jueves, 19 de junio de 2008

Si, hoy, renunciamos a defender la libertad, en la periferia, asumimos nuestra esclavitud, en el centro, mañana

Hoy podemos leer, si queremos, que los separatistas no se paran en marras para destruir España, y para ello primero tienen que acabar con la Libertad. Porque con libertad los separatistas no podrían imponer sus ideas. Destaco, por actual, el ataque al vicepresidente de Galicia Bilingüe, la prohibición del castellano en las escuelas de la Comunidad Autónoma Vasca para el próximo año y la petición, por parte del alcalde de Santurce, a los padres que contraten “canguros” que hable euskera.

Por ello es necesario que todos los españoles que deseamos vivir en un país con verdadera Libertad, alcemos la voz para defender a todos aquellos que la tienen amenazada. Si nos callamos ahora, mañana nadie nos hará caso cuando seamos nuestros los atacados. Los que desean apoyar a los liberticidas separatistas, no solo aspiran al poder, si no también, aspiran ejercer el poder como ellos, sin que nadie les pueda enmendar y sin que nadie les pueda echar.

El congreso de Valencia sería un buen momento para que el PP mostrase claramente su defensa por la Libertad de todos los ciudadanos y su firme oposición a cualquier medida política que quiera cercenarla, pero me temo que tendremos mucho aspaviento pero poco más.

Actualización:
Sin olvidarnos de Ibarreche, que es inasequible al desaliento.

PD: hoy quiero dedicar este post a Alberto Pindado. Se cumplen cuatro años de su fallecimiento. D.E.P.

4 comentarios:

  1. El congreso pasará sin gloria, más de lo mismo, con gente de poco perfil o, en todo caso, perfil centrista, lo que quieran que sea esto. Un congreso estalinista de aclamación, poco más.

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  2. Veremos qué pasa en el Congreso, yo todavía soy optimista y se puede apreciar en mi artículo de hoy.

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  3. Cada vez veo a los del PP mas cómplices del hundimiento de España.

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  4. Ibarreche está que se sale. De mapa.

    Enlazo tu artículo.

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Puedes opinar lo que quieras, siempre que lo hagas con respeto, pero recuerda que uno es reo de sus palabras y dueño de sus silencios, así que tú mismo. Ah, y yo solo me hago responsable de lo mío, que ya es bastante.