Tengo mis dudas sobre el concepto "vivir por encima de tus posibilidades". A mi este speech de Anguita me suena a que le parece mal que el "último ciudadano de Zambia" tenga una colección de Ferraris.
Pues no sé, oír hablar y decir que el planeta está muerto por el usar y tirar, cuando tiene una botella de agua en plástico encima de la mesa, es penoso. No ya por la imagen, sino porque parece un recurso facilón improvisto, de calentón. Y más cuando dice que se impone el verbo repartir, el cual va conjunto con otro verbo que es el de distribuir. Y ahí es donde suelen están los excesos.
A pesar de ello, Anguita siempre me ha parecido, a pesar de creer en una ideología del “paletolitico”, un político que utiliza-ba bien los sentidos. Y en especial el sentido común.
Se puede estar de acuerdo o no, pero en esta ocasión ese canto a la austeridad es muy positivo. Es comprensible, dada su ideología, su tendencia al "reparto" o distribución de la riqueza, poco liberal y quizá sobraba ese guiño ecolojeta medioambientalista contra los plásticos que él mismo utiliza.
Sin embargo, y aun estando en las antípodas ideológicas, me parece que es una mente bastante brillante. Julio Anguita es de una izquierda de verdad, con principios y valores -errados o no-, pero ante todo, y así lo dijo el propio Luis del Pino cuando Anguita acudió a su programa (sí, a EsRadio - Sin Complejos) es un caballero. No se casa con nadie. Denunció los GAL de la misma forma que no rinde pleitesía al Rey, es coherente con sus principios y, sobre todo, no es un "progre". Reniega de esos pepiños y pajines. Y en honor a la verdad, hay que decir que la talla intelectual de Anguita es muy superior a la de Camps y Villalobos o Bibianas y Corbachos.
Ha demostrado ser una persona con sentido común, del que se puede discrepar, pero que siempre ha sido un caballero, de la cabeza a los pies. Nada que ver con Gaspis Llamazares o Cayos Laras. Anguita es de otra pasta. Y se nota.
Tal y como está la política actual, no es de extrañar que se añoren personajes como Anguita. Actualmente, tanto el PP como el PSOE han puesto en sus cúpulas la mediocridad personificada, políticos profesionales, gente apegada a la mamandurria, que comparten políticas como el despilfarro y la falta de escrúpulos. Cualquier liberal como mucha gente de la derecha no podrá suscribir las teorías de comunistas como Anguita, pero tiene propuestas -a nivel pragmático- acertadas que no se deberían desechar por mero sectarismo ideológico. Actualmente predomina un sectarismo que asquea a la sociedad, tanto como la clase política, la casta dirigente de estómagos agradecidos que pueblan los grandes partidos dizque nacionales. Ante la demagogia de socialdemócratas afincados en un PP que prescinde de Pizarro o arremete contra Aguirre o Cascos mientras defiende a Camps, y ante la absoluta nulidad de un socialismo decadente, trasnochado apoyado en sindicatos verticales y en un aparato heredado del régimen anterior, es lógico que la gente agradezca algunas palabras sensatas, alejadas del histrionismo mediático que no refleja la realidad de la sociedad.
Pablo: Coincido contigo pero, al menos, es algo distinto y distante a lo que oímos todos los días de la progresía gobernante.
Otroma: Si la mitad de los políticos utilizasen la mitad del tiempo el sentido común nos iría mucho mejor a todos.
Anónimo 17.55: Eso exactamente.
Depaso: De que de la izquierda esperamos tan poco que con cualquier cosa nos alegran la mañana.
Anónimo 03.26: El sectarismo, otro gran mal de este país, que provoca que haya una gran zanja entre españoles. Mal alimentado por la casta política, se apela a las tripas en vez de a la cabeza que son mas fáciles de convencer.
Anguita es buen tipo. De izquierdas, pero buen tipo. Y ya que escasean, no viene mal una reivindicación ante el estercolero que es hoy día la política española.
Puedes opinar lo que quieras, siempre que lo hagas con respeto, pero recuerda que uno es reo de sus palabras y dueño de sus silencios, así que tú mismo. Ah, y yo solo me hago responsable de lo mío, que ya es bastante.
Tengo mis dudas sobre el concepto "vivir por encima de tus posibilidades". A mi este speech de Anguita me suena a que le parece mal que el "último ciudadano de Zambia" tenga una colección de Ferraris.
ResponderEliminarDebemos aspirar a más, siempre.
Me da la sensación de que es un cura.
ResponderEliminarPues no sé, oír hablar y decir que el planeta está muerto por el usar y tirar, cuando tiene una botella de agua en plástico encima de la mesa, es penoso. No ya por la imagen, sino porque parece un recurso facilón improvisto, de calentón. Y más cuando dice que se impone el verbo repartir, el cual va conjunto con otro verbo que es el de distribuir. Y ahí es donde suelen están los excesos.
A pesar de ello, Anguita siempre me ha parecido, a pesar de creer en una ideología del “paletolitico”, un político que utiliza-ba bien los sentidos. Y en especial el sentido común.
Se puede estar de acuerdo o no, pero en esta ocasión ese canto a la austeridad es muy positivo. Es comprensible, dada su ideología, su tendencia al "reparto" o distribución de la riqueza, poco liberal y quizá sobraba ese guiño ecolojeta medioambientalista contra los plásticos que él mismo utiliza.
ResponderEliminarSin embargo, y aun estando en las antípodas ideológicas, me parece que es una mente bastante brillante. Julio Anguita es de una izquierda de verdad, con principios y valores -errados o no-, pero ante todo, y así lo dijo el propio Luis del Pino cuando Anguita acudió a su programa (sí, a EsRadio - Sin Complejos) es un caballero. No se casa con nadie. Denunció los GAL de la misma forma que no rinde pleitesía al Rey, es coherente con sus principios y, sobre todo, no es un "progre". Reniega de esos pepiños y pajines. Y en honor a la verdad, hay que decir que la talla intelectual de Anguita es muy superior a la de Camps y Villalobos o Bibianas y Corbachos.
Ha demostrado ser una persona con sentido común, del que se puede discrepar, pero que siempre ha sido un caballero, de la cabeza a los pies. Nada que ver con Gaspis Llamazares o Cayos Laras. Anguita es de otra pasta. Y se nota.
Dogmático, demagógico, topiquero, previsible, socialista, falso. No sé qué le ve Ud., francamente.
ResponderEliminarTal y como está la política actual, no es de extrañar que se añoren personajes como Anguita. Actualmente, tanto el PP como el PSOE han puesto en sus cúpulas la mediocridad personificada, políticos profesionales, gente apegada a la mamandurria, que comparten políticas como el despilfarro y la falta de escrúpulos. Cualquier liberal como mucha gente de la derecha no podrá suscribir las teorías de comunistas como Anguita, pero tiene propuestas -a nivel pragmático- acertadas que no se deberían desechar por mero sectarismo ideológico. Actualmente predomina un sectarismo que asquea a la sociedad, tanto como la clase política, la casta dirigente de estómagos agradecidos que pueblan los grandes partidos dizque nacionales. Ante la demagogia de socialdemócratas afincados en un PP que prescinde de Pizarro o arremete contra Aguirre o Cascos mientras defiende a Camps, y ante la absoluta nulidad de un socialismo decadente, trasnochado apoyado en sindicatos verticales y en un aparato heredado del régimen anterior, es lógico que la gente agradezca algunas palabras sensatas, alejadas del histrionismo mediático que no refleja la realidad de la sociedad.
ResponderEliminarPablo:
ResponderEliminarCoincido contigo pero, al menos, es algo distinto y distante a lo que oímos todos los días de la progresía gobernante.
Otroma:
Si la mitad de los políticos utilizasen la mitad del tiempo el sentido común nos iría mucho mejor a todos.
Anónimo 17.55:
Eso exactamente.
Depaso:
De que de la izquierda esperamos tan poco que con cualquier cosa nos alegran la mañana.
Anónimo 03.26:
El sectarismo, otro gran mal de este país, que provoca que haya una gran zanja entre españoles. Mal alimentado por la casta política, se apela a las tripas en vez de a la cabeza que son mas fáciles de convencer.
Anguita es buen tipo. De izquierdas, pero buen tipo. Y ya que escasean, no viene mal una reivindicación ante el estercolero que es hoy día la política española.
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