muchas décadas, los ciudadanos empiezan ya a mirar hacia las elecciones intermedias de 2010.
No corren ahora tiempos para empezar a crear un debate interno de hacia dónde debe ir el Partido Republicano o si le conviene alterar sus posiciones en clave electoral o influidos por el efecto Obama. Todo lo contrario. Lo que falta es regresar a los valores y principios de la tradición conservadora norteamericana: gobierno limitado, libertad individual, mercados libres y seguridad nacional. La conciencia del conservador que ya detalló Barry Goldwater en su ejemplar ensayo de hace casi medio siglo sigue hoy más vigente que nunca contra lo que pueda parecer.
ResponderEliminarLa cuestión de fondo aquí es sacar a Estados Unidos de este pozo en el que se ha metido en el último año de contraproducente intervencionismo gubernamental, "estímulos" económicos y supuestos rescates. Con el respeto a principios y valores, así como sus aplicaciones prácticas y la garantía de saber que han funcionado en el pasado es como se ganan elecciones. Cuando se olvidan, se pierden, según ya vimos. Y cuando un pueblo como el norteamericano se define a sí mismo mayoritariamente "conservador", como demostraba este mismo pasado mes de junio una encuesta de Gallup, al GOP debería quedarle pocas dudas sobre qué camino tomar.
Conste, además, que en la más reciente encuesta sobre posibles candidatos futuros realizado por la Gallup Poll esta misma semana, los dos políticos republicanos mejor valorados de cara a la nominación presidencial de 2012 son Sarah Palin y Mitt Romney; la primera resalta todavía más cuando se trata de la opinión entre los votantes republicanos, alcanzando el alto número de un 72% de apoyo. Y eso después de su polémica salida como gobernadora de Alaska, después de ser insultada y maltratada junto a toda su familia por los medios de comunicación; y después de que algunos sabelotodo del mismo Partido Republicano la dieran ya por muerta."
Alberto Acereda es catedrático universitario en Estados Unidos. (LD)
Como siempre genial...
ResponderEliminar"La sátira
La derecha española
Fray Josepho
La derecha española es cagueta y pueril;
y se pone a menudo de furtivo perfil.
La derecha española mueve a lástima y llanto,
porque, si hay que plantarse, se coloca de canto.
La derecha española se escabulle del riesgo
y, escondiendo la cara, se nos pone así, al sesgo.
La derecha española va del huy al desmayo,
y rehúye problemas tras mirar de soslayo.
La derecha española es apática y floja,
y en cuestiones polémicas raramente se moja.
La derecha española nunca da demasiado,
y cuando hay un conflicto, se sitúa de lado.
La derecha española, alifafe y jaqueca,
tiene enorme maestría en hacerse la sueca.
La derecha española es de aséptica gasa,
porque nunca se nota, ni se mueve o traspasa.
La derecha española es blanduzca y mollar
y se calla las cosas para no molestar.
La derecha española... ¿dónde está? No la encuentro...
Está ahí, mareándose de talante y de centro.
La derecha española es ingenua y pardilla,
y le atizan y pone siempre la otra mejilla.
La derecha española nunca mira de lejos
y de cerca se pierde en sus maricomplejos.
La derecha española por desgracia recuerda
–embustera e hipócrita– mismamente a la izquierda."
(LD)