Breve, y tardío, comentario al congreso de Valencia

Primero, lo evidente y menos importante: Que el gran triunfador del congreso ha sido Juan Luis Cebrián. Que, salvo catástrofe no prevista, el candidato para el 2012 será Alberto Ruiz Gallardón. Que Aznar, por mucho “discursito” que nos haga, ha mantenido el pacto con Gallardón –sellado en Menorca antes de las elecciones– por el cual, el primero no se opone al segundo y el segundo pone de alcaldesa a Ana Botella. Ya lo pagará, es más, ya lo está pagando. Que jamás habrá democracia interna en el PP, cuanto peor están las cosas, más control por los mediocres que tienen el poder. Así nunca se ganarán unas elecciones, igual tampoco les importa.

Como los pesos pesados, Aznar, Rato, Álvarez–Cascos, Aguirre, Mayor Oreja, etc. no se han atrevido a dar la cara y abrir el partido, al final, el resultado ha sido la “montillización” a máximo nivel, con la devaluación de personas y cargos para que no se sepa donde llega cada uno y, de momento, no molesten el sesteo de Rajoy.

Ahora, Rajoy y su guardia de pusilánimes, esperan que la crisis económica arrastre al gobierno y les lleve a ellos a la Moncloa, de ahí la enmienda por la que Rajoy sea directamente candidato si se adelantan las elecciones. Así se lo han prometido en PRISA, con el beneplácito Real. Ilusos. De momento ya están cumpliendo el primer encargo, acabar con la COPE.

Pero todo esto no deja de ser la miseria de la pequeña política, que entretiene, pero apenas importa. Lo verdaderamente importante es que ante el escenario de fin del postfranquismo, de la segunda restauración, de la constitución del 78 –o como se quiera llamar a esta partitocracia en la que vivimos– el marianismo se ha sumado al proceso confederal, ahondando en el abismo existente entre la españa real y la españa oficial, en vez de ir hacia una verdadera democracia.

Estos bobos solemnes no se han enterado, que la crisis económica –si es tan grave como se espera– no solo se llevará al gobierno, sino a toda la casta política. Cuando la gente lo esté pasando realmente mal y vea como toda la casta política, y la subvencionada cultura progre, siguen a la "mamandurria" –como son tan lelos, no se cortarán–. Cuando la gente sea consciente en que se ha convertido este aberrante leviatán autonómico, que no soluciona nada y cercena las libertades. ¿Cuándo todo esto ocurra, los españoles se conformarán solo con cambiar de gobierno?. No lo creo.

Yo estuve en la manifestación de Colón del 10 de marzo de 2007, y no me arrepiento. Allí, entre los dos millones de personas, se notaba que había España, que había Nación. Pero para darse cuenta de esto había que estar entre la gente, en la calle, no en cafeterías o escenarios. Fuimos convocados por Rajoy para defender unas ideas, no a un político, ni a un partido. Volvería a ir, y volveré, si alguien me convoca para lo mismo. Supongo que la gran mayoría de los que estaban allí, estarán de acuerdo conmigo y estarán, también, defraudados con Rajoy. Si algunos son tan obtusos, que no lo ven o tan cobardes que no quieren verlo, peor para ellos. Los malos tiempos nos pillarán a todos.

Algunos seguiremos defendiendo lo mismo, lo he dicho otras veces. Ahora la marea es más grande, pues remaremos más fuerte. Porque no hay que olvidar que ayer, hoy y mañana: ESPAÑA Y LIBERTAD.