martes, 4 de agosto de 2009

Asesino

El terrorista Iñaki de Juana Chaos ha grabado un vídeo acusando al Estado Español de represor. No he colgado el vídeo porque me da asco. Prefiero colgar este otro.


De todas formas, este el vínculo para verlo. En el su puede oír como el terrorista va victima pero recomiendo verlo sin sonido, verán como esa mirada y esa cara no son precisamente de una víctima.

Y para que no se nos olvide, dejo la lista de los 25 muertos por los que el asesino De Juana Chaos solo cumplió 18 años de cárcel:

12 de junio de 1985. Asesinan a tiros en la calle General Oraa de Madrid al coronel jurídico del Ejército Vicente Romero y a su chofer, Juan García Jiménez. Los terroristas huyeron en un vehículo que abandonaron con una bomba-trampa, cuya explosión acabó con la vida del Tedax Esteban del Amo García.

29 de julio de 1985. Asesinan en la calle Dulcinea de Madrid al vicealmirante del Ejército Fausto Escrigas Estrada, de 59 años.

9 de septiembre de 1985. Un coche-bomba explota en la plaza de la República Argentina, de Madrid, al paso de un furgón de la Guardia Civil en el que viajaban 24 agentes. 17 de ellos resultan heridos. Un ciudadano norteamericano, que pasaba por el lugar, Eugene Kent Brown, muere por la onda expansiva.

25 de abril de 1986. Cinco guardias civiles que viajaban en un Land Rover mueren en el cruce de las calles Juan Bravo y Príncipe de Vergara, de Madrid, al explotar un coche-bomba a su paso. Fueron los agentes Juan Mateos Pulido (cabo primero), Alberto Alonso Gómez, Vicente Domínguez González, Juan José Catón Vázquez y Juan Carlos González Rentero.

17 de junio de 1986. Asesinan a tiros en la avenida del Manzanares, de Madrid, al teniente coronel Carlos Vesteiro Pérez, al comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas y al soldado Francisco Casillas Martín (de 19 años) en el interior del coche oficial en el que viajaban.

14 de julio de 1986. Una furgoneta-bomba estalla al paso de dos autobuses de la Guardia Civil en la plaza de la República Dominicana de Madrid. Mueren los guardias civiles Jesús Gimeno Gimeno, José Joaquín García Ruíz, Antonio Lancharro Reyes, Andrés José Fernández Pertierra, José Calvo Gutiérrez, Jesús María Freixes Montes, Santiago Iglesias Rodino, Carmelo B. Álamo, Miguel Ángel Cornejo Ros, Juan Ignacio Calvo Guerrero, Javier Esteban y Ángel de la Higuera López

7 comentarios:

  1. Anónimo4/8/09 22:50

    Éste era uno de los hasta hace poco "hombres de paz". ¿No os acordáis que nuestro megaguay presi, el iluminado ZP dijo que De Juana Chaos estaba "por la paz" y había que hacer todo lo posible por que le afectara lo menos posible la dieta de sándwich de jamón de york y filete con la fulana que hacía las veces de novia?

    Este criminal confeso que jamás se ha arrepentido de sus crímenes, este abyecto animal, esta bestia salvaje, cruel y sanguinario asesino al que el Estado bailó el agua merced a esa nefanda negociación política con los asesinos de la ETA que tanto degradó nuestro Estado de Derecho con su claudicación merecería pasar el resto de sus días a la sombra. Por lo menos, hasta que no pidiera perdón y se viese en sus ojos la verdadera repugnancia que debiera sentir por sus actos y los de sus secuaces. Y eso no pasará porque se ve que es repulsivo asesino de la peor calaña, pese a que ZP y los suyos tuvierran mayor condescedencia con un asesino que entendimiento con la oposición legítima a la que intentaron acorralar con cordones sanitarios y otras lindezas.

    De Juana Chaos no es sólo la muestra de la maldad más ruin y miserable de un tiepjo, sino también el recuerdo de hasta qué puntó e rebajarse un gobierno por contentar a impresentables de su calaña poniendo en riesgo la integridad de la nación española y de sus ciudadanos y la estabilidad instucional de la democracia, y todo por intentar presentar como víctima a quien hoy se sigue presentado como tal con la total desfachatez del mundo, con una sinvergonzonería ilimitada que no extraña en personajes como él, un asqueroso criminal, pero que resulta más digerible en tanto fue avalada, difundida y creída por un gobierno que obligaba a creer en las supuestas bondades de execrables terroristas como De Juana Chaos. Y no conviene olvidarlo. Porque los que hoy repentinamente se vuelven duros y condenan sus actos, hace poco lo defendían, y de igual manera "si la jugada lo aconsejara" (Bermejo dixit) les resultaría igual de fácil volver a vocear lo que hoy muchos todavía recordamos, a ésos que jaleaban "mesas de paz" y procesos deleznables de cuyos polvos nos vienen estos lodos. ¡Cuidado con eso!

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  2. Anónimo4/8/09 22:53

    *Por lo menos hasta que pidiera perdón...

    *hasta que punto puede rebajarseun gobierno...

    *con toda la desfachatez del mundo...

    (las prisas, perdón)

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  3. Anónimo4/8/09 23:00

    "ETA
    Luto y reflexión
    Cristina Losada



    El asesinato de dos guardias civiles en Calviá cometido por la banda terrorista ETA induce a una reflexión retrospectiva. Se guardará el debido luto, se formularán las preceptivas condenas y se apoyará a la Guardia Civil, que ha sido el blanco de dos atentados en menos de 48 horas. Pero hay algo más que hacer. En parte guarda relación con lo que un agente de la casa cuartel de Burgos declaraba al diario El Mundo cuando contaba sus impresiones. Decía: "[El atentado] es un riesgo que llevas contigo. Estamos en el país que estamos, tenemos la sociedad que tenemos, y ya está".

    La responsabilidad de los crímenes corresponde a sus autores, pero dado que no podemos oponer a sus actos más que nuestros actos, es la política que se lleve a cabo la que determina el fracaso o el triunfo del terrorismo. Durante tres largos años, fue la peor posible. El infausto "proceso de paz" ideado por Zapatero tenía el efecto perverso de despertar la esperanza de los terroristas en la obtención de un pago político. El asesinato no constituye un triunfo del terrorismo. Sí lo es, en cambio, conseguir contrapartidas. Los terroristas matan para lograrlas.

    Tras el fracaso del obcecado empeño, se ha vuelto a la política de la que no cabe desviarse. Hay, sin embargo, un pero. Uno entre otros, pero éste es capital. LA FALTA DE UNA RECTIFICACIÓN EXPLÍCITA, DE UN RECONOCIMIENTO EXPRESO DEL EXTRAVÍO POR PARTE DEL PRESIDENTE CONSTITUYE UN ERROR AÑADIDO AL QUE COMETIÓ. ESA INDEFINICIÓN RESPECTO DEL PASADO LASTRA LA POLÍTICA ANTITERRORISTA CON UNA INCERTIDUMBRE DE CARA AL FUTURO. Permite interpretar que el giro dado por Zapatero en esta materia, lejos de surgir de la convicción, es táctico y coyuntural y, por tanto, reversible.

    Hay otra rendija, auténtico boquete, que debe taparse. La sociedad que tenemos respaldó en buena medida aquel "proceso de paz". Desde luego no castigó la irresponsable aventura en las urnas. De forma periódica, muchos sucumben a la ilusión de que es factible y carece de coste ese "final dialogado de la violencia" que aún figura en un permiso para negociar aprobado por el Congreso. Al urdir el "proceso", el presidente alimentó ese espejismo. Es su obligación disiparlo por completo. De lo contrario seguiremos abocados a que, como decía Churchill, "la debilidad de los virtuosos contribuya a fortalecer la malignidad de los malvados".

    Cristina Losada es uno de los autores del blog Heterodoxias.net. (LD)

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  4. Anónimo4/8/09 23:10

    MUY INTERESANTE, RECOMENDABLE:

    "PSOE
    Razones para la colaboración con la ETA
    Pío Moa


    Se insiste mucho en que el PSOE cometió un "error" con su "proceso de paz", sin ver las razones profundas de tal política. La esencia de ese proceso fue la transformación del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, del que todo el mundo parece haberse olvidado, en su contrario estricto: Pacto con el Terrorismo contra la Democracia y la Constitución. Porque el "proceso" se conjuntó, no por casualidad, de otros varios: la "memoria histórica", los estatutos que dejaban en residual la unidad de España, como acertó a decir Maragall, el acoso e infiltración de la AVT, el oscurecimiento del 11-M, la corrosión de la independencia judicial y de la libertad de expresión, etc. Procesos, en definitiva, contra el mejor legado de la transición, en los que el Gobierno ha dado grandes pasos.

    En la inquina a la transición coinciden la ETA y el PSOE y por la misma causa: su visceral antifranquismo. Pues la transición no fue otra cosa que el paso de la dictadura a la democracia por el método "de la ley a la ley", sin admitir la ruptura pretendida por la oposición. Una ruptura que quería saltar sobre cuarenta años de historia para enlazar con el Frente Popular, seguramente la experiencia más nefasta del siglo XX español. Nunca se insistirá bastante en que la oposición antifranquista, desde la ETA y el GRAPO hasta el PSOE y los cristianos por el diálogo (con los comunistas), nada tuvo de democrática, como dejó de manifiesto el episodio Solzhenitsin. La ETA siempre rechazó la transición, mientras que el PSOE, entonces demasiado débil e infiltrado por la policía, tuvo que "tragar" con ella, sin renunciar a rectificarla cuando hubiera ocasión, pues nunca ocultó sus fines últimos. Y la ocasión llegó con la vuelta del PSOE al poder en 2004. El "proceso de paz" combinado con la "memoria histórica" era (es) la vuelta a la ruptura, la deslegitimación del franquismo y, por tanto, de lo que ha salido de él, es decir, la democracia y la monarquía constitucional, sobre las que hacen pender una espada de Damocles, que también tendrá su ocasión de caer, o eso esperan.

    Solo a los muy ingenuos o desinformados puede extrañar que en la maniobra vayan juntos la ETA y el PSOE. Pues estos comparten esos valores y muchos más, como salta a la vista de quien quiera mirar: aparte de antifranquistas, ambos se consideran socialistas, antiimperialistas, detestan o son indiferentes a la unidad y la historia de España, son muy feministas, apoyan o excusan las tiranías de izquierda, se sienten a gusto en la corrupción e incómodos en un Estado de Derecho con libertades y separación de poderes, etc. De hecho comparten quizá un 90% de ideología.

    Les separa solo un matiz que ha dado al traste –de momento– con la buena armonía entre los "dialogantes": la ETA quiere la secesión de las Vascongadas y Navarra, y aunque al PSOE ello le es ideológicamente indiferente, le parece menos oportuno desde el punto de vista político, pues cree que podría arruinar sus posiciones de poder en el conjunto del país. La clave de su oferta a la ETA consistía en un estatuto balcanizante a la catalana, que mantuviera un barniz de unidad de España. Así, la coalición implícita o explícita del PSOE con los separatistas podría asegurar indefinidamente el poder socialista. Y pese a su fracaso temporal, esa estrategia continúa porque, insisto, la ETA y el PSOE se parecen demasiado ideológicamente.

    Me sorprenden los análisis políticos que prescinden de hechos tan significativos y evidentes, o la palabrería del PP sobre el "error" del PSOE en su "lucha antiterrorista". Nunca hubo tal lucha sino un "diálogo", que prosigue, aun si con modos más bruscos: Rodríguez cree que la ETA debería dejar de matar porque él ha ofrecido casi todo lo que la ETA deseaba (a costa del Estado de Derecho, entre otras cosas). Ese "casi" es el quid de los actuales malos modos entre ambos socios." (LD)

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  5. Anónimo4/8/09 23:13

    Y más aún:

    "El talante "progresí"
    Solzhenitsin y Benet
    Pío Moa

    Cuando Solzhenitsin vino a España, todavía en el franquismo aunque ya muerto Franco, dijo unas cuantas verdades comparando la dictadura española con la soviética: "Los españoles son absolutamente libres para residir en cualquier parte y de trasladarse a cualquier lugar de España. Nosotros, los soviéticos, no podemos hacerlo en nuestro país. Estamos amarrados a nuestro lugar de residencia por la propiska (registro policial). Las autoridades deciden si tengo derecho a marcharme a tal o cual población (...) Los españoles pueden salir libremente de su país para ir al extranjero (...) En nuestro país estamos como encarcelados. Paseando por Madrid y otras ciudades (...) más de una docena, he podido ver en los kioscos los principales periódicos extranjeros. ¡Me pareció increíble! Si en la Unión Soviética se vendiesen libremente periódicos extranjeros se verían inmediatamente docenas y docenas de manos tendidas y luchando por procurárselos (...) También he observado que en España uno puede utilizar libremente las fotocopiadoras (...) Ningún ciudadano de la Unión Soviética podría hacer una cosa así en nuestro país". Etcétera.

    Estas declaraciones, plenamente veraces, solo podían causar, y solo causaron, una furibunda reacción en nuestra izquierda, de tendencias siempre tiránicas y violentas. La prensa y los periodistas comunistoides, ya abundantes, pusieron el grito en el cielo, cosa previsible. Lo realmente significativo es que fueron aventajados en furia por otros no comunistas, los célebres "compañeros de viaje" o "tontos útiles". El más ofensivo y gritón de ellos resultó Juan Benet, ingeniero de caminos y escritor, que llegaría a ser el intelectual típico de El País, con todo el sectarismo, la simpleza y el esnobismo intelectuales característicos de esa corriente. Benet, muy influyente por entonces, escribió: "Yo creo firmemente que, mientras existan personas como Alexandr Solzhenitsin, los campos de concentración subsistirán y deben subsistir. Tal vez deberían estar un poco mejor guardados, a fin de que personas como Alexandr Solzhenitsin no puedan salir de ellos."

    (Sigue)

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  6. Anónimo4/8/09 23:13

    "Me escribió J. P. Quiñonero que no debiera insistir sobre estas palabras, porque Benet se arrepintió de ellas y realmente no las sentía. No sé si se arrepintió (http://www.elpais.com/articulo/cultura/SOLZHENITSIN/_ALEXANDR/BENET/_JUAN/ratifico/dije/Solzhenitsyn/elpepicul/19760505elpepicul_4/Tes/), ni, si lo hizo, por qué razón; pero la gente tipo El País ha sido siempre muy dada a recordar frases dichas en mala hora por sus adversarios, o a tergiversarlas y sacarlas de su contexto, incluso inventarlas. En las frases citadas de Benet no hay tergiversación ni manipulación alguna, y su contexto abundaba ampliamente en la misma tónica. Pero no las recuerdo por eso sino porque formaban parte de un coro de insultos canallescos ("mentiroso", "paranoico", "bandido", etc., etc.) en que aquella intelectualidad "progresista" mostraba una vez más, en plenitud, su tradicional canallería y estupidez, que diría Gregorio Marañón, su total carencia de ideas y sentimientos democráticos.

    No menos significativo fue el órgano donde exponía Benet sus brillantes ideas: Cuadernos para el diálogo, una publicación cristiana, o cristiano-demócrata. Diálogo, bonita palabra, piensan los ingenuos, pero, ¿diálogo con quién? Pues con los comunistas, con los constructores del Gulag, para quienes reservaban la más tierna comprensión aquellos fariseos. Para Solzhenitsin, nada de comprensión; para él el Gulag, precisamente. Caído el muro de Berlín, los "diálogos" se han trasladado a los asesinos de la ETA. La vieja querencia, en fin.

    Por eso viene bien recordar un episodio tan revelador ahora, en la muerte de Solzhenitsin, uno de los grandes testigos, víctimas y denunciadores de la barbarie totalitaria. El sistema soviético se hundió, mientras que la obra del premio Nobel ruso permanece. Y los detestables mindundis literarios e intelectuales que aquí se retrataron abucheándole en los términos más repulsivos, han pasado a un muy merecido olvido. El gran autor ruso queda como un símbolo. También Benet, a su torpe manera." (LD)


    Y más ahí --> http://revista.libertaddigital.com/un-autorretrato-del-antifranquismo-1275320937.html

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  7. Anónimo4/8/09 23:20

    "Desde la cofa
    Hay que darles en la cabeza
    José Carlos Rodríguez

    Habemus rex. Juan Carlos I está tan embebido del "no gobierna" que ya casi ni reina. Produce sordos silencios sobre los graves problemas que afligen a España, y que van mucho más allá de la política del momento. Los nuevos estatutos se escriben contra España. El Tribunal Constitucional se ríe de su nombre porque es de facto un órgano político. Jueces y políticos se intercambian sus trabajos sin mutar sus puestos. Se cierran emisoras, se acorrala políticamente a un partido mayoritario, la corrupción se enquista en éste y otros partidos y sólo se le oye un minucioso mutismo. Pero este sábado, Juan Carlos I habló por fin. Será porque era su primer día de vacaciones. Ante los medios, y refiriéndose a los últimos atentados de ETA, ha dicho: "Hay que darles en la cabeza y acabar con ellos". Sí Señor.

    Hay que darles en la cabeza. Porque la cabeza es la que dispara, la que coloca bombas y la que mata. Sin ella, una mano es un trozo inerte de carne, huesos y tendones. Para acabar con el terrorismo hay que darles fuerte en las ideas que les llevan a un comportamiento criminoso. Son las típicas ideas antiliberales y, digámoslo, antihumanas. El nacionalismo y el socialismo. Unos matan por esas ideas, otros les justifican, otros intentan que esas muertes sean eficaces políticamente y otros dejan claro que quienes se les enfrente no tienen derecho a pertenecer a esa sociedad. Y esos otros son los unos y los mismos. Son los nacionalistas, porque es el nacionalismo el armazón de cada villanía que cometen.

    Pero para ello hay que actuar en todos los frentes. Es necesario desmontar un sistema político erigido sobre el presupuesto de que los vascos no son españoles, de que hay una diferencia entre "ellos" y "nosotros" que justifica el atropello de los derechos. Hay que desmontar la espectacular mentira de que están oprimidos por quienes, dentro y fuera, se saben españoles. Y hay que hacerlo en los medios de comunicación, en la calle y en las aulas.

    La vicelehendakari, Isabel Celaá, ha reconocido que "es necesario trabajar en ese terreno, a veces intangible, de la propagación de las ideas". Pero para enfrentarse a esa ideología hace falta oponerle otras ideas. Y tienen que ser las ideas contrarias, que no es el nacionalismo de otro signo, sino el reconocimiento de los derechos esenciales de la persona, de que en una sociedad abierta no cabe ese tribal antagonismo de "los nuestros" contra los demás, de que el poder no tiene justificación para imponer una forma de pensar en las aulas. Es necesario romper muchos sobreentendidos, como que para una parte de la sociedad vasca que no digiere ni un gramo del nacionalismo lo máximo que se le puede conceder es una tolerancia con desgana. Dar a los terroristas en la cabeza supone desandar tres décadas de nacionalismo e intolerancia. ¿Cuántos estarán dispuestos a hacerlo?" (LD)

    José Carlos Rodríguez es miembro del Instituto Juan de Mariana


    Y de Guillermo Dupuy:

    http://www.libertaddigital.com/opinion/guillermo-dupuy/decadas-de-dialogo-con-eta-50234/

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Puedes opinar lo que quieras, siempre que lo hagas con respeto, pero recuerda que uno es reo de sus palabras y dueño de sus silencios, así que tú mismo. Ah, y yo solo me hago responsable de lo mío, que ya es bastante.