Esto no es Alemania
El 22 de noviembre de 2005 Angela Merkel accedía a la cancillería de Alemania en gobierno de gran coalición con los socialistas. Esto sucedió tras la más bronca campaña electoral en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial, donde la coalición liderada por ella supero solamente en un 1% al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).
Esta protestante criada en el “paraíso de los trabajadores” de la República Democrática Alemana (RDA), se impuso como presidenta del católico Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) a pesar de los corruptos “tótems” comandados por su antiguo mentor, Helmut Kohl. Tuvo que sufrir la humillación de apoyar como candidato para la cancillería en las elecciones del 2002 al líder, Edmund Stoiber, de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), el pequeño partido hermano de la CDU y ver como perdía, a pesar de partir con una clara ventaja, frente a la coalación rojiverde. Y por último tuvo que soportar que Gerhard Schröder intentará formar gobierno a pesar de perder las elecciones. Por suerte, al final, a los líderes del SPD les entró la cordura y tras echar al anterior canciller, consiguieron un ventajoso acuerdo, dando la cancillería a quién había ganado las elecciones.
En estas circunstancias Angela Merkel ha tenido que postergar sus medidas más liberales y reformistas para mejor ocasión, pero ha podido desarrollar una política jacobina inusual en Alemania, donde en cuanto te descuidas les sale la vena prusiana del pangermanismo que tantos disgustos dio en el pasado.
En España hemos visto con envidia como se ha iniciado una reforma de la Ley Fundamental de 1949 (la constitución alemana), reduciendo el poder de veto legislativo de las 16 regiones federales (Länder) hasta ahora vigente.
El PP se relame con la idea de que en la próxima legislatura nos encontremos con esta situación, aunque sin gobierno de coalición, solo con acuerdos generales con los socialistas. Quizá no tengan en cuenta que para que el PSOE eche a Simplemente Z no bastará con ganar las elecciones. Deberán ganarlas por bastante, a poco que puedan los socialistas llegar a un acuerdo con los separatistas tendremos gobierno de “cordón sanitario”. Y para tener un amplio margen, Rajoy debe ir a por la mayoría absoluta, sin complejos, sin ataduras y con los mejores (Gallardón no es uno de ellos). Demostrando que quiere ganar para librar a España de la nefasta era zapaterina. Que prefiere no gobernar a gobernar renunciando a sus principios básicos.
Es decir: que tiene que parecerse a Nicolas Sarkozy para poder llegar a ser Angela Merkel.
Oigo muchas voces que hablan de ese hipotético pacto. Se olvidan de que para pactar hacen falta dos partidos democráticos. El PSOE no lo es. Un saludo.
ResponderEliminarQue no se relama tanto el PP, que puede acabar con los labios ariados.
ResponderEliminarPues solo imaginarme un presidente como Sarkoczy o Merkel me recorre un escalofrío por la espalda...
ResponderEliminarEs penoso el patético nivel de los políticos de las naciones que dicen ser el centro del mundo...
estás seguro de que sólo con los fachas más fachas podéis llegar a la mayoría absoluta o ganar siquiera?? Y desprecian a Gallardón. Hace falta ser miope...
ResponderEliminarSaludos y Feliz Año (con retraso). Vuelvo a la blogosfera tras varios meses de ausencia y me alegra ver que tu blog continúa.
ResponderEliminarCon respecto al artículo, no os hagais ilusiones. Nuestra "genial" ley electoral va a hacer que estas elecciones no sean entre PP y PSOE sino entre Carod y Duran i LLeida. El 5% escaso de los votos será el que decida el futuro gobierno de España. Y logicamente, ningún nacionalista va a permitir un gobierno central que recorte sus pesebres autonómicos.
Ni Francia, ni la mismísima Gran Bretaña. También por suerte. Pero... ¿Alguien puede imaginar en esos países la continuidad de un gobierno que ha negociado con terroristas a espaldas de la oposición? Bl@ck: a mí Sarkozy o Merkel no me producen escalofríos. Lo que sí me da naúseas es otros 4 años con ZP.
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