La sombra del GAL es alargada
A los monstruos hay que perseguirlos hasta matarlos, sino siempre terminan devorándote. Como políticos, jueces y periodistas se olvidaron del GAL una vez que salió del gobierno Felipe González, se quedó el ministerio del interior sin limpiar. Y de esos polvos vienen estos lodos.
No voy a relatar, porque son por todos conocidos, la inmensa cantidad de tropelías y crímenes realizados por cierta ponzoña policial que aún hoy pulula por el ministerio del interior. Solo me voy a referir a la última. Ayer conocíamos que el fiscal, Carlos Bautista, quiere dejar fuera del caso faisán al exdirector general de la Policía con Rubalcaba, Víctor García Hidalgo. Como si el chivatazo a eta fuese un delito realizado solamente por el exjefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, y el inspector de la Brigada de Información de Álava, José María Ballesteros, sin intervención de sus superiores. Y todo a pesar de que en las actas incautadas a eta, sobre la negociación con el gobierno de Zapatero, recogían que el representante de este último, José Manuel Gómez Benítez, se jactaba del favor que les habían hecho a los terroristas con el chivatazo. Es más, Jesús Eguiguren, en su libro “ETA, las claves de la paz” también se vanagloria de la colaboración con banda armada, como se vanagloria hoy en día José Amedo de sus delitos cometidos con el GAL.
Ya solo nos quedaba salvar a los dos policías, no vaya a ser que les dé un amedazo y mañana nos enteremos de todo. Y mira tú por donde, o casualidad, hoy sale la noticia que le han robado el disco duro al fiscal del caso faisán, el ya citado Carlos Bautista, donde tenía guardado los dos años de grabaciones telefónicas al exjefe superior de Policía del País Vasco, información “inédita, secreta y sensible” sobre el chivatazo a eta. No nos extrañe que con esta pérdida se haya de archivar el caso, ya que se habrán perdido las principales pruebas que llevaron a los imputados a ser acusados de colaboración con banda armada. ¿Cuándo aprenderán? ¿Cuándo matarán al monstruo?
No voy a relatar, porque son por todos conocidos, la inmensa cantidad de tropelías y crímenes realizados por cierta ponzoña policial que aún hoy pulula por el ministerio del interior. Solo me voy a referir a la última. Ayer conocíamos que el fiscal, Carlos Bautista, quiere dejar fuera del caso faisán al exdirector general de la Policía con Rubalcaba, Víctor García Hidalgo. Como si el chivatazo a eta fuese un delito realizado solamente por el exjefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, y el inspector de la Brigada de Información de Álava, José María Ballesteros, sin intervención de sus superiores. Y todo a pesar de que en las actas incautadas a eta, sobre la negociación con el gobierno de Zapatero, recogían que el representante de este último, José Manuel Gómez Benítez, se jactaba del favor que les habían hecho a los terroristas con el chivatazo. Es más, Jesús Eguiguren, en su libro “ETA, las claves de la paz” también se vanagloria de la colaboración con banda armada, como se vanagloria hoy en día José Amedo de sus delitos cometidos con el GAL.
Ya solo nos quedaba salvar a los dos policías, no vaya a ser que les dé un amedazo y mañana nos enteremos de todo. Y mira tú por donde, o casualidad, hoy sale la noticia que le han robado el disco duro al fiscal del caso faisán, el ya citado Carlos Bautista, donde tenía guardado los dos años de grabaciones telefónicas al exjefe superior de Policía del País Vasco, información “inédita, secreta y sensible” sobre el chivatazo a eta. No nos extrañe que con esta pérdida se haya de archivar el caso, ya que se habrán perdido las principales pruebas que llevaron a los imputados a ser acusados de colaboración con banda armada. ¿Cuándo aprenderán? ¿Cuándo matarán al monstruo?
Cosidoman manda a los apaledores y lo arregla en un periquete
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