A Heliodoro le comen sus mentiras por las patas

Hay un dicho que reza: se puede engañar a todos alguna vez, se puede engañar a alguien todo el tiempo, pero nunca se puede engañar a todos todo el tiempo. El alcalde de Palencia, Heliodoro Gallego, no debe conocer este dicho.

Durante años, los vecinos del barrio “Campo de la Juventud” han reclamado la salida del mercadillo de los martes de la plaza de la Constitución, pero el ayuntamiento nunca encontraba el momento adecuado para su traslado. Los votos de los dueños de estos puestos son muy ricos y muy necesarios. Las posturas encontradas, de los vecinos por un lado y de los dueños de los puestos por otro, se fueron violentando hasta el punto de casi terminar a tiros. Es lo que tienen los problemas, que si no les solucionas, suelen empeorar.

Llegados a este punto, y poco de después de haber pintado las nuevas delimitaciones de los puestos, se inicia una remodelación de la plaza de la Constitución, gracias al famoso Plan E. Que mucha obra y mucho tiempo para rematarla, pero que de remodelación nada de nada, cambio de acerado y poco más. Ni pintar los columpios de los niños, a pesar de haberles desmantelado e inutilizando la plaza durante más de un año. Esta obra provoca que de forma temporal el mercadillo de los martes se trasladase al recinto ferial. Con compensación de otro día de mercadillo y lo que quieras, pero les vendieron que volverían al centro, si no en la misma plaza de la Constitución, en otro lugar, pero siempre en el centro. Nunca tuvieron intención de cumplir.

Gallego, que ayer no dio la cara, seguramente no esperaba que los dueños de los puestos protestasen, o al menos no tan pronto. Que, como mucho, se lo echasen en cara cuando fuese a pedirles el voto –como de costumbre– poco antes de las elecciones. Pero, mira tú por donde, estos decidieron ayer hacer una manifestación reclamando lo que les habían prometido.

De momento el ayuntamiento les ha respondido –en boca del concejal del barrio “Campo de Juventud”– que no volverán al centro mientras no “hagan un reflexión interna en cuanto a las condiciones en las que prestan la venta ambulante”. Ya veremos. A lo mejor les prometen que tendrán su sitio cuando finalicen las obras del soterramiento.