jueves, 21 de mayo de 2009

Las malas pulgas del PSOE

Cuando el PSOE ve que pierde las elecciones saca el doberman a pasear.


Como en 1996.

3 comentarios:

  1. No quieren que los votantes del PP los voten a ellos, solo quieren mantener alimentada a "su" media España mediática, ideológica y sectariamente. Con la "otra" media España su intención es dejarla sin esperanzas para anularla. En eso están.

    ResponderEliminar
  2. Siguen erre que erre manteniendo vivos sus estereotipos y los miedos que les interesa. Lo peor es que esto cala entre sus acólitos.

    ResponderEliminar
  3. El escándalo descubierto en Eurostat, la oficina estadística europea, a estado a punto de repetirse seis años después. Esta vez el presunto encausado es un español, Pedro Díaz Muñoz, quien accedió al cargo de director de la mano del PSOE.

    En esta ocasión, para evitar que los hechos adquirieran notoriedad en la prensa y acabara como el tumultuoso desenlace anterior, que se saldo con la destitución del responsable de la oficina de Estadística, el francés Yves Franchet, La Comisión Barroso ha simulado una remodelación poniendo al frente de Eusostat al alemán Walter Radermacher.

    Radermacher ha cambiado de lugar a 6 de los 7 directores del organismo dándole la apariencia de normalidad.

    Al parecer un empleado de Sogeti Luxembourg S.A., cuyas oficinas se encuentran en Bertange, comunicó a la OLAF las irregularidades que se producían en la empresa luxemburguesa que no era más que la tapadera de otra empresa griega ya conocida en estas lides, European Dynamics S.A.

    El contrato que se denunció alcanzaba la cifra de 9.081.600 euros y Pedro Díaz Muñoz era quién tenia el poder adjudicador de dicho contrato (n° 60402.2008.001-2008.623 ).

    En su momento Pedro Solbes ya echó una mano a su compatriota alejándole del cargo por un largo período y así de las sospechas del escándalo anterior.

    Esta vez, tras le remodelación, Pedro Díaz perdió el control de dicho contrato y las aguas volvieron a su lugar. ¿Hasta cuando?

    ResponderEliminar

Puedes opinar lo que quieras, siempre que lo hagas con respeto, pero recuerda que uno es reo de sus palabras y dueño de sus silencios, así que tú mismo. Ah, y yo solo me hago responsable de lo mío, que ya es bastante.