El ayuntamiento quiere tu dinero

A estas alturas nadie niega –al menos en su fuero interno– que el Plan E, no solo ha sido un fracaso, sino que ha hundido a España más en la depresión económica. Ese dinero gastado, y el que se va a gastar en este año, ha provocado un aumento del déficit y se ha utilizado en financiar chorradas que no han ayudado en nada al empleo, que era su función principal.

El ayuntamiento de Palencia no ha sido ajeno a ese derroche estúpido y una de las mayores estupideces que ha hecho, ha sido el carril bici, en especial el tramo del vial. Nadie lo transita porque es muy peligroso y es una mala vía de comunicación para quien utilice la bicicleta como elemento de transporte. En el vial se ha circulado siempre muy deprisa, como si fuera una carretera de doble carril. Lo cual está mal, pero hasta ahora a nadie le ha importado. Hasta que se instalado el carril bici del terror.

Esta es la típica actuación de los escopeteros del ayuntamiento, gastan a lo tonto, no solucionan las necesidades de los palentinos y crean problemas donde no los había. Palencia es la típica ciudad que puede albergar un buen carril bici, es llanita, las distancias son cortas y no tiene mucha circulación pero nadie se había planteado nunca hacer ese carril bici. De repente llega un montón de dinero por obra y gracia de Zapatero, pero esos fondos tienen una pega: hay que gastárselo ya. Pues oye hacemos un carril bici y punto pelota. Y en vez de planificar una lógica red viaria con la integración del carril bici, lo plantamos de cualquier manera y en cualquier lugar, con tal de gastar el dinero. Llegando incluso a ser simplemente pintado en la acera en algunos tramos. Terminado esto, solo queda hacerse la foto y venderla.

Ahora tenemos dos problemas. El primero, seguimos necesitando una red viaria para bicicletas porque la construida no sirve, pero con el agravante de que al estar la mala hecha las posibilidades de hacer otra son prácticamente nulas. El segundo, como el carril bici es inútil, hay que actuar en él para que fomentar su uso. Por lo que hay que reducir la peligrosidad en el vial –que antes nadie veía necesaria–, es decir, reducir la velocidad de circulación, con la esperanza de que así alguien se digne a pasearse por la costosa instalación nueva.

Pero como Heliodoro Gallego y su tropa no dan puntada sin hilo, de las múltiples opciones para reducir la velocidad que hay: poner semáforos en vez de rotondas, poner badenes, etc., se les ha ocurrido poner dos radares, que reducen algo la velocidad –aumentando los frenazos al llegar a su altura– y aumentan la recaudación por las multas que generan. Pero esto último solo es una colateralidad, lo primordial es que la gente use la bicicleta que es ecológico.

Así son los socialistas palentinos, así actúan y así va Palencia.