No hay un Cameron para el PP

Interesante artículo, colgado en el semanaldigital por Pascual Tumburri, en su Ruta Norte. Del cual quiero destacar lo siguiente:

Dice Esteban González Pons que “que le regalen a un presidente autonómico tres trajes de ´Milano´, que es una tienda normalita tirando a baja, no es causa suficiente para empapelarlo”. Pues tiene más razón de la que cree, y aunque se le ha criticado mucho el comentario acierta con una de las claves mal resueltas del centro español. Lo de menos es quién pagó, cosa que se va a resolver a favor de Camps creo yo; lo lamentable es que todo este asunto sea verosímil, que la suerte de la única derecha política española existente, y por ende de la única alternativa al desastre Zapatero, dependa de tres trajes de nivel Cortefiel. Muy respetables y dignos en sí mismos, pero una situación muy triste.

Toca hacer una odiosa pero inevitable comparación. Si han visto y escuchado al nuevo primer ministro, David Cameron, habrán comprobado que probablemente no se viste ni en Cortefiel ni en Milano; pero también que si lo hiciese lo haría sin ningún complejo, con un estilo propio y sin parecer nuevo rico, fashion victim, hortera ni cursi. Es el resultado de una determinada educación, de un cierto ambiente y de un estilo característico, imperfectos sin duda, pero de imperfecciones que harían totalmente inverosímil un escándalo de nivel Milano, y en general una política de nivel Milano (lo mismo, con algún matiz, puede decirse de Nick Clegg).

Merece la pena leerlo completamente.