jueves, 29 de enero de 2009

El Tribunal Supremo avala el adoctrinamiento por parte del Estado

El Pleno de la Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo acordó ayer, con el voto a favor de 22 magistrados y el voto en contra de 7, rechazar los recursos de casación presentados por cuatro padres sobre la objeción de conciencia a Educación para la Ciudadanía. Más allá de la estafa de hacernos creer que han debatido durante tres días, el políticamente trufado Tribunal Supremo reconoce que esta asignatura puede ser utilizada para adoctrinar y que por eso se podrán recurrir los manuales o la forma de ser impartidas en las escuelas, o eso al menos se rumorea.

Me llama la atención la reacción de parte de la blogosfera palentina. Tenemos el comentario de Pablo Saldaña: “Un paso más en el siempre difícil camino hacia la normalización democrática y hacía la aconfesionalidad del Estado”, es decir, poner una asignatura –que no sustituye a la de religión– adoctrinadora –esta por parte del Estado– es más democrático y menos religioso. Súmale a esto que en los colegios religiosos –para comprar a la FERE– les permiten, en la práctica, hacer de la EpC una asignatura de religión bis. Si esto es ir hacia la aconfesionalidad que baje Dios y lo vea.

En ese mismo blog José Ramón Lagunilla comenta: “Veremos que hace ahora nuestra querida Junta de Castilla y León. Y lo peor de todo, ¿quién ha pensado en los alumnos?. ¿Cómo se recupera el tiempo perdido? ¿Alguien pedirá responsabilidades?”. Fíjate ministrín, para que veas como las gastan los adversarios políticos. Tú, con lo complaciente que has sido con esta asignatura y mira como te lo pagan, con sectarismo, ataco al contrario aunque no haya argumentos para ello. Y este es maestro escuela. No me extraña que no le quieran ni en el PSOE palentino.

Todos estos estudiaron Formación del Espíritu Nacional y así han salido. Si no queremos que nuestros hijos salgan tan fachas –ya sean uniformados de azul mahón o con el traje Mao– como los que defienden este totalitarismo, tenemos que seguir luchando contra este proceso adoctrinador. Es nuestra responsabilidad como padres. Esta es la prueba de

No os dejéis engañar, no es un enfrentamiento entre curas y laicos. Es la batalla de la libertad contra el fascismo. Ningún Estado, peor aún, ningún gobierno –aunque sea autonómico y el PP– y menos aún un funcionario les van a enseñar valores a mis hijos en contra de mi voluntad, aunque fuesen los mismos que aprenderían conmigo. No es un derecho que tengo como padre, es un deber y no voy a adjuntar de él por mucho que quieran los “tontiprogres” ignorantes o manipuladores.

13 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo. Hay quien pretende acernos pasar a todos los objetores por fanáticos religiosos, para que nadie caiga en la cuenta de que se juega con la libertad más elemental.

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  2. Joder, como se te va la olla macho. Llama a Alcaraz para que os monte otro "sarao".

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  3. Zapatero visito aguilar cuando lo de fontaneda, prometio, no hizo nada y la marca se fue. Los empleos quedaron gracias a la junta. Zapatero y despues el ministro sebastian visitaron la fasa, prometieron y de momento nada de nada y lo peor esta por llegar. Creo que esta vez ni con las ayudas de la junta nos salvamos.
    villarrubia va a madrid con el nuevo, el oscar sanchez, vienen prometiendo y al dia siguiente, osea hoy, nos enteramos que desaparece el turno de noche.
    Conclusion: zapatero y sebastian no vengais por aqui. Villarrubia vete ya.

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  4. Anónimo2/2/09 09:17

    La Junta s precipita cuando quiere y espera cuandio le da la gana. ahora deberian mandar a todos los objetores a clase, sin esperar al tribunal de castilla y león q s pronunciara = q el supremo

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  5. Anónimo2/2/09 16:40

    La Junta lo que debería hacer es apoyar a los objetores, ya que el Supremo sólo se ha pronunciado sobre algunos recursos presentados, y no sobre todos. Además que de ha dejado bien claro que si no la asignatura, sí sus contenidos puede tener un claro elemento adoctrinador. La Junta, si acaso, está siendo muy meliflua, servil y dócil para con el pensamiento progre en comparación con Madrid, por ejemplo. Así que menos tonterías, por favor.

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  6. Anónimo2/2/09 16:42

    AQUÍ MUY CLARITO:

    "EpC: la lucha continúa
    Corría el año 34 d. de C., cuando en Volterra, en Etruria, vio la luz por primera vez un niño que recibiría el nombre de Aulo Persio Flaco. Con el paso de los años y a pesar de ser un provinciano, Persio se abrió camino en la capital del imperio, fundamentalmente, porque disfrutaba de un enorme talento literario. Sus composiciones, escritas en un latín chispeante e ingenioso, fustigaban los vicios de la sociedad de su tiempo, lo que le colocó más de una vez en situaciones comprometidas. En una de sus sátiras, la III, Persio afirmaba lo siguiente: “Ego iam pridem tutorem deum extuli”, lo que podría traducirse como “Hace ya mucho tiempo que sepulté a mi tutor”. La expresión de Persio tenía un significado doble. En una época de la vida – la infancia y la adolescencia - el ser humano necesita de alguien que lo tutele, alguien que la propia Naturaleza identifica como sus padres. Pero llega un momento, el de la madurez, en que cada individuo se ve libre de esa tutela y, de manera personal y responsable, vive su libertad sin la tutela de nadie.

    Ayer por la tarde, el Tribunal Supremo dictó una resolución sobre la objeción de conciencia a la asignatura de EpC. Sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes:

    1. El día 26 de enero, la ministra de Educación Mercedes Cabrera colgó en Youtube un video en el que comentaba la sentencia diciendo: “El Tribunal Supremo acaba de dar a conocer un fallo…”. La circunstancia resulta extraordinaria en la medida en que la sentencia tardaría dos días en dictarse.

    2. Ayer, 28 de enero, dos días después de que la ministra Cabrera colgara en youtube un video comentando la sentencia, el Tribunal Supremo dictó su resolución sobre la objeción de conciencia de la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

    3. Esta decisión ha sido adoptada con el voto favorable 22 de los 29 Magistrados presentes. Igualmente, las sentencias están pendientes de redactar y se notificarán en los próximos días.

    4. Inmediatamente, la ministra Cabrera y las terminales mediáticas del gobierno de ZP se lanzaron a difundir la noticia de que la sentencia era una victoria del gobierno y de que los objetores debían acudir a las clases inmediatamente.

    5. A pesar de las afirmaciones de la ministra Cabrera y de ciertos medios de comunicación, el contenido de la sentencia – que se conocerá por completo dentro de un mes aproximadamente – dista mucho de significar un triunfo para el gobierno de ZP.

    6. De entrada, la Sala Tercera del Tribunal Supremo en Pleno sólo examinaba cuatro recursos de casación, sobre el derecho a la objeción de conciencia a la asignatura Educación para la Ciudadanía, tres de ellos procedentes de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias y otro procedente de la Sala de lo Contencioso de Sevilla, lo que significa que no se ha pronunciado sobre los restantes recursos.

    7. Por otro lado, el pleno de la sala ha llegado a la conclusión de que en los casos presentados – pero sólo en ésos - no existe el derecho a la objeción de conciencia y así mismo ha establecido que los Decretos examinados, ambos referentes a la Educación Secundaria, por sí mismos no alcanzan a lesionar el derecho fundamental de los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

    8. Esta resolución, presumiblemente, deja a salvo otros posibles recursos, otras fundamentaciones para el derecho a la objeción de conciencia, a otros objetores en otros tramos del sistema educativo y, por supuesto, a los contenidos de ciertos manuales de EpC y a las enseñanzas concretas de los profesores.

    9. Además, la sentencia al acotar los contenidos que son lícitos deja fuera todos aquellos supuestos no contemplados en la constitución como son la ideología de género, la defensa de la cultura de la muerte o los presupuestos ideológicos del lobby gay.

    10. Por otro lado, la resolución del TS no constituye sentencia firme en la medida en que aún queda por agotar la vía judicial con el recurso al Tribunal constitucional e incluso al Tribunal europeo de Derechos Humanos.

    11. La sentencia, dado que no es firme, no debería implicar que los alumnos objetores se reintegren a la asignatura de EpC y

    12. Hoy, en un gesto que pone de manifiesto la endeblez de la posición triunfalista del gobierno de ZP, José Blanco, número dos del PSOE, ha señalado que enseñar en clase cómo se pone un preservativo forma parte de nuestros valores.

    A la espera de que dentro de unas semanas tengamos el texto completo de las sentencias, podemos adelantar que el gobierno de ZP y buena parte de los que lo apoyan ha sido objeto de un severo varapalo por parte del TS.

    En primer lugar, la objeción de conciencia frente a la asignatura puede tener cabida en las decisiones judiciales futuras siempre que el planteamiento jurídico varíe.

    En segundo lugar, la asignatura no puede imponer la ideología de género, la cultura de la muerte, los principios del lobby gay o demás visiones ideológicas que no aparecen recogidas expresamente en la constitución.

    En tercer lugar, al no tratarse de sentencia firme, no es de recibo que se obligue a los alumnos objetores a reintegrarse a las clases de EpC hasta que se agote la vía judicial y
    En cuarto lugar, los padres más que nunca han de vigilar para que ni los docentes ni los libros de texto enseñen una sola frase que vaya más allá de lo contenido expresamente en la constitución como podría ser la defensa del aborto, de la eutanasia o del matrimonio entre personas del mismo sexo.

    Señalaba Persio que hay una época en que todos necesitamos tutela, pero ésa es la de los padres. Después, como adultos, ya no la precisamos porque cada uno de nosotros debe responder ante su propia conciencia. Ni en una época ni en la otra, puede gobierno alguno arrogarse la facultad de ser un tutor que sustituya a los padres o a la conciencia propia. Que así quede establecido resulta esencial para defender la libertad de todos en medio de una sociedad libre que se niega a someterse a los principios ideológicos de minorías agresivas y carentes de respeto hacia los demás.

    Precisamente por eso, la resolución de ayer no fue una derrota.

    Precisamente por eso, la resolución de ayer abre caminos hacia el triunfo final.

    Precisamente por eso, hoy más que nunca, no nos rendimos y

    Precisamente por eso, continuaremos sin doblegarnos hasta la victoria definitiva que será la de la familia sobre aquellos lobbies que desean destruirla, la de la legalidad sobre el abuso de poder, la de los Derechos humanos sobre el despotismo y la de la libertad de conciencia sobre la tiranía."

    http://www.cesarvidal.com/index.php/CesarVidal/ver-blog/epc_la_lucha_continua/

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  7. Anónimo2/2/09 16:44

    EpC = ADOCTRINAMIENTO TOTALITARIO NAZIONAL-SOCIALISTA. Una aberración absoluta, se apoye en el positivismo jurídico más infame conculcando derechos en un país donde no hay ni separación de poderes ni independencia judicia o se apoye en la manipulación gubernamental casi más parecida a la tiranía castristas que alguno tanto elogian.

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  8. Anónimo2/2/09 23:06

    De verdad que muchas veces no se si sois más peligrosos para el rigor intelectual e histórico los liberales o los marxistas.Cualquiera que aplique un poco de ello, no hace falta mucho, podría constatar facilmente las enormes diferencias, a favor de la primera,por supuesto,entre aquella FEN y la bazofia moral e intelectual de gran parte de los contenidos reales de EducaZión para la Ziudadanía; y esto no significa,por supuesto,que nadie pretende reimplantar la primera.
    Con respecto a la visita del inepto que tenemos al frente del gobierno a Aguilar, matizar que ni siquiera fue capaz de prometer nada;simplemente se limitó a sonreir bobaliconamente,a hablar sin decir nada, como en él es habitual, y a dejar que los aún más ineptos Villalba,Gallego y Villarrubia se columpiaran con la irresponsable propuesta de expropiación de la marca Fontaneda.Se conoce que no habían tenido bastante con el expolio de RUMASA y el posterior enriquecimiento vergonzoso de amigos del socialfelipismo a los que se adjudicó alguna de las empresas de la abeja y que se lucraron de aquella irresponsabilidad política del otro 23 F . Claro que de la verdadera historia de los de los 100 años de honradez pocos quieren acordarse, es más facil y rentable de cara a la maleada galería española actual caer en el topicazo de asuntos como la Formación del Espíritu Nacional.¡Sí señor, liberales y marxistas cogiditos de la mano caminado hacia un futuro progresista lleno de luz y aplastando la oscuridad de la carcundia del pasado más reciente¡.¡¡¡¡¡JA¡¡¡ JA¡¡¡JA¡¡¡....

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  9. Anónimo3/2/09 01:48

    "Diez preguntas sobre Educación para la Ciudadanía


    ¿No es verdad que la asignatura Educación para la Ciudadanía se propone formar la conciencia moral de los ciudadanos al margen de las convicciones de las familias?

    ¿No es verdad que la asignatura Educación para la Ciudadanía impone obligatoriamente una ética común laicista prescindiendo de las creencias y la concepción de la persona y de la vida que tienen muchos ciudadanos españoles?

    ¿No es verdad que la asignatura Educación para la Ciudadanía pretende que los alumnos se construyan sus «proyectos personales de vida» sin referencia alguna a la verdad y al bien introduciendo obligatoriamente el relativismo ético y la pluralidad de códigos morales en la escuela?

    ¿No es verdad que la asignatura Educación para la Ciudadanía considera únicos referentes éticos la Constitución Española y los Estatutos de Autonomía cuando en realidad son sólo documentos jurídicos y políticos?

    ¿No es verdad que la asignatura Educación para la Ciudadanía promueve la aceptación obligatoria en la escuela de las relaciones homosexuales y la libre elección de preferencia y orientación afectivo-sexual?

    ¿No es verdad que los lobbies homosexuales han afirmado que «la asignatura Educación para la Ciudadanía es una gran oportunidad para los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales?

    ¿No es verdad que la asignatura Educación para la Ciudadanía introduce el concepto «derechos humanos como una conquista inacabada», permitiendo identificar los derechos humanos con medidas como el matrimonio entre homosexuales, los llamados «derechos sexuales y reproductivos y el supuesto derecho a una muerte digna».

    ¿No es verdad que el Ministerio de Educación, en su página web 2005, Año Europeo de la Ciudadanía a través de la Educación , recomienda un material sobre derechos humanos en el que se califica a ETA de «grupo armado»?

    ¿No es verdad que la asignatura Educación para la Ciudadanía constituye una herramienta de adoctrinamiento ideológico que hace posible, por ejemplo, que la Junta de Andalucía, en su página web sobre Ciudadanía a través de la Educación recomiende analizar en clase los derechos sexuales y reproductivos a través de películas como «El crimen del padre Amaro» y «Al otro lado de la cama»?

    ¿No es verdad que el PSOE, en su manifiesto Constitución, laicidad y Educación para la Ciudadanía de diciembre de 2006, defiende la asignatura Educación para la Ciudadanía como medio de formación moral obligatoria frente a las religiones, a las que acusa de dividir y someter a las personas?

    Fuentes de Profesionales por la Ética recuerdan igualmente que las sentencias 15/1982 y 53/1985 del Tribunal Constitucional afirman que el derecho a la objeción de conciencia puede ser ejercido con independencia de que se haya dictado o no tal regulación. la objeción de conciencia ya que forma parte del contenido del derecho fundamental a la libertad ideológica y religiosa reconocido en el artículo 16.1 de la Constitución Española."

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  10. Anónimo3/2/09 02:01

    Traigo aquí un artículo antiguo, de julio de 2007, porque hoy está más vigente que nunca sobre el adoctrinamiento o formación del espíritu progre -que poco tiene que ver con la Carta Magna que la progresía ha ultrajado- donde impera el relativismo amoral, el caduco nihilismo, la irresponsabilidad manifiesta aodctrinando políticamente desde la infancia con instrumentos perniciosos que coaccionen en la escuela para ir "normalizando" perversamente al alumnado y que luego vean con normalidad que sus gobernantes justifican la tiranía castrista, el terrorismo de Hamas mientras negocian con etarras, despilfarran abriendo embajadas de inexistentes naciones que no son sino regiones en las que se niega el derecho a estudiar en la lengua materna a la gran parte de la población mientras desarrollan supuestas normaes jurídicas en una nación sin separación de poderes ni justicia independiente para perpetrar políticas aberrantes de discriminación, desigualdad y sobre todo propugnando la merma de la libertades individuales en favor de los derechos de supuestos territorios o supuestos utopismos creados a imagen y semejanza del mesianismo iluminado que se convierte en dogma de fe por parte de una progresía iletrada que nos ha llevado a la cola de Europa en las materias dedicadas a la esenñanza de destrezas y habilidades y no a ese compendio de doctrina propia de regímenes antidemocráticas que se justifican si se adaptan a la visión de la secta progre. Y es que como bien se dice en este artículo, la imposición de una moral estatal a manos del gobierno más sectario de la democracia es un "atentado a nuestra libertad" constituido para la construcción de esa "nueva" sociedad, un proyecto de ingeniería social típico de regímenes totalitarios para controlar a sus ciudadanos desde el primer momento, y es que no es sólo un problema de contenidos, enseñar en una dirección marxistoide o democristiana, sino de respetar la libertad individual de las familias a elegir la educación de sus hijos e impedir la deleznable intromisión del Estado en los valores, creencias e ideas, más aún sentimientos y afectos, de los ciudadanos, y especialmente, de los más vulnerables, los niños, que absorben como una esponja aquellos que procede de lo que se supone es una autoridad, y que pretende la izquierda instrumentalizar para poder llevar a cabo su cambió de régimen con las generaciones venideras previamente moldeadas con aquellas armas que ya utilizaron los más siniestros regímenes en las páginas más negras de la historia europea.

    "Educación para la Ciudadanía. Formación del Espíritu progre

    Por Ignacio Cosidó
    En Libertad Digital nº 1190 | 29 de Julio de 2007


    En el proyecto político liderado por Rodríguez Zapatero no sólo subyace la idea de un cambio de régimen, de superación de la transición democrática, de ruptura de los consensos constitucionales y de revisión interesada de nuestra reciente historia, sino que parece existir un proyecto aún más ambicioso de crear una nueva sociedad. Una sociedad en la que desaparezca toda creencia religiosa o al menos ésta quede circunscrita a un ámbito estrictamente personal. Una sociedad en la que exista un único pensamiento y en la que cualquier otra alternativa ideológica sea ilegítima por considerarla antidemocrática. Una sociedad en la que todo sea relativo, en la que el bien y el mal, la verdad o la mentira, se definan en función de una opinión mayoritaria coyuntural o por meros intereses de partido.

    La asignatura de Educación para la Ciudadanía es sin duda la punta de lanza en ese ambicioso proyecto de construcción de esta nueva sociedad de laicismo agresivo, pensamiento único y absoluto relativismo moral. Nada habría que objetar a que en la escuela se impartieran principios constitucionales o declaraciones universales de derechos. El problema es que a tenor de las intenciones de este Gobierno, de los libros de texto hasta ahora conocidos y del enfoque que han dado a la asignatura sus promotores, Educación para la ciudadanía va mucho más allá de ese propósito introduciendo un sesgo ideológico en la educación de los niños y violentando la libertad de sus padres en la formación moral de sus hijos.

    La escuela no debe ser en ningún caso un instrumento de adoctrinamiento ideológico. Aún menos, la educación debe ponerse nunca al servicio de los intereses de un partido o de un gobierno. La función esencial de la escuela es la enseñanza de conceptos bajo un principio de neutralidad política. Ni siquiera el Estado tiene derecho a adoctrinar políticamente a sus ciudadanos como pretende hacer Zapatero con esta asignatura.

    La formación moral de los niños corresponde esencialmente a las familias, cuyos padres tienen la libertad constitucional de elegir los valores que quieren inculcar a sus hijos. La función de la escuela no es suplantar a los padres en esta formación moral, sino apoyarlos respetando la libertad de estos. La educación en valores es sin duda necesaria, pero esos valores deben ser aceptados previamente.

    No es extraño que la implantación de la Educación para la ciudadanía haya generado una enorme polémica y un gran rechazo en muchas familias, en asociaciones de padres de alumnos, en numerosos centros docentes y en la Iglesia Católica. Es de destacar que la mayoría de las críticas y las discrepancias en torno a esta asignatura haya venido no del ámbito político, aunque Mariano Rajoy calificara acertadamente a esta asignatura como nuevo catecismo laico, sino de organizaciones sociales y de las propias familias. Es una muestra de que el debate sobre esta cuestión trasciende los meros intereses partidistas y tiene que ver con los valores más básicos.

    La resistencia a este adoctrinamiento ideológico y a esta pretendida manipulación moral ha llegado al extremo de que algunos padres estén planteándose la objeción de conciencia para que sus hijos no cursen la asignatura, pese a las reiteradas amenazas del Gobierno sobre la obligatoriedad de la misma. La figura de la objeción tiene sin duda una compleja articulación jurídica aplicada a este caso, pero no es menos cierto que al final puede terminar siendo la última opción para defender la libertad que todos los padres tenemos en la educación de nuestros hijos.

    El Gobierno está logrando sin embargo generar cierta división entre quiénes se oponen a la asignatura. Así, los representantes de los centros católicos consideran que es posible acomodar los contenidos de la asignatura al ideario de sus centros, mientras que muchos padres, y en buena medida la Iglesia, considera que la propia concepción de la asignatura atenta contra nuestra libertad y contra nuestros principios cristianos. Sería bueno que en un tema de tanta trascendencia hubiera una postura unitaria de todos los católicos que somos quiénes estamos liderando en este caso la oposición a esta nueva agresión del gobierno a nuestras creencias.

    Ante un atentado a nuestra libertad como el que constituye Educación para la ciudadanía no es el momento de poner nuestros intereses, por legítimos e importantes que sean, por encima de nuestros principios. El proyecto de construcción de la nueva sociedad a la que aspira Zapatero se basa en buena medida en un gradualismo que de aceptarse nos llevaría a claudicar ante ese objetivo. No es un mero problema de contenidos, es una cuestión de concepto sobre como entender la educación, la libertad y la sociedad misma."

    http://www.gees.org/articulo/4323/

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  11. Anónimo3/2/09 02:37

    Visto lo visto, parece que sólo va a quedar el "homeschooling" -si estuviera permitido- y la educación -¡ojo! no la escuela solamente, sino la educación- privada. Para desenmascar la perversión que se esconde tras esa tenebrosa arma de EpC, lean a Juan Ramón Rallo:

    "EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

    Zapatero te quiere adoctrinar

    Por Juan Ramón Rallo

    Que la educación pública es una herramienta del Estado para manipular a la población es un hecho tan incontrovertible que no debería necesitar mayor demostración. La escolarización compulsiva y el control del programa educativo no pueden tener otra finalidad que la inculcación deliberada de una serie de ideas favorables a quien las impone.

    Aun así, una mayoría de la población sigue desconfiando de esta tesis. A sus ojos el Estado sigue siendo un altruista benefactor que trata de proporcionar al pueblo llano la escuelita que necesita para no quedarse rezagado frente a los ricos y poderosos. Por supuesto, quienes sostienen tales ideas deberían caer en la cuenta de que ellos mismos han sido educados en un sistema controlado firmemente por el Estado, y de que, por consiguiente, buena parte de sus ideas puede ser producto de esa manipulación originaria.

    Entre los rufianes que se benefician del sistema y los cándidos serviles que se creen la cantinela de los anteriores, la educación pública sobrevive como el más prodigioso aparato de adoctrinamiento masivo que existe.

    Las últimas maniobras del Gobierno socialista, con todo, deberían hacer caer de la parra a más de uno. La asignatura de Educación para la Ciudadanía que pretende implantar el Ejecutivo desvela con toda claridad el propósito primigenio de todo el sistema educativo español: crear entusiastas militantes del Estado.

    Aun así, no dudo de que la mayoría de los españoles siga siendo tan pusilánime como para mirar hacia otro lado mientras le azotan la espalda, pero confío en que el descaro totalizador de la asignatura abra al menos algunas brechas entre las adormiladas conciencias patrias.

    De hecho, la revolución educativa que ha planteado ZP ya ha tenido su particular reacción en el Gobierno de Esperanza Aguirre, que, en un alarde de magnanimidad y de liberalismo extremo, ha permitido convalidar la asignatura por labores de voluntariado. Vamos, como cuando Mao sustituyó la lectura de su Libro rojo en las escuelas y envió a los niños a las granjas rurales para reformar su espíritu mediante el trabajo.

    Al Gobierno, obviamente, esta injerencia en su agenda interna le ha sentado como una patada en la espinilla, y se ha afanado en recordar que la asignatura es obligatoria. ¡Y tan obligatoria! Como que sustituyen el cerebro de los críos por una papeleta electoral del PSOE.

    Basta pasarse por los contenidos de la asignatura para comprender el alcance ideologizador y emburrecedor de la materia.

    Por ejemplo, en contenidos comunes encontramos
    Reconocimiento de las injusticias y las desigualdades. Interés por la búsqueda y práctica de formas de vida más justas. Participación en proyectos que impliquen solidaridad dentro y fuera del centro.
    Como toma de posición ética no está mal: desigualdad = injusticia. O, dicho de otro modo, cualquier orden social no igualitario es intrínsecamente injusto y maligno. Afortunadamente, el cirujano estatal estará siempre presto para realizar las oportunas operaciones, apelando siempre, eso sí, a los sentimientos de solidaridad "fuera del centro" que convenientemente se habrán encargado de insuflarnos.

    ¿Que un empresario gana dinero? Explotación. ¿Que un individuo se compra una segunda casa para veranear? Especulación. ¿Que un hombre accede a un puesto de responsabilidad en una compañía? Sexismo. ¿Que critico ciertos dogmas del islam? Xenofobia. ¿Que estoy en contra de las ayudas estatales al Tercer Mundo? Genocidio.

    Lo importante no es que los individuos entablen relaciones libres y voluntarias, que cumplan de buena fe los acuerdos contractuales o que reparen los daños que causen. Todo esto no tiene nada que ver con la justicia; de hecho, la libertad puede generar injusticias si da paso a una distribución desigual de la renta. ¿Seguro que ZP no es un clon procedente de un gen tonto de Karl Marx?

    Otro ejemplo de adoctrinamiento lo tenemos en el siguiente punto:
    Ciudadanía global. Desarrollo humano sostenible. Cooperación. Los movimientos comprometidos en la defensa de los Derechos Humanos.
    El multilatelarismo estatista de ZP metido de lleno en las aulas. Ahora resulta que somos ciudadanos del globo, esto es, que nos adscribimos a un Estado mundial cuya misión parece ser promover un desarrollo sostenible de la Humanidad; o, dicho de otro modo, planificar, controlar, dirigir y reprimir las vidas de 6.000 millones de personas para evitar la extinción del chinche verde.

    Y como el Estado no produce nada sino que se nutre del expolio de la población, supongo que será necesario crear algún impuesto mundial, como la Tasa Tobin, para financiarlo. Al fin y al cabo, parece que el compromiso con la defensa de los Derechos Humanos debe consistir en vulnerar los derechos naturales más elementales de manera sistemática. Las personas tienen derechos en la medida y en la extensión en que el Estado los tolere, pues en todo caso están sometidos a que no den lugar a un orden social desigual. Hay que apretar las tuercas y mover las palancas intervencionistas conforme sople el viento de la libertad.

    Pero si todo esto es escandaloso –y lo es mucho–, esperen a ver el método de evaluación:
    Reconocer los Derechos Humanos como principal referencia ética de la conducta humana (…) Se trata asimismo de valorar si el alumnado entiende los derechos humanos como una conquista histórica inacabada y manifiesta una exigencia activa de su cumplimiento.
    No se conforman con atiborrar de basura, mentiras y prejuicios socialistas a los escolares, además quieren que se crean esas falacias y que las asuman como la Verdad. La posición ideológica de cada alumno –y no el grado de conocimiento sobre una posición ideológica– es uno de los criterios de evaluación. Estamos ante los exámenes y las supervisiones de pensamiento: el objetivo auténtico, como en 1984, no es soportar estoicamente al Gran Hermano, es amarlo y adorarlo como al auténtico y único realizador de la Humanidad.

    Con estos mimbres, no es de extrañar que el Gobierno se empeñe en que la asignatura sea obligatoria en toda España. ¡Si les garantiza el chiringuito por varias décadas!

    Es momento de volver a reivindicar la muy necesaria separación de la escuela y el Estado. La solución no pasa por confiar en que otros políticos lleguen a salvarnos. El problema es inherente al sistema: la estabilización coactiva de los alumnos para que se les inculque un programa aprobado por los políticos y para los políticos.

    La solución real consiste en que los padres caigan en la cuenta de que la educación de sus hijos les corresponde a ellos. Es hora de generalizar el homeschooling y la educación privada, de cerrar escuelas públicas y de enterrar los planes escolares obligatorios y centralistas. La libertad requiere de responsabilidad y desemboca en diversidad: si no quiere ser un peón de la burocracia y del poder político, saque a sus hijos de los centros de adoctrinamiento estatales."

    Les recomiendo que vean el siguiente vídeo, verán lo que la Educación para la Ciudadanía implica y significa, y cómo lo que se están generando peligrosos populistas como Chávez lo ha importado ZP para España, ¿les gustaría que sus hijos se convirtieran en seres dogmáticos con una ideología introducida por el aparato estatal como aparece esta niña de 8 años, Nazareth, contando las bondades del chavismo bolivariano?

    http://es.youtube.com/watch?v=GEyWCtCLSbE

    Produce auténtico pavor, ¿verdad?

    Perlas contra el imperialismo yanqui, antiamericanismo puro (salvo obamitas con tez zaplanesca), arengas a favor del derecho de "autodeterminación de los pueblos", ¿les suena?. En fin, pura dinamita para crear robots autómatas serviles y dóciles al sectarismo progre como nuevas religión -laica, eso sí- impuesta por el Estado. Vuelve la tiranía...

    En resumen, cinco brevísimas razones para rechazar ese intrumento totalitario de tiempos tenebrosos y dizque superados que vuelve con mayor virulencia avasallando y arremetiendo contra la libertad de los más jóvenes...

    CINCO MOTIVOS para rechazar

    EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA



    Porque al hablar expresamente de cuestiones como la “construcción de la conciencia moral” con enfoques claramente ideológicos, la nueva asignatura supone una intromisión ilegítima del Estado en el sentido de la educación moral de los alumnos, que es una responsabilidad y un derecho fundamental de los padres. (Es decir, supone un adoctrinamiento con gran componente ideológico tendente a forma unos determinados criterios y cánones inamovilbles que van contra el fomento del espíritu crítico de alumno impidiéndole valorar y pensar por sí mismo al estar sometido desde la escuela a valores e ideas, que no son una simple carta de derechos, sino una imposición desde una perspectiva muy marcada que coarta la libertad ideológica de niños y familias. Un horror)




    Porque impone la llamada “ideología de género” por la cual debe aceptarse que existen, según la libre elección de cada uno, diferentes “orientaciones afectivo-sexuales”, todas ellas equiparables, y que la diferenciación y complementariedad sexual entre varón y mujer -base de la familia- es una construcción cultural que debe superarse. (O sea, se incide en la promoción de la legislación socialista impidiendo cualquier valoración crítica o neutral generando una injerencia que no se basa en el respeto, sino que impone una visión parcial adecuada a los intereses del gobierno actual, al mismo tiempo que evalúa los comportamientos y actitudes con objeto de adecuarlos al interés gubernativo o estatal)




    Porque una buena parte de los “criterios de evaluación” de la asignatura no se basan en la adquisición de conocimientos sino en la observación de los comportamientos de los alumnos para comprobar que han asimilado los planteamientos ideológicos de los contenidos.
    (Esto es, no se trata de evaluar los conocimientos adquiridos en una materia, ni las destrezas o habilidades ante algo, ni la cultura asumida, tampoco se evalúa la forma de razonamiento crítico fomentando la independencia de pensamiento desde una neutralidad, sino que se perpetra el mayor atentado contra la libertad de conciencia imponiendo valores, ideas y creencias que serán evaluadas siendo positivo el progreso del alumnos cuando asuma sin objeciones un compendio que llega hasta los emocional entrando en conflicto incluso con el ámbito psicológico e incluso generando confrotación con los valores asumidos en su familia, lo que supone que la moral estatal prevalezca y desaparezca nociones como el bien y el mal, y se pasa a un relativismo donde todo enfoque tenga raíces ideológicas a través de las que inocular sutilmente claro contenido ideologizante para formar conciencias de una manera totalmente abyecta, ruiz y miserables)


    Porque defiende la construcción de un “mínimo común ético” a costa de sacrificar la ética privada, así como la opción religiosa individual, con el grave peligro de crear en los alumnos una confusión en cuanto a la separación de la vida privada y pública.
    (Lo dicho, lo "público", es decir, el aparato estatal pasa a dirigir la conciencia del alumnado pudiendo entrar en conflicto con la familia, y generando valores articiciales dirigidos desde el gobierno o las comunidades autónomas pudiendo todavía perjudicarlo más el docente encargado de impartir una moral que se aleja de cualquier transmisión del saber, y pasa a insuflar unas ideas que pueden generar trastornos irreperables moldeando desde que se adquiere el uso de razón hasta el fin de la adolescencia la personalidad y carácter manipulando la mente de los educadandos, que no serán sino los que asimilen esa ética estatal contraria a lo que pueda forjar su libertad de pensamiento. Es un ataque frontal al librepensamiento. Otra vez, conclusión: propio de tiranías)



    Porque los contenidos de la asignatura que sí son necesarios y justificables -conocimiento de las Declaraciones de Derechos Humanos, de la Constitución o del funcionamiento del sistema político- pueden incorporarse a otras asignaturas, como Conocimiento del Medio o Ciencias Sociales, o bien ser tratados de forma transversal.
    (Esto último se limita a constatar una realidad, ya existe un fracaso escolar desmesurado como para eliminar horas de materias científicas o humanísticas que dotan al alumno de capacidades o intentar que desarrolle éstas, y ocupar esas horas una materia totalmente adoctrinadora, sin ningún rigor que no se basa en el conocimiento, y en caso de querer conocer normas básicas de nuestro ordenamiento jurídico, ya hay materias que pueden incuirlas y darlas a conocer sin entrar a politizar al alumnado valorando sus posiciones al respecto con objeto de que para avanzar académicamente tenga que doblegarse a la ética estatal de nueva creación en lo que no es sino un nuevo proyecto de ingeniería social alentado por los intereses por todos conocidos. Aberrante, deleznable y monstruoso).

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  12. Anónimo3/2/09 03:01

    Enlace del artículo:

    http://revista.libertaddigital.com/zapatero-te-quiere-adoctrinar-1276233415.html

    Si en su centro educativo les da por escoger el libro de Epc de la editorial Akal, sus hijos estudiarán barbaridades como éstas:

    www.libertaddigital.com/sociedad/un-libro-titulado-educacion-para-la-ciudadania-tacha-a-losantos-vidal-y-albiac-de-racistas-militantes-1276309470/

    Ramón Pi también demuestra saber de lo que habla:


    "Reeducación totalitaria
    Publicado por Ramón Pi el 12 de Enero de 2007 en American Review.


    Se quiere establecer un catálogo penal «políticamente correcto» que penetre en lo que las personas hagan o digan.

    La universidad del Estado de Michigan, en Estados Unidos, tiene un programa que se llama Seminario sobre Responsabilidad del Estudiante en Comunidad. Se trata de una iniciativa de reeducación que han de pagar de su bolsillo las familias de los estudiantes cuya conducta o expresiones se consideren inaceptables. Esa universidad no se conforma con reprender o, en su caso, castigar a los estudiantes que cometan actos punibles, sino que pretende cambiar su pensamiento.Una alumna de 20 años fue obligada a asistir a varias sesiones del peculiar seminario porque se peleó con su novio y se marchó dando un portazo. El reeducador se esforzó en explicarle qué fue lo que había hecho mal, con objeto de que ella lo reconociese y así lo expresase formalmente.

    Un estudiante fue «sentenciado» a asistir al seminario forzosamente porque había sido grosero con el recepcionista de los dormitorios. Le preguntaron qué había hecho mal, y contestó que no debía \”haber sido grosero con el recepcionista», cuando la respuesta que tenía que haber dado era que se sintió con derecho a permanecer en los dormitorios, cuando eso no estaba permitido.

    El programa reeducador prevé también la privación de asistir a clase para los alumnos que no acepten acudir a sus sesiones o no reconozcan que se han comportado mal. Actitudes parecidas existen en otras universidades de Estados Unidos, esclavizadas por la infección de «corrección política».

    Todo esto parece sacado de un mal imitador de Orwell o de un nostálgico de las reeducaciones soviéticas o de la Camboya de Pol Pot, pero ocurre en la realidad, y además se produce en el país tenido por el más celoso de las libertades individuales del planeta. En cierto modo, sin embargo, hemos podido enterarnos gracias a eso, puesto que ha sido la vitalidad social la que ha sacado este abuso a la luz pública, acusando a la universidad de practicar lavados de cerebro absolutamente intolerables. Las autoridades universitarias han dicho que están revisando el programa, pero la réplica de los acusadores ha sido que no hay que revisarlo, sino suprimirlo, porque es inaceptable que se fuerce a tener que decir «correctamente» lo que se ha hecho mal. Si es malo y contrario a las libertades de expresión, de pensamiento y de religión imponer a los estudiantes lo que no pueden decir, mucho peor y totalitario es imponerles lo que deben decir, creer o incluso pensar.

    Parece que éste es uno de los signos perversos de los tiempos que corren. De hecho, los llamados liberales de Estados Unidos (que no son lo que aquí entendemos por liberales, sino que, al revés, son los intervencionistas) han propuesto reiteradamente la inclusión de un nuevo tipo delictivo en el Código Penal: los llamados delitos de odio, que presuponen la existencia de odio en los que desarrollan determinados comportamientos.

    Esta idea de los «delitos de odio» empezó como consecuencia de la presión de los lobbies homosexuales, que pretendían que la ley presumiera automáticamente odio -que llaman homofobia, palabro que, por cierto, la RAE se ha apresurado a incorporar al diccionario, por si acaso- en quienes no dijesen que la homosexualidad es normal y equivalente a la heterosexualidad. Ahora se quiere establecer todo un catálogo penal «políticamente correcto» que penetre en lo que las personas no sólo hagan, sino digan o incluso piensen o crean. La policía del pensamiento y de la palabra. Y no en sentido figurado o metafórico, sino policía de verdad, y cárcel de verdad.

    En España no estamos muy lejos de vivir situaciones parecidas, si es que no hemos entrado ya de lleno en esta ciénaga totalitaria. La Educación para la Ciudadanía tiene todas las características de formar parte de esta mentalidad, con el agravante de pretender aplicarse sobre los niños y adolescentes, desde los tres años de edad. Deberíamos ser conscientes de lo delicada que es la flor de la libertad, del cuidado que hemos de observar para no agostarla, de la vigilancia que hemos de mantener, en defensa propia, para mantener a raya a los ingenieros sociales que quieren entrar en nuestras mentes, educar a nuestros hijos, dictar lo que hemos de decir, creer y pensar.

    Publicado por Ramón Pi el 12-01-2007 en La gaceta de los negocios"

    www.fundacionburke.org/2007/01/12/reeducacion-totalitaria/

    Por cierto, la Fundación Burke cuenta con muy buenos artículos de liberales y conservadores acreditados. Es altamente recomendable.

    Para terminar, Victoria Llopis es muy clara al respecto:


    "El Supremo en la encrucijada
    Columna publicada el 19-01-2009


    El próximo día 26 de enero el pleno de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, que va a ver los recursos que a ella han llegado sobre Educación para la Ciudadanía, desvelará el sentido del fallo de la sentencia que en los siguientes días harán pública. Como saben, al Tribunal Supremo llegaron los recursos de la Junta de Andalucía contra las sentencias favorables a los padres objetores del Tribunal Superior de Justicia de dicha Comunidad, y los de los padres objetores asturianos, insatisfechos con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia asturiano que, sin negar el derecho a la objeción, no consideraba que fuera aplicable al caso de EpC por no haber acreditado en qué vulneraba su derecho.

    Mucho se ha escrito –y por voces más autorizadas que la mía– sobre los aspectos jurídicos implicados en el conflicto de EpC y, gracias a tantos artículos y estudios, hasta los profanos en Derecho conocemos ya al dedillo sentencias y jurisprudencia varia de nuestros Altos Tribunales y hasta del mismísimo Tribunal Europeo de Derechos Humanos. No analizaremos eso ahora, sino que ante la encrucijada en que se halla el Tribunal Supremo, abundaremos una vez más en la perspectiva de los padres.

    Porque lo más llamativo de lo que ha dado en llamarse "el movimiento objetor", –sin duda el más importante ocurrido en Europa si exceptuamos la objeción al servicio militar– quizá sea el protagonismo casi absoluto de los mismos padres objetores, actuando en forma organizada e independiente de partidos políticos. La materialización de ello son propiamente las más de 70 plataformas de padres distribuidas por todo el territorio nacional. Y podemos afirmar –porque lo conocemos bien por dentro– que detrás de todo este movimiento no hay pretensiones políticas ni ideológicas, sino sencillamente muchas familias normales y corrientes, pero de sólidas convicciones, que están sufriendo mucho por defenderlas y que confían en los jueces; están convencidos de que tienen el derecho a elegir –y a que los poderes públicos les garanticen– la educación moral que desean para sus hijos, y confían en que los jueces no les van a defraudar y respaldarán este derecho; porque ese derecho se tiene, con independencia de que el Gobierno haya pretendido o no adoctrinar.

    Por eso, los 50.000 objetores miran con esperanza a los 32 hombres justos que van a tomar tan grave decisión. Son miles y miles de padres y también de niños y jóvenes valientes que han sufrido en sus propias e infantiles carnes las incomprensiones –y, en ocasiones, incluso afrentas– de profesores o compañeros, que confían en que el Tribunal Supremo defenderá sus derechos; esperan con confianza que la sentencia protegerá el derecho que tienen, por el hecho de ser padres, de elegir la educación moral que esté de acuerdo con sus convicciones, y ello, tanto dentro como fuera del ámbito escolar. Consideran vulnerado este derecho y reclaman su protección ante los Tribunales, tan sencillo como eso.

    Frente a esta sencillez, lean estos párrafos; proceden de un artículo publicado en la madriguera ideológica de EpC, la Fundación CIVES:

    En un centro escolar existen dos tipos de miembros: unos esenciales de tal modo que sin cualquiera de ellos, el centro, la docencia, la información, aprendizaje y educación no funcionarían; y otros accidentales. Entre los elementos esenciales sólo encontramos dos: el profesorado y sus respectivas funciones, y el alumnado, con las suyas. Y nadie más. Con estos dos elementos, ordenados, estructurados, organizados y cumpliendo cada cual sus misiones, el centro funcionaría, al menos de forma elemental y podría cumplir sus objetivos de información, formación y educación. ¿Los accidentales, circunstanciales, prescindibles en la información y el aprendizaje? Son varios: personal de administración y servicios, mantenimiento, y madres y padres; sí, es en este segundo grupo en donde entran, de forma importante los progenitores; pero no en el anterior, no son esenciales, imprescindibles y por consiguiente, y sintiéndolo mucho, no puedo aceptar las pretensiones de esos colectivos de padres y madres que pretenden hacer de los centros educativos hogares de sus caprichos y decisiones y de los alumnos y profesores, muñecos de sus voluntades.

    Florentino Muñoz, Patrono de Cives, Catedrático de Filosofía y Director de IES en Salamanca.

    Sin más comentarios. Señores Magistrados: Lo que está en juego es decidir si en lo concerniente a la educación y a la formación moral de los hijos los padres son "los primeros responsables del tipo de educación que quieren dar a sus hijos" (Declaración Universal Derechos Humanos, Convenio Europeo de Derechos Humanos, Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, etc., etc.), o si por el contrario forman parte del grupo de "personal auxiliar y de servicios". Así de simple. Así de grave. Que ustedes lo decidan bien."

    Y quien todavía tenga alguna duda del contenido adoctrinados de los libros de textos de las diferentes editoriales de esta asignatura, ahí tiene algunas perlas:

    "He visto las siguientes editoriales que enumero en orden alfabético: Akal, Bruño, Everest, Mc Graw-Hill, Praxis, Santillana y Serbal (esta última, medalla de oro de la desvergüenza) y les comento alguna perla dialéctico-instructiva, más al estilo de adoctrinamiento fascista que otra cosa.


    *Mc Graw-Hill, página 57: "Es preciso que los jóvenes sean injustos con los hombres maduros. Si no, los imitarían y la sociedad no progresaría". Pero qué dice esta editorial, Dios mío. ¿Qué los hombres maduros son un mal ejemplo; que no debe imitarse a los mayores, que el referente del niño no debe existir. Acaso no es hombre maduro el padre, al que lo reducen a un mal ejemplo?


    *Akal: "El socialismo no es otra cosa que el freno de emergencia. La única esperanza que le queda a la humanidad". Me quedo sin palabras. El Partido socialista, inventor de la asignatura, les dice a los niños que ellos son esperanza de la humanidad. Increíble. Nunca se ha visto un adoctrinamiento tal, desde los sitemas educativos totalitarios. Luego, estos señores que nos gobiernan, se permiten el lujo de criticar la educación franquista, si ellos hacen lo mismo.


    *Serbal, página 91: "Reproduce una viñeta en la que una monja, habla a una niña representada con corta edad, y critica al libremercado". Toda una alusión a la civilización occidental y al cristianismo (al tratarse de una monja, más bien al catolicismo) como culpable del sistema económico que ellos mismos practican, al que además aspiran todos porque la historia comprueba que es mejor que el comunismo u otros: el capitalismo (por abominable que pueda ser).


    *Akal: "Estados Unidos e Inglaterra, con la inestimable colaboración de 9 millones de votantes del PP, invadieron Irak". ¡QUÉ MANIPULACIÓN! ¿Cuántos españoles que votamos al PP hemos ido a Irak, la hemos invadido o algo así? Utilizan el libro de Educación para la ciudadanía para hacer campaña ideológica, para atacar a los contrincantes políticos. Eso es fascista.


    *Serbal, página 95: "En una viñeta con dos jóvenes que venden en unas alfombras, extendidas en la vía pública, se revisa la política y actuación del Comunismo en Rusia, con el objeto de atacar al capitalismo". Le sugiero a la editorial y su consejo redactor, que hable de una Rusia donde fueron asesinados 60 millones de personas gracias a esa ideología. Seguro que todo niño, por muy corta edad, cuando sepa que más de la población actual de España, murieron por capricho rojo, abrazará sin duda el capitalismo, porque la gente no quiere morir, y menos de hambre. Háblenles de Cuba, tal vez.


    *Bruño, página 23: "La sociedad moderna no tiene lugar para los ancianos, que tienden a formar grupos en calles, parques y paseos y adquieren los caracteres de verdaderas subculturas". ¿Me lo pueden explicar, por favor? ¿Molestan los ancianos? Los jubilados, merecidamente en su época de descanso, de coger lo que amasaron duramente, ¿no pueden estar juntos en un parque? ¿Qué quiere decir eso de subcultura? ¿Y Educación para la Ciudadanía no es subcultura, si es que llega a cultural?


    *Serbal, página 23: Reproduce una vineta en la que una mujer musulmana con una niña pequeña, ambas con el hijad o velo (entendemos que madre e hija) se sitúan delante de una verja de espino. La madre le dice a la niña: "Eso que pincha es Occidente" . No señores, no. A nuestros hijos no hay que dejarles claro que son los malos de la película. La vida no es fácil para nadie. poruqe puestos a resumir el drama de la inmigración con tanta rapidez y felonía, podemos decirles a los niños, que en Oriente se asesinan cristianos, Pedro Zerolo y demás homosexuales, estarían en una cárcel o condenados a pena de muerte, y la niña que ve la viñeta, si estuviese en Oriente, posiblemente no accedería a la cultura (a esa edad ya estaría casada y a punto de estrenarse como madre) y no conservaría su clítoris.

    *Serbal, página 61: Reproduce una viñeta en la que una niña, pinta en una pizarra un demonio (ser masculino con cuernos y rabo, en concreto) y una mujer, que lleva escayola en la pierna derecha, en el brazo izquierdo, y el ojo izquierdo con síntomas de haber sido golpeado. "Bajo el demonio, se lee: PAPÁ. Y bajo la mujer, MAMÁ". Y qué gracia debe hacerle al padre, que nunca ha pegado no a su mujer, sino a nadie, que los hay, y que discuta con su pareja por cualquier cuestión (que todos discutimos, hasta con nuestras mascotas, oiga). Entonces, su hija le dirá, tal y como ha leído y estudiado: DEMONIO. Joder con la mierda de viñeta y el mal ejemplo usado para denunciar a los criminales que pegan y matan a sus mujeres (o viceversa, en menor caso, pero que también existe).


    *Serbal, página 94: "Reproduce un cartel del sindicato proetarra LAB". A estos socialistas les ha traicionado el subconsciente. En vez de usar un cartel de CSI. CSIF, de AMPE u otro sindicato, ponen el de la cuerda etarra... Claro, tanto pactar con los asesinos, trae estas cosas.


    *Everest, página 66: "Reproduce el cartel de la Asociación Universitaria Carlos MArx" para explicar el día de la mujer trabajadora. No termino yo de ver la figura de Carlos Marx, y el movimiento de mujeres que demandan la igualdad de deberes y derechos, de sueldos y posibilidades. En todo caso, Marx no es el mejor ejemolo para nada. En pos de su ideología, el comunismo ha causado en el mundo, 100 millones de muertos, muy por encima de las dos guerras mundiales juntas.


    *Mc. Graw-Hill, página 31: "Redacta uan composición con el siguiente título: si soy autónomo, ¿por qué me tienen que obligar a hacer lo que no me gusta?". ¿Qué coño deciís, subnormales? ¿Qué niño con 12, o con 14 o con 16 años es autónomo? ¿Qué significa ser autónomo? ¿Desde cuándo un menor de edad lo es? Y sobretodo, ¿cómo una asignatura, puede medrar hasta este punto y dinamitar la autoridad paterna (y materna) y promover a una rebeldía tamaña? ¿Quién es el estado para educar así, sin permiso, a nuestros hijos? ¿Los mantiene, viste, da de comer, consiente caprichos y gustos y luego los envía a hacer lo que les dé la gana? HIJOS DE...



    Y LO MEJOR DE TODO. LA MANERA DE INCULCAR AL NIÑO/A QUE HAY UNOS PADRES MALOS (RESPONDEN A UN ESTEREOTIPO CLARAMENTE DEFINIDO COMO CONSERVADOR) Y OTROS EXTRAORDINARIOS (RETRATADOS Y DIBUJADOS CON EL PATRÓN PROGRE-LIBERAL)


    *Santillana, página 45: Vineta con un joven y una joven. En la izquierda el muchacho. Un bocadillo lo identifica así: "Joven marchoso". Al otro lado, el rótulo dice de la joven: "Alumna resiganada". Bajo la <> dice: "Respeta las normas horarias impuestas por sus padres... Se marcha a casa cuando empieza la fiesta para no complicar las cosas... Espera resignada la mayoría de edad... ". Obviamente, el chico es un dechado de alegría, y la otra una mojigata. ¡Semejante caradura! Les están diciendo a nuestras hijas, que no respeten las normas paternas, que lleguen a casa cuando les convenga (¿es que viven solas, nadie de entre los padres progres se preocupa por cómo está su hijo o si a horas de la madrugada, con 16 años, debe estar en la calle?) y que cuando sean mayores de edad, serán libres. Pues será si se buscan un trabajo, se independizan económicamente y demás....


    *Santillana, página 45: Viñeta con una madre y un padre. A la izquierda, la madre, que define un rótulo como "Madre hippy". Y en la derecha, el caballero es descrito por el bocadillo, como "Padre clásico". A este se le añaden estas características "Horarios marcados y estrictos...La disciplina es muy importante..." La madre hippy, por contra, es liberal, progre, no se preocupa de horas de llegada. Vamos por por partes. Hay un libro de estudio obligado para nuestros jóvenes, que les inculca libertad horaria, les induce a no someterse a restricciones familiares y/o paternas-maternas... ¿Pero se trata de formar cultural y académicamente a los jóvenes o de darles un manual de irreverenca, de despotismo y de lección de rebeldía? ¿Quién osa interpretar el papel de un padre o de una madre y proponerle al chico/a que juzgue la labor educativa de los suyos y hasta se estimule en la corriente apelativa?"

    ¿Y todavía alguien se atreve a decir que esta asignatura no es adoctrinamiento puro y duro, manipulación de la peor estofa, tergiversación completa y un aténtico despropósito contra la libertad de pensamiento de un ser humano, en este caso, menor?

    "TODO ESTO ES EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA; UN ÓRGANO DE DESCALIFICACIÓN, DE PAUTAS IDEOLÓGICAS, LAVADO DE CABEZA IZQUIERDISTA, MANIPULACIÓN SIN PRECEDENTES Y MÁQUINA DE ADOCTRINAMIENTO, MÁS PARECIDA A LA FORMACIÓN DLE ESPÍRITU (ÉPOCA FRANQUISTA) 40 AÑOS DESPUÉS, QUE A OTRA COSA. VAMOS PARA ATRÁS.


    NO A LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA.
    NO AL LAVADO DE CEREBRO"

    http://laalacenadelasideas.blogspot.com/2008/03/educacin-para-la-ciudadana.html

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  13. Anónimo3/2/09 21:11

    Los tres últimos comentarios dejan bien claro el adoctrinamiento siniestro que supone EpC, especialmente el último apoyado con ejemplos reales de libros de distintas editoriales y junto con algunos artículos que argumentan de forma sobresaliente lo que implica, significa y supone la implatanción obligatoria de esta asignatura que atenta contra la libertad ideológica, de pensamiento y conciencia de la persona.

    Ya que se está hablando sobre Educación, me gustaría reproducir aquí un artículo que se replantea todo -algo que jamás hará la izda. sectaria- y considera que deberían ser las propias familias, los padres, e incluso con la suficiente madurez los alumnos quienes fijasen el currículo. Para esto, lo mejor sería una especie de privatización de la escuela, y no esa gansada de los conciertos que siguen saliendo del dinero público, podría crearse el cheque escolar, y fomentar la creación de escuelas, además de permitir el "homeschooling", de hecho, en EEUU muchas comunidades de padres en busca de una educación de calidad, se embarcan con distintos profesionales en la creación de distintos centros, de manera que en unos se pueden primar más los conocimientos artísticos, en otros los humanísticos, entre otros el deporte, en otros la música, y en otros la ciencia. Eso no quiere decir que el Estado, y mejor que las autonomías el Estado, no diga qué deben saber los alumnos, es decir, exigir unos conocimientos mínimos en cada área, y una uniformidad en la educación de todo el país, pero luego, esto puede conseguirse con pruebas de nivel, aunque no fueran vinculantes, para saber el nivel de los distintos centros y generar una competitividad que exigiría de ellas una oferta ambiciosa o una calidad muy elevada, o ambas a la vez, fomentando asimismo que algunos emprendan algo que ahora es casi imposible, esas pruebas y fijar los conocimientos o destrezas que se han de adquirir, o unos mínimos podría ser compatible con después cada centro pudiera organizar a su manera ese currículo de la forma que le parezca más eficiente, y dando prioridad a unas u otras materias, haciendo también que los alumnos según sean sus capacidades o habilidades, desarrollen aquellas en que más despuntan en aquellos sitios más adecuados para ello. Esto sería una propuesta de liberalización de la escuela, pero no impide al mismo tiempo luchar contra esa intromisión estatal en la moral de las familias que supone esa injerencia adoctrinadora que es Epc.

    El artículo al que me refería es el siguiente:

    "EpC: ¿y si cuestionamos el currículo?

    Publicado por Jorge Soley Climent


    En el debate en torno a Educación para la Ciudadanía estamos olvidando un aspecto esencial que va más allá de cuestiones coyunturales y afecta a las bases de nuestro sistema de enseñanza.

    Un amigo argentino que ha sido director de colegio en su país natal y en España me explicaba no hace mucho la falta de libertad real que ha experimentado al venirse a vivir a España. En Argentina dirigía un colegio en Mendoza que se caracterizaba por introducir la enseñanza del latín, primero, y del griego, algo más tarde, a partir de los once años. Los alumnos llegaban a la universidad con un bagaje cultural muy importante y, de hecho, sus calificaciones, tanto en las pruebas nacionales de acceso a la universidad como en sus mismas carreras universitarias eran magníficas. Un número de padres de familia suficiente para asegurar la viabilidad del colegio valoraban esta apuesta educativa basada en las lenguas clásicas y el colegio era viable. Viabilidad económica, padres y alumnos que valoraban y elegían ese método y resultados contrastables constituían la base de una experiencia educativa francamente interesante. Pues bien, cuál no ha sido su sorpresa cuando ha descubierto que en España esto es sencillamente imposible. Imposible e ilegal.Aquí el currículo está fijado por el Ministerio y las Comunidades Autónomas hasta en su más pequeño detalle, marcando las horas que el colegio debe dedicar a cada asignatura. No existe la posibilidad de reforzar alguna área concreta ni de hacer propuestas diferentes. La libertad de educación se entiende, de modo muy pobre, como libertad para elegir un colegio u otro, con mayor o menor degradación de la enseñanza o incluso buena salud, pero nunca para optar por diferentes tipos de educación. Se nos dirá que no se puede comparar nuestro entorno, europeo, con el hispanoamericano, que se trata de realidades distintas. Quizás, pero quien haya leído el estudio de Inger Enkvist “Educación, educación, educación”, que repasa la reforma educativa impulsada en Gran Bretaña a lo largo de la última década, descubrirá con una mezcla de asombro y admiración (y, lo confesamos, algo de envidia) que también allí los colegios son libres de proponer sus propios currículos: aparecen colegios donde se prima la música, la tecnología, las lenguas… Los resultados, que son medibles, avalan esta apuesta por la libertad educativa real, todo lo contrario a nuestras pésimas posiciones en todo ranking educativo que se precie.

    Por supuesto que quienes están obsesionados por el control de cualquier actividad humana se llevarán las manos a la cabeza y reclamarán para el Estado la responsabilidad de asegurarse que todos los alumnos, sean del colegio que sean, posean unos conocimientos mínimos indispensables. Podría replicarse que el Estado se ha mostrado, en España, tremendamente ineficaz para asegurar esos conocimientos indispensables, algo que cualquier profesor universitario ratificará por experiencia directa. En cualquier caso, ese objetivo no es incompatible con la libertad de currículo (incluso sospecho que ésta es la única vía para lograrlo): que el Estado nos diga qué deben saber los alumnos y dé libertad para organizarse cada uno como crea conveniente. Aquí también la experiencia británica puede darnos pistas sobre cuál es el camino a seguir: exámenes universales al finalizar cada etapa educativa, una especie de selectividades para cada nivel de la enseñanza media.

    La imposición por parte del Estado de la asignatura de Educación para la Ciudadanía es una agresión a la libertad de educación al constituir una intromisión en un derecho que pertenece a los padres de familia: decidir qué educación moral quieren para sus hijos. Pero quizás haya llegado el momento de ir un paso más allá y preguntarnos por qué el Estado tiene que fijar el currículo. Mientras no podamos decidir si nuestros hijos tienen que hacer una hora más de matemáticas o una menos de educación física, la libertad de educación no será plena en España.

    Publicado por Jorge Soley Climent en www.fundacionburke.org"

    http://www.fundacionburke.org/2007/10/16/epc-%c2%bfy-si-cuestionamos-el-curriculo/

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