Uhmmmmmmm
Uhmmmmmmmmmmmmmmm, uhmmmmmmmmmmm. Uhmmmmmmmmm.
Por sí acaso.
Duda: En tiempos de Gongora y Quevedo, ¿había más libertad de expresión que ahora?.
Por sí acaso.
Duda: En tiempos de Gongora y Quevedo, ¿había más libertad de expresión que ahora?.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHabía menos aún, pregúntale a Villamediana. De todas formas no andamos lejos.
ResponderEliminarLosantos se había eregido en profeta de la derecha extrema, y hay de aquel que osara contradecirle. Lo haría picadillo en su programa estrella.
ResponderEliminarPero chocó con la realidad, chocó con el Estado de Derecho.
La libertad de expresión no tiene nada que ver con insultar, calumniar y mentir.
Pensais que Losantos es un periodista, cuando no es más que un intruso en la profesión, un mercenario a sueldo de los obispos.
Muy original entrada.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Pues, al parecer, sí, aquellos tiempos eran mejores dada la degeneración en que ha devenido nuestro estado actual. Iba a tener razón el paredeño Jorge Manrique, sublime poeta del s.XV (y un clásico de la literatura española, considerado por algunos el primero del prerenacimiento o último de los medievales, al que poca atención presta el sistema "logsista" y que probablemente deje de estudiarse -si todavía se estudia- en esos paraíso de dictadura nazionalista excluyente, sectaria y antiespañola) cuando decía aquello en las Coplas a la muerte de su padre de "cualquiera tiempo pasado fue mejor".
Bendito tiempo el Siglo de Oro literario, el barroco tanto en su estética conceptista (con Quevedo y Gracián como máximos exponentes) como en la más compleja y enrevasa estética culterana (con Luis de Góngora como paradigma de ese estilo), donde se produjeron gloriosas sátiras muy ingeniosas. Por ejemplo, véase:
Erase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Erase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egito,
las doce Tribus de narices era.
Erase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito. (Probablemente uno de los sonetos más conocidos del genial -y siempre ingenioso- Quevedo).
Sin embargo, hoy poy hoy se condena y estigmatiza la genialidad de quien en uso de su libertad de expresión hace una crítica mordaz, e inteligente, con divertidos vocativos, entre ritornelos y juegos de palabras ya que su extensa formación humanística le permite combinar giros castizos y expresiones populares (como refranes, dichos, etc.) con otras procedentes de un registro culto e ilustrado (como citas literarias clásicas o hechos históricos, amén de una gran capacidad argumentativa, de comprensión y de análisis). Igualmente su estilo en prensa escrita es coloquial, que no vulgar, sino cercano (en el sentido de no caer en la pedantería de estúpidos adulterados por el mal estudio que diría Unamuno) con giros y expresiones de cuño propio (de gran éxito, que luego son utilizadas por los ciudadanos de la calle y suelen tener su razón de ser desde "Bermijinski" al "Cándido Malo" (en oposición al bueno de Voltaire) o la ironía de "Candistóteles" (como antítesis del filósofo preceptor de Alejandro Magno, o algunas menos históricas, y más centradas con los hechos, como "Freddy, el químico", etc., introduciendo indistintamente referencias a la cultura popular o clásica y que muestran la erudición y sus grandes dotes en cuanto al ámbito humanístico se refiere, que están muy lejos de la verdulería difundida por esa telebasura que vive del fango repleto de mierda en que se recrean la progresía chapucera que todos conocemos y de la que unos cuantos se nutren y se alimentan para desgracia del resto y debido asimismo al monopolio e invierno mediático que lleva padeciendo el sector liberal desde tiempos inmemoriales.
El humor fino, aunque incisivo, mordaz e ingenioso es castigado, pues, al parecer, lo que único que sirve es el insulto que se profiere siempre que venga de la izquierda, aunque sea imputando delitos como llamar asesinos a un ex-presidente del gobierno o a todos los votantes de un determinado partido. Eso sí se puede. Pero a FJL lo que no le perdonan es su talla intelectual, la envergadura de un periodista culto, filólogo de formación, locutor de profesión metido a difusor del liberalismo español. Él se permite hacer críticas por duras que sean, pero siempre con magistralidad, y soporta las más zafias, groseras y grotescas descalificaciones aliñadas con tergiversación, mofa, escarnio y continuas burlas. Pero él, lejos de rasgarse las vestiduras y presentarse como víctima de una campaña orquestada contra él, cuando las hay y muchas, opta por debatir en el campo de batalla que corresponde, el dialéctico, pero ahí la iletrada progresía pepiñoide nada tiene que hacer, y sólo les queda recurrir a los tribunales politizados, a los jueces indecentes y a los magistrados sometidos al poder mediático del imperio que todos conocemos.
¡Huy! Si FJL empezase a enumerar las veces que ha tenido motivo para sentir dañado algo tan subjetivo como el honor. ¡Pero si muchos programas de telebasura viven de él! ¡De desprestigiarlo cada día con fallidos resultados! Eso es lo que jode a la izquierda. Pero si... ¡¡¡La progresía no puede vivir sin él, sin demonizarlo!!! Lo insultan en "La Noria", en "59 segundos", si hasta tuvo espacios dedicados a él (creo, porque no veo mucho la TV, pero eso me dicen) en Noche Hache o en un programa de Wyoming en la cadena de Milikito en mediapro, hasta con muñequitos con su persona, y Latre imitándolo en Cuatro entre el desparpajo de Boris, Gonzalito Miró y García Siñeriz; Luis de Olmo llamándolo "talibán de sacristía" y amenzándolo, anque luego se disculpase relativamente, Matías Antolín poniéndolo de "facha ultramontano odioso" y así continuamente podríamos estar tiempo y tiempo relatando los improperios de pésimo gusto y sin ningún sentido ni orginialidad que see han proferido contra FJL desde las mismas atalaya mediáticas de siempre, desde jueces hasta políticos pasando por periodistas (recordemos el escrito en el que se deseaba que el atentado de Terra Lliure hubiese sido en el corazón y no en la pierna, porque al parecer carecía del primero, ¿Eso no daña el honor? Entonces, ¿Qué coño es el honor? ¿Lo que dictamine un juez? Pues si es Garzón o similares, ¡¡¡vamos apañados!!!. ¡Huy si sacásemos los epítetos que le han dedicado los Sopena, María Antonia Iglesias, Rahola, Sardá y demás patulea "retroprogre" y demás afines al imperio de la corrección política que no han dudado en calificarlo de "Jiménez Losdemonios" (Míster "X" dixit). ¿Los llevó a los tribunales en alguna ocasión? ¡No! Los tumbaba de un plumazo con su don de la retórica, con sus planteamientos, argumentos y su buena pluma, en las ondas y en la prensa, la tradicional y la digital, y han sido incapaces de rebatirle en el campo dialéctico, en el hablado o en el escrito, han utilizado términos y vocablos muchos más hirientes, ofensivos y, sobre todo, de una vulgaridad propia de anafabetos demagogos y reiterativos que veían que no hacían mella en alguien tan íntegro como él, que lejos de amilanarse, los dejaba desnudos sin más armas que unos principios inquebrantables en los que cree y que defiende con la genialidad que a muchos ha cautivado. Y, entonces, a esos señoritingos remilgados y melindrosos que no saben qué hacer ante una sola e indefensa persona que no ha tenido más arma que su palabra, han querido amordazarle, y no les ha quedado otra que ir a los tribunales en un país donde ya sabemos que enterraron a Montesquieu y su división de poderes hace mucho tiempo, y luego escupieron sobre su tumba. Y lo condena una juez sin rectificar el "lozanitos", fruto de los engañosos correctores de algunos procesadores de texto y cometiendo errores como no saber distinguir los parónimos "infringir/infligir".
Y es que en España, al parecer, los jueces no están para investigar a De Juana Chaos e intentar que pase el mayor tiempo en prisión impidiendo que vaya a vivir al lado de sus víctimas y los familiares de éstos sin arrepentimiento alguno, ni para que se cumpla la ley, tampoco para que se ice la bandera española en todo organismo oficial, y mucho menos para que se rotule en castellano además de en la lengua privativa de las autonomías que la tienen (que conste que no la tienen las regiones, sino las personas; la lengua, como los derechos no son de los territorios, sino de las personas... ¡a ver si queda claro!), los jueces tampoco están para que se pueda escolarizar en la lengua común en ciertas regiones gobernadas por el nacionalismo socialista, no para que se investigue toda la verdad hasta sus últimas consecuencias sobre el 11-M, o para que se retiren las calles dedicadas a asesinos u otras cuestiones de igual calado, no, aquí en España, los jueces están para amordazar al discrepante políticamente incorrecto que dice alto y claro lo que piensa un gran sector del centro-derecha liberal español, y que además lo hace de forma magistral dada su vasta cultura, sus muchos conocimientos y su incomparable, extraordinaria y más que acreditada capacidad intelectual reconocida hasta por los que nada afines son al periodista más genuinamente liberal cuya operación de acoso y derribo contra él resulta infame, repugnante y repulsiva. ¡Deplorable, deleznable y execrable! Así que aprovecho para solidarizarme con él, no tanto porque comparta todo lo que haya podido decir, diga o pueda llegar a decir, que en muchas cosas puede ser así, sino por mi condición de liberal, y por la defensa por encima de todo de la libertad de expresión cuyo artículo 20 de la Constitución Española ampara (o debiera amparar) y que se estará conculcando con condenas como la de la juez Remírez. Se permiten declaraciones tan abyectas como las que se acercan a la apología del terrorismo, por ejemplo, y sin embargo se intenta acallar por todos los medios una voz a contracorriente que no se somete a la corrección política del intervencionismo totalitario de la progresía actual. Pero porque lo que les molesta es la altura intelectual de FJL, que no es como pretenden vender, un facha alocado que no sabe lo que dice, sino un culto periodista que ha supuesto una fortaleza increíble con un discurso articulado en torno a un proyecto político claro, nada domgático, basado en ideas, principios y valores, y lo que es peor: una cantidad o un sector de personales libres que le siguen, y por tanto, la repercusión que tiene como demuestran aquellos que no pueden acostarse sin haber mencionado su nombre con un epíteto ofensivo adyacente detrás o delante de dicho nombre. Su talla intelectual, y la repercusión e influencia que ha llegado a tener para un sector cada vez más amplio del espectro liberal-conservador español era algo que muchos no podían consentir. Porque eso implicaría que hay alternativa. Una alternativa que cogía fuerza, y que les suponía una amenaza tan peligrosa a la IZDA. como en su momento la mayoría absoluta de Aznar de la que se hablaba en un artículo anterior, motivo por el que también han demonizado al expresidente del gobierno hasta llegar a la distorsión caricaturesca más risible e irrisoria que poco tiene de creíble. Ahí radica todo. Y ante la imposibilidad de personas decididas a autocensurarse por no ser políticamente correctas, ni estar dispuestas a someterse a semajante vejación y creer firmemente en la libertad de expresión, se vuelverá entonces a la censura previa. Para que luego nos vengan con la leyenda negra, el Tribunal de la Santa Inquisición y toda la mandanga de autflagelo contra la España opresora que debe avergonzarse hasta de su propia existencia. Éstos peor que el Inquisidor Torquemada, hasta era más fácil burlar la censura franquista. Tiempo al tiempo. Con éstos, mucho peor. O te sometes, o te acallamos. Por las buenas o por las malas. Éstos son los peores precedentes y muy malas noticias para la libertad de expresión. Ésa es la verdadera izquierda. Y ése, su poder. Ya lo veremos. Vamos muy mal. Cada vez peor.
¡¡¡LIBERTAD DE EXPRESIÓN!!!
¡¡¡SOLIDARIDAD CON FJL!!!
¡¡¡LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD!!!
Ruby Marmolejo (enemigo acérrimo de la libertad de expresión) dijo...
ResponderEliminarLosantos se había eregido en profeta de la derecha extrema, y hay de aquel que osara contradecirle. Lo haría picadillo en su programa estrella.
Primero, será "Ay del que osara contradecirle". Segundo, ¿lo de derecha extrema de quién los ha cogido? ¿De Pepiño? ¿Te crees semejante mentecatada? ¿De derecha extrema es quien defiende que lo escolares pudan estudiar en su lengua materna en todo el territorio de su país? ¿De derecha extrema es quien denuncia le negociación política con los asesinos mientras se engaña a las víctimas? ¿De derecha extrema es quien defiende una política de solidaridad interterritorial que permita el abastecimiento a toda la nación? ¿De derecha extrema quien prefiere estar con las economías más antiguas, avanzadas y consolidadas del mundo y combate dictaduras como las castrista o huye de populistas caudillos como el venezolano? No, te confundas, y lo que es más grave: No intentes confundir al "personal" que diría Umbral. Aquí el extremismo está en el socialismo que se vende al nacionalismo excluyente, visceralmente antiespañol, sumamente sectario y desleal con la Constitución. Aquó los radicales son los que defienden, apoyan y aplauden al Rubianes que se caga en la puta España, a los que asaltan sedes y llaman "asesinos" al adversario político y a sus electores, o a los que justifican a los "hombres de paz" que ponen bombas, se mofan de sus víctimas y no se arrepienten de sus más abyectos crímenes. El extremismo está en el hipócrista que no quiere ver un crucifijo católico, pero que ansía la alianza con incilizados como los fundamentalistas islámicos que practican la sharia y lapidan a mujeres adúlteras, los que van de la mano de régimen cubano que encarcela homosexuales, de los antiamericanistas que prefieren la compañía de demagogos analfabetos que han llevado a muchas zonas de Latinoamérica al hundimiento. Lo de "extrema derecha" no cuela... se siente!!! Y sobre lo de hacer picadillo en su programa estrella. Él simplemente tiene derecho a hacer uso de su libertad de expresión y criticar lo que él considere oportuno, de igual manera que a él han calificado de "talibán de sacristía", "filofascista", o incluso con amenazas de que ojalá le hubieran disparado al corazón, pero al parecer, eso no es hacer picadillo, sino hacerle carantoñas. ¡Joder vaya vara de medir que tienes marmolillo o marmolejo!
"Pero chocó con la realidad, chocó con el Estado de Derecho."
¿Qué Estado de Derecho? ¡El que permitió los GAL y que un gobierno financiase el terrorismo de Estado acabando con la vida de inocentes? ¿O el Estado de Derecho que permite a un terrorista no arrepentido salir de la cárcel después de no cumplir siquiera un año por cada uno de sus asesinatos para instalarse delante de sus víctimas mientras se pega la vida padre sin indemnizar a ninguna de ellas? ¿Me hablas del Estado de Derecho que tildó a Liaño como prevaricador para que ahora el Tribunal de DD.HH. de Estraburgo diga que fue una caza de brujas porque no fue juzgado de manera imparcial? ¿Me hablas del Estado de Derecho que tenía que acoplarse al "proceso de paz" (negociación política con asesinos) y le ponía el helicóptero a Otegi mientras era protegido por la marioneta gubernamental, el Fiscal General del Estado? ¿De qué Estado de Derecho me hablas? ¡Del que permite que los asesinos campen a sus anchas, que los pederastas reincidentes anden por las calles, los corruptos también y que no se sepa la verdad de la mayor masacre de la historia de nuestro país? ¿Eso es el Estado de Derecho? ¡El que permite la apología del terrorismo, que no se nombre "persona non grata" a De Juana, el que tolera las calles, parques y plazas a terroristas, asesinos y sicarios etarras, pero que impide llamar "carcalejos" a un señor? ¿Un Estado de Derecho que amordaza a un culto periodista de gran formación humanística al que siguen muchos liberales y un gran sector de la población y que hace, dice y escribe magistrales artículo de opinión, en la mejor tradición quevediana del s.XXI? Sin embargo, a él sí pueden dedicarle espacios enteros en muchos programas para decir que es un fascista, un ser vil y despreciable, al que podrían bombas después de subirle a los altares, a él sí pueden hacerle picadillo, pero él no puede utilizar un calificativo peyorativo porque todo pueden ver ofendidos su honor... entonces vamos directos a la censura. ¡¡¡Vaya Estado de Derecho!!! Se empieza a parecer a una democracia popular, es decir, populista, esto es, neomarxista, o sea que nada tiene de democracia. El chavismo se va a quedar corto a nuestro lado. Cada vez peor. Y gente como tú todavía lo aplaude. ¡Aberrante!
Lo que ocurre es que aquí se va del Estado de Derecho a la dictadura de Derecho. Y con censura previa. ¡Dantesco!
"La libertad de expresión no tiene nada que ver con insultar, calumniar y mentir."
Si la libertad de expresión nada tiene que ver con mentir, estoy esperando a que condenen a la emisora que se inventó que había terroristas suicidas en los trenes del atentado del 11-M, yo lo escuché, ¿cuándo los van a condenar? ¡Huy no, que ésos son de los intocables, de PRISA! Si nada tiene que ver con calumniar, ni con insultar, tendrán que empezar por los que verdaderamente sí que lanzan grotescos improperios contra él, contra el expresidente del gobierno e incluso contra todos los votantes del PP a los que llamó "asesinos". Entonces tienen que empezar a condenar a gran parte de contertulios groseros, vulgares y chabacanos que se dedican al insulto continuo: Enric Sopena, María Antonia Iglesias, Calleja, Matías Antolín, Pilar Rahola, Luis del Olmo, Felipe González, Pepiño Blanco, Eva Hache, Boris Izaguirre, Carlos Latre, Javier Sardá, Miguel Monzón (Gran Wyoming), José Luis Gavilanes Laso, Quequé, Guillermo Toledo, Pilar Bardem, Ernesto Ekáizer, Margarita Sáenz Díez (la esposa de la rata albina), Baltasar Garzón, Pablo Sebatián, JJSS, JERC y un largo etcétera.
"Pensais que Losantos es un periodista, cuando no es más que un intruso en la profesión, un mercenario a sueldo de los obispos."
Sí, claro lo de "mercenario" también es un piropo cariñosón, ¿no?. A ver si me voy enterando... De Juana Chaos... hombre de paz, y Jiménez Losantos... mercenario... Goao... ¡vaya Estado de Derecho!
Y sí, tienes razón, no es periodista, es una persona con una gran formación humanística, licenciado en filología hispánica, y hace unos años, es decir, mucho más preparado que los periodtac actuales de las facultades progres donde sólo se aprende a meter la alcachofa a la primera fulana que aparezca en televisión. Mientras que FJL es un filólogo, con grandes conocimientos literarios, históricos, filólogicos, periodísticos, políticos, buen escritor, con grandes ensayos a sus espaldas, un difusor del liberalismo, culto e inteligente que a través de una crítica mordaz ha diseccionado como nadie la actualidad política. ¡Lástima que no te guste la libertad de expresión, sobre todo, cuando se dice lo que no te gusta oír, que es cuando resulta más necesaria!
""No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo" (Cita apócrifa de Voltaire)
¡¡¡LIBERTAD DE EXPRESIÓN!!!
Por su interés:
ResponderEliminarDel Estado de derecho a la dictadura de hecho
"Ya van dos. El mes pasado un tribunal condenó a Federico Jiménez Losantos, director de La Mañana de la COPE y vicepresidente de Libertad Digital, por decir lo que pensaba del alcalde de Madrid. Este mes, a sólo dos días de su conclusión, otro tribunal ha apuntalado el clavo condenando a Jiménez Losantos por haber herido el orgullo y el honor de José Antonio Zarzalejos, ex director de ABC. Demasiada casualidad, demasiada severidad y ni rastro de Justicia. Si lo de Gallardón fue un intolerable pisotón a la libertad de expresión de un periodista por parte de un político que sueña con ser omnipotente, lo de Zarazalejos es el remache necesario e infamante de una campaña absurda, liberticida y decididamente ad hominem.
Pocos casos tan evidentes de caza del hombre se han dado en la historia del periodismo español, y ninguno ha sido tan tenaz y prolongado en el tiempo como la persecución mediático-política que sufre el vicepresidente de este diario. Desde la victoria electoral de Zapatero en 2004 y el ascenso de la COPE como principal medio crítico con el Poder, el estandarte de la cadena, que no es otro que Jiménez Losantos y su exitoso programa matinal, se convirtió en el objetivo a batir. Los enemigos de la libertad no han escatimado esfuerzos y han echado toda la carne en el asador para cerrarle la boca enterrando de este modo la independencia de la emisora.
Zarzalejos, el mismo que estuvo a punto de hundir el centenario ABC por simple ineptitud al frente de la dirección del diario, interpuso una demanda por sentir menoscabo en su honor al escuchar como Jiménez Losantos le recriminaba su fracaso desde los micrófonos de la COPE. Esto, que en cualquier país normal sería algo connatural al oficio de periodista, es decir, la crítica a los compañeros de profesión, supone en España el riesgo de pasar por el juzgado y la probabilidad, alta según quien pase por delante del juez, de salir de él con una condena bajo el brazo. Una condena que no tiene más objetivo que amedrentar e invitar a la autocensura a los profesionales que ejercen su sacrosanto derecho a la libre expresión de sus opiniones e ideas.
Como en el caso de Gallardón, Jiménez Losantos se limitó a manifestar su opinión sobre Zarzalejos, que no era buena. Algo que, en ningún caso, puede ser constitutivo de falta o delito. Y más cuando el condenado es objeto de burlas, insultos e injurias de todas las gradaciones posibles desde multitud de medios de comunicación y partidos políticos. Condenar a Jiménez Losantos por llamar "bobo" al ex director de ABC, o transformar el apellido Zarzalejos en "Carcalejos" cuando otros periodistas le han tachado de "mandril" o "energúmeno", y el mismo Felipe González le llamó Jiménez "Losdemonios" es una broma de muy mal gusto. Es consagrar judicialmente el doble rasero: de malla muy fina para los enemigos y muy holgada para los amigos.
Los jueces no pueden y no deben decirnos qué es lo que está permitido y lo que no está permitido llamarse a través de un medio de comunicación. La labor periodística no puede estar limitada por un abstruso y muy interpretable "derecho al honor" que viene de tiempos de Franco y cuyo origen está en la obsesión del Poder por cercenar las críticas de raíz. Con estos mimbres legales el Estado de Derecho es una quimera, un cuento para bobos que sólo ampara a los poderosos y a los que, como Zarzalejos, no dudan en usar la Justicia para cumplimentar satisfacciones personales."
Veamos la doble vara de medir:
ResponderEliminar" Dice la juez que la formación intelectual de Jiménez Losantos, “un conocedor de la lengua castellana” hace que la “difusión de las expresiones insultantes” sea “notable”. Además, el ser autor “de unos 20 libros” es “de especial relevancia, a efectos de determinar la difusión mediática y repercusión de las expresiones ofensivas”. Tanto es así, que la juez admite como prueba de repercusión una de las documentales presentadas por la defensa de Zarzalejos:
Introduciendo en noviembre de 2007 en el buscador de Internet Google la deformación sarcástica realizada por el demandado del primer apellido del demandante, el término “Carcalejos”, resultaban 1.780 entradas en 0,23 segundos (…) extendiéndose la expresión a mayor número de personas, no pudiéndose tampoco obviar, como señaló al final de su interrogatorio el demandante [Zarzalejos], que el apellido forma parte de la personalidad del individuo, y que la chanza con motivo del mismo no solo afecta y puede vejar a la persona a la que directamente quiere ofenderse, sino a todos los que, con ella, comparten el apellido, lo que racionalmente debe aumentar el daño infringido (sic, página 12) a la persona a la que directamente se quiere ridiculizar con tal expresión.
Pedrojeta Ramírez y Jiménez Losdemonios (buscamos “losdemonios”), también en referencia a otras materias como bien dice la sentencia, muestra 4.200 resultados en 0,09 segundos, pulverizando la marca anterior. Para los aficionados a Google depuramos la búsqueda introduciendo entre comillas la expresión “jimenez losdemonios”: 1.190, en 0,28 segundos. Y estos son todos exclusivamente referidos al periodista. La idea original del término fue de un ex presidente del Gobierno, Felipe González, a quien también se le presupone un conocimiento del lenguaje y, desde luego, influencia. "Es que la gente me lo identifica más como Jiménez Losdemonios”, dijo González:
También resulta revelador que, abordando un asunto tan importante para la juez como la relación entre el apellido y “la personalidad”, la sentencia recoja dos veces el apellido del director de La Mañana de la COPE como “Lozanitos”. (página 10 del texto de la sentencia)
Detalles de los correctores aparte, los fundamentos de la presente sentencia sientan unos antecedentes que sólo respetarán la libertad de expresión si se guarda silencio. Aplicando sin demasiado esfuerzo las tesis de la magistrada María Asunción Remírez Sainz de Murrieta los juzgados de toda España entrarían en colapso para recoger las “chanzas” sobre el apellido del demandado o los epítetos dedicados. Hay páginas de Internet completas dedicadas en exclusiva a ello, programas de televisión centrados en su figura (hasta con muñecos), cientos de viñetas alusivas al escritor, sonetos en exclusiva e innumerables artículos y declaraciones en prensa, radio y televisión que se refieren a Federico Jiménez Losantos como fascista, nazi, talibán o terrorista.
“Talibán de sacristía” entre comillas, es todo un clásico en Google: 3.090 entradas en 0,06 segundos. El autor fue Pablo Sebastián pero quien más lo usó casi como propio fue Luis del Olmo. Repasemos algunos ejemplos.
LUIS DEL OLMO:
Te falta Federico para víbora, el talento, para gorrión te sobran ataduras, dejémoslo en paloma mensajera. En palomo más bien, y vas que vuelas.
Se refiere a él como “pequeño talibán de sacristía” al que “subiría a los altares y luego pondría una bomba en esos altares”. Por esta última pidió perdón. Hay vídeo.
JOSÉ LUIS GAVILANES LASO en el Diario de León, a cuenta del atentado perpetrado por Terra Lliure:
Federico, Federico, oye rico, templa el pico, descansa un poco, no más, que ese pico, Federico, se te puede lastimar. Por picar en Cataluña, te quebraron la pezuña, que por ello cojo vas. Y si picas sin parar, ese pico, Federico, pronto muy romo será. De tal modo que, mañico, puedes quedarte sin pico....
QUEQUÉ, el colaborador de Eva Hache, en su blog, refiriéndose a una manifestación de la AVT en la que estaría Gallardón:
Diremos que ha sido la mayor manifestación de la historia de la democracia, y ya veremos si nos da por zarandear a Gallardón, a falta de un buen Bono que llevarnos a la boca. Jiménez Losantos, el Gara de los populares, ya se ha encargado de caldearle el ambiente.
(…) el tostón de hoy no trata sobre el extraño caso de Gallardón contra Losantos (se conoce que éste le pidió a "Los Miami", que son como "Los Soprano" pero en versión cheli, que le dieran una paliza a aquel, o algo así).
(…) Eso sí, no quisiera despedirme pareciendo un maleducado y un desagradecido: gracias por todo. Ya te llegará el cheque con tu diez por ciento. Y si no te llega, ya sabes: se lo comentas a "Los Miami".
ERNESTO EKAIZER en el programa de TVE, 59 Segundos le llama “mamporrero del PP”
MARGARITA SÁNZ DÍEZ, el mismo día y en el mismo programa, se refiere a él como “cantamañanas”
EVA HACHE, en uno de sus programas, en referencia al juicio por el caso Gallardón: "Es un tío de los pies a la cabeza, acojonao de los pies a la cabeza".
BALTASAR GARZÓN, en su libro Un mundo sin miedo
De Jiménez Losantos, Jesús Cacho y otros de igual calaña nunca se sabrá todo lo necesario para hacerse una idea clara del retorcimiento de los pensamientos, actitudes y fines venales que los guían en todos y cada uno de sus actos. Alguien podrá decir que opino así porque me atacan siempre que pueden, pero no es por eso. No ofende quien quiere sino quien puede, y éstos dejaron de hacerlo hace tiempo. Creo sinceramente que han hecho y hacen mucho daño a la democracia y que siempre han estado movidos por el resentimiento, el odio e intereses espurios. No les conozco ni una sola acción que pueda considerarse buena ni alcanzo a comprender qué encuentran en ellos algunos líderes políticos para someterse a su influjo. Aunque afortunadamente no lo han hecho todos. Antes o después tendrán que rendir cuentas de sus tropelías. No por tener un micrófono se puede atacar impunemente en nombre de una libertad y una ética que ellos prostituyen día tras día con la mentira y la maldad. Aviso a navegantes, presidente del Gobierno.
Sobre este libro y apoyando las tesis del magistrado y Luis Segovia López, magistrado jubilado, lo resumía en un artículo en información.es llamando a Jiménez Losantos “vendido” en su traducción del adjetivo "venal".
PABLO SEBASTIÁN, como “El perro Marcelo”, en Estrella Digital:
Cuenta todo eso Federico, gran mandril, predicador de la catástrofe, que estás utilizando el discurso de la España que se hunde para forrarte el bolsillo, exhibiendo el garrote vil de la COPE
MATÍAS ANTOLÍN, en PR Noticias, el 14 de noviembre de 2005, titula su artículo Yo, Federico, la serpiente de las ondas. Le dedica los siguientes términos.
Mesiánico botarate, ultramontano extremista, Chiquito de Teruel, moralmente indecente, políticamente explosivo, catastrofista carroñero, Queipo de Llano, voceras, Radio puñal, energúmeno, fundamentalista, pequeño dictador…
Son sólo pequeñas muestras, un somero repaso por las hemerotecas (tiempo habrá de añadir más) al que habría que unir la campaña desatada contra la COPE –Federico Jiménez Losantos, César Vidal e Ignacio Villa– orquestada desde medios como El Periódico de Cataluña o Avui que le llegaron a dedicar especiales y colecciones de viñetas mientras las JERC se encadenaban a las puertas de la COPE o llegaban amenazas de bomba. El atentado de Terra Lliure contra Jiménez Losantos en 1981 fue caricaturizado por algunos medios desde el mismo día en que se perpetró. “Piernicidio contra uno de los autores del Manifiesto de los 2.300” llegó a llamarlo El Periódico de Cataluña. Pero más de un cuarto de siglo después se ha seguido usando en libros y documentales de TV3 como un triunfo."
Filomeno:
ResponderEliminar???
Prevost:
Bueno, bueno, ....
Ruby:
¿Escuchas habitualmente a FJL en su programa La Mañana de la COPE?
Anónimo:
Gracias. No se, haría falta una redacción entera de documentalistas para conocer todos los sitios donde le han dado caña.
Pero creo que se equivoca al contraatacar con las mismas armas. No creo que ningún juez le dé lo que le están quitando. Y además pierde parte de su honorabilidad al rebajarse al nivel de estos “navejeros” de medio pelo.
Enlace:
ResponderEliminares.youtube.com/watch?v=eeE3uE8QmLA
Felipe González mostrando sus respetos a FJL.
Llevo tanto tiempo leyendo que he olvidado mi comentario.
ResponderEliminarj. castrillejo dijo...
ResponderEliminar"Anónimo:
Gracias. No se, haría falta una redacción entera de documentalistas para conocer todos los sitios donde le han dado caña.
Pero creo que se equivoca al contraatacar con las mismas armas. No creo que ningún juez le dé lo que le están quitando. Y además pierde parte de su honorabilidad al rebajarse al nivel de estos “navejeros” de medio pelo.
30 de julio de 2008 20:36"
A ver... no me malinterpretes; no estoy diciendo que comparta que contraataque (FJL). O que lo justifique. Pero sí que lo entiendo. Y le comprendo. Y me solidarizo con él. Creo (y creo -valga la redundancia- no equivocarme) que FJL, si por él fuera, no pisaría jamás un Tribunal para demandar a nadie por mal que le pusiesen. Por mucho que le insultasen, injuriasen, calumniasen o vejasen. Y ha tenido mil motivos, un millón de ocasiones, y un billón de oportunidades. Pero él, a diferencia de otros (¿o del resto quizá?) cree en la libertad de expresión. Y cree que donde se debe luchar, sin más arma que la palabra, es en campo intelectual, periodístico o político, en la redio, en la tele, tras el micrófono, en una tribuna, o desde un artículo periodístico. Y además los que se sienten dañados o dañado "su honor" no son indefensos ciudadanos de a pie, son los "poderosos": periodistas, directores de periódicos (o ex-directores), políticos, jueces y magnates del Imperio mediático que tienen suficientes medios para ello. Ahí es donde se demuestra el ingenio, la capacidad argumentativa y la pericia idiomática de intelectual de alto calibre. Pero esos poderosos que hasta tenían un periódico para hacer con él lo que quisieran (incluso hundirlo ;-)) prefieren ir a llorar a la toga de mamá "justicia" (apellido: politizada); y en vez de solucionar el conflicto, obliga al demandado a indemnizar al demandante cuando el linchamiento hacia aquél (FJL) es deporte nacional desde hace mucho tiempo, diana y objetivo de mil y un programas de "telebasura enmierdada teledirigida" que se dedican a darle a diestro y siniestro sin su capacidad que envidian, sino con la vulgaridad chabacana, postlogsista, indecente y de fulanismo mediocre que padecemos. ¿Ha ido alguna vez a papá tribunal para decir que le han pegado una somanta de palos dialécticos de pésimo gusto? ¡No! Él cree en la libertad de expresión; pero entiendo, comprendo y suscribo lo que él dice y lo jodido que es que tengas que pagar a un mindundi por decir "carcalejos, zote, lacayo"; y sin embargo, nadie diga ni "mu" cuando alguien como el director de la radio oficial del Régimen, SER, Daniel Anido le dedicó los siguientes epítetos, que además hizo extensibles a Pedro J. Ramírez, Alfonso Ussía, Anson y otros periodistas no proclives al régimen zapaterista: "pajilleros, reprimidos, grasientos, puteros, siniestros, cobardes y acomplejados», «profetas con derecho de pernada», «mediocres» y «exhibicionistas de la baba en la pluma»" ¿Eso sí se puede? ¿Por qué? ¿Por qué procede de la izquierda divina súper-fashion mega-guay de "morritos Jagger" (Leire Pajín) y el monaguillo grimoso de Palas del Rey (Pepiño Blanco)? Pues es aberrante. Con ello no justifico ni avalo ni comparto que haya que rebajarse al nivel de esta patulea de estúpidos iletrados y usar sus mismas y liberticidas armas; pero que si lo hace, aun no compartiéndolo, lo entenderé, comprenderé y veré con cierta lógica. No me gusta, ni me vale el "empezaron ellos", pero es que a este paso FJL va a tener que ir dando dinero a cualquiera al que diga "tontín" y, sin embargo, mil programas que se basan en llamarle "asesino fascista, reprimido y matón" pueden irse tan ufanos de rositas. Y es intolerable. Ojalá hubiera libertad de expresión (de verdad quiero decir). Pero esto nos lleva a la autocensura (y si hay quien no la desea o se niega como él), pues censura previa; pero no para todos, sólo para los "no adeptos", "no afectos o desafectos" o "no gratos" y eso es vergonzoso. Por eso, si para dar en los morros a todos los que van linchándole a diario, les da a probar de su misma medicina, que lo hará a su pesar, sin compartir en modo alguno esa práctica, la entenderé dado el estado en el que nos encontramos. Oí antes en el telediario de Telemadrid que cuatro terroristas de la ETA (que a este paso va a ser una "oenegé") habían podido salir a la calle alegando "depresión" o "apnea del sueño", además de Beloki para su "tratamiento de fertilidad". Dirás que esto no tiene nada que ver. Pues mira, me gustaría saber si ahora todo preso que alegase esas mismas o similares circunstancias contaría con el beneplácito de nuestra "querida" judicatura. Estamos siempre con el doble rasero y la doble (o triple) moral. Y si condenan a uno por decir "carcalejos", cuanto más deberían hacerlo con ese Anido (mala baba); y no me importaría verle en el banquillo; que lo desee, no; no soy vengativo aunque eso pensara mi admirado Churchill de los españoles; pero ante la campaña de acoso y derribo de ciertos intelectuales de la derecha liberal, frente al linchamiento, la estigmatización y la demonización de según qué medios, y frente a la impunidad de unos ante la persecución de otros, es comprensible que llegara actuar así; aun, reitero, no compartiéndolo. En claro retroceso... vamos cada vez peor. ¡Es una vergüenza! Y, así nos va.
Por su interés: Editorial de El Mundo del otro día:
ResponderEliminar"Editorial
HONOR A 100.000 EUROS LA PIEZA
Causa sorpresa e inquietud el rumbo que en España está tomando la profesión periodística. Porque si ya es preocupante que se obligue a pagar a un periodista 100.000 euros por haber lesionado el honor de otro periodista en una polémica pública, lo que es inaudito es que haya medios de comunicación que lo celebren. Nos referimos a la condena que un juzgado ha impuesto a Jiménez Losantos por sus críticas al ex director de Abc José Antonio Zarzalejos, y al alborozo con que ha sido recibida en el grupo Prisa que, en una especie de tótum revolútum, ha relacionado esta condena con aquélla otra muy distinta a raíz de la polémica querella de Gallardón.
En el caso que atañe al alcalde de Madrid, se condenó penalmente a Jiménez Losantos por llamarle «traidor» y afear su falta de sensibilidad con las víctimas del 11-M. Ahora estamos en un pleito civil en el que no se plantea que unas expresiones sean delictivas, sino que hacen acreedor a su destinatario de una compensación económica por algo tan etéreo como el daño al honor. Aquí tropezamos con la controvertida Ley de Protección del Honor y la Intimidad, bautizada en su día por Diario 16 como Ley Midas porque permite a los demandantes hacerse de oro. Baste decir que esta ley ha sido criticada en todos los foros internacionales de prensa porque supone una herramienta para amordazar la crítica. Siempre hemos defendido que algo tan subjetivo como la evaluación del daño moral puede provocar abusos (¿por qué 100.000 euros de indemnización y no los 600.000 que pedía Zarzalejos?), que causa más problemas de los que en teoría ha de resolver y que el Código Penal debería bastar para castigar a quien injurie o calumnie. Además, en el caso que nos ocupa, es de sentido común que el nivel de protección deba ser distinto para un ciudadano de a pie que para un personaje público, como el director de un periódico nacional. No decimos que Zarzalejos deba estar indefenso, pero sí que tiene a su alcance el Código Penal, y que el recurso a la vía civil de quien puede refutar la sátira con la sátira y el denuesto con el ingenio implica admitir una cierta derrota intelectual.
Con todo, insistimos, lo más grave es que haya medios que celebren sentencias que suponen un retroceso de la libertad de expresión. A ese coro se unió ayer el ministro de Justicia, que celebró la condena a Jiménez Losantos porque tiene «un punto didáctico». Bermejo, que alardea de progresismo, volvió así a mostrar su verdadera cara.
Hace tres meses, el director de la Ser utilizaba epítetos mucho más gruesos con otros periodistas que los que ha dirigido Jiménez Losantos a Zarzalejos. Daniel Anido llamaba «pajilleros, reprimidos, grasientos, puteros, siniestros, cobardes y acomplejados», «profetas con derecho de pernada», «mediocres» y «exhibicionistas de la baba en la pluma» a media docena de muy conocidos periodistas, entre ellos el director de este periódico y el propio Losantos. ¿Defiende El País también que Anido tenga que pagar 100.000 euros a cada uno de ellos? ¿Lo hará Bermejo?"
Y artículo de Alfonso Ussía; que si bien no comparte muchas cosas de FJL y se muestran condescendiente con Zarzalejos, sí que clama contra eso tan subjetivo y ahora tan de moda que es el supuesto "honor":
"El precio del honor
Mi honor no vale nada porque jamás lo he valorado como una vía de compensación económica
Alfonso USSÍA
¿Qué valen «Las Meninas» de Velázquez? Nada y todo. No tienen precio. Cuando una gran obra de arte sale de viaje, una carísima póliza de seguros responde de su valor en caso de accidente. «Las Meninas», mil millones. ¿Por qué no treinta mil? ¿Y por qué no veinte euros? ¿Qué cantidad puede compensar su pérdida? ¿Y cuánto vale el honor?
Como «Las Meninas». Todo y nada. El precio del honor es un deshonor. El honor no se recupera con un millón de euros, quinientos mil o cien mil. Mi honor no vale nada porque jamás lo he valorado como una vía de compensación económica. Por eso, por no valer nada, mi honor vale todo. Y si considero que alguien atenta contra él, y muchos lo han hecho, mi honor, que nada vale porque lo vale todo, me recomienda el silencio y el desprecio hacia quien ha intentado herirlo o disminuirlo o deshacerlo.
El honor no puede pagarse. No es indemnizable. Esta moda de las demandas contra el honor me inquietan. Hace años un locutor de la SER, Fernando G. Delgado, dijo la siguiente frase, entrecomillada por Alfredo Urdaci en su libro «Días de Ruido y Furia». «Mañana tenemos, tienen ustedes, la oportunidad de terminar con gente como Federico Jiménez Losantos, Carlos Dávila, Alfonso Ussía y Alfredo Urdaci, herederos directos de los que asesinaron a Lorca». Mi honor me obligó a contestarlo en un artículo, no a demandarlo por su injusta barbaridad. Y me demandó él por la vía Civil, la del dinero. No me dieron oportunidad sus abogados de defenderme. Y Urdaci, en la séptima edición del libro, llegó a un acuerdo con el bocazas para quitar la frase. Urdaci no tuvo honor. Allá él. El honor del locutor se valoró en treinta mil euros. Hoy vale veinte mil. En el Supremo aguarda su nueva cotización. El honor no vale lo que cuesta montar una barbacoa en el chalé adosado. He leído, con disgusto, no por las personas sino por los hechos, que Jiménez Losantos ha sido condenado a indemnizar con cien mil euros a José Antonio Zarzalejos, ex-director de ABC. Pierden los dos. A Zarzalejos, que pedía seiscientos mil euros, le han rebajado de golpe el precio del honor hasta los cien mil. Es muy probable que le sobren razones a Zarzalejos para sentirse herido por la obsesiva descalificación de Jiménez Losantos. Pero no era un ciudadano indefenso cuando fue menospreciado. Era director de ABC, diario poderosísimo. Y Zarzalejos es periodista culto, de pluma afilada y medios sobrados para contrarrestar las críticas, por injustas que sean. No tengo motivos para sentirme agradecido a Zarzalejos, pero lo estimo. Y me duele que su honor se haya establecido en una cotización no definitiva de cien mil euros. Como el mío, como el del locutor de la SER, como el de Jiménez Losantos, el honor de Zarzalejos no tiene precio, porque vale todo y nada. Otra cosa es interponer una querella criminal, reacción más honrosa, siempre que no sea un político en el poder el que la interponga, por motivos de decoro.
No me gusta que la gente que estimo o he estimado, y que han cumplido brillantemente con su profesión, pongan precio a su honor. El de Zarzalejos vale mucho más que cien mil euros. El honor herido entre escritores se defiende con la palabra y la réplica. El duelo dialéctico y el talento en el ataque y la defensa. Eso es respetar el honor. Sin colgarle un precio. A José Antonio Zarzalejos le corresponde ponerlo en su sitio, con generosidad y señorío."
Más claro agua.
¡¡¡LIBERTAD DE EXPRESIÓN!!!
ResponderEliminar