“Mi hijo era de ETA” de José Ramón Goñi Tirapu

José Ramón Goñi Tirapu fue gobernador civil de Guipúzcoa entre 1978 y 1990, eran los años de plomo. Representó la imagen de la beligerancia del Estado contra la bestia, contra la serpiente que también consiguió poner varios huevos en su propia casa. Con varios hermanos miembros de eta, pero especialmente por la filiación terrorista de su hijo, José Ramón ha sufrido la ruptura de su familia en manos de secesionismo asesino. El dolor que le han producido a Goñi Tirapu estos hechos es lo que describe en el libro.

“Mi hijo era de ETA” es una larga carta, trufada de explicaciones y anécdotas, a su hijo etarra. Carta que nace del visionado del álbum fotográfico del autor. Carta que confiará a su madre para que esta se la entregue a su nieto. Cuando, la nonagenaria señora, visita en Francia a su hijo menor, también etarra, suele encontrarse con el de José Ramón.

Es un libro escrito desde las vísceras pero no es visceral sino, al contrario, es bastante racional. El autor afirma haberlo escrito para que lo lea su hijo, pero yo creo que va más allá. Creo que lo ha escrito como purga del dolor producido por eta en su entorno más cercano. Lo ha escrito para narrarles, no solo a su hijo, sino también a sus hermanos, a su madre y a todos sus allegados, el dolor padecido por un sin fin de actuaciones realizadas por ellos y por el mundo batasuno.

Que nadie espere encontrar en esta obra un ensayo político escrito por una persona, que en su despacho, dedicaba el noventa por ciento de su tiempo y el cien por cien de su preocupación en eta. Salvo la descripción de los “carrerones” delictivos de los dos compañeros del comando al que pertenecía su hijo, este ensayo describe la visión personal y los sentimientos producidos por los momentos más significativos de Goñi Tirapu frente a la bestia, a la que tanto combatió.

Por último, quiero indicar que, ya me gustaría a mí ser tan optimista sobre el fin de eta, como lo es José Ramón. Él defiende la tesis de que los etarras que ahora van en coche oficial y comen marisco, lo han conseguido gracias a que eta no mata y que no permitirán que un chaval con un arma les estropee el chollo. Yo, que estoy de acuerdo con esto, voy un paso más. Seguramente los etarras comemarisco no podrá evitar que ese chaval les estropee el chollo. A ese chaval, que es más ignorante, fanático y sediento de sangre que sus mayores, le importará tres narices lo conquistado, la comodidad de los etarras comemarisco y la estrategia de estos a largo plazo. Él quiere su guerra y en cuanto encuentre una excusa la reiniciará. Los etarras pistoleros siempre se han impuesto a los comemarisco y no creo que ahora sea distinto. Ojala mi tesis sea la equivocada.

Coda: Como anécdota, os cuento, que en este libro, Goñi Tirapu, nos desvela el nombre del confidente que describe en su anterior ensayo, “El confidente: la negociación con ETA que si funcionó”.