11-M: Cinco años sin saber la verdad

Son muchos los hechos relevantes en la historia de España en los que no se sabe toda la verdad: el asesinato de Prim –solamente desde hace un par de años tenemos la prueba científica de que el tiro de gracia fue realizado por su secretario Nandín–, el desastre de Annual, el 23–F, entre otros. Pero el atentado de los trenes de atocha será, sin duda, el más grave de todos ellos.

Que haya solamente 3 encarcelados por el mayor atentado terrorista en la historia de Europa –cuya culpabilidad está en entredicho, sentencias y recursos mediante– es algo que a mí me resulta algo “raro”. Si yo fuese el presidente–ponente del Tribunal del 11–M, y tuviese muy claro que sentencié en función de las pruebas y de lo acontecido en el juicio, no tendría ningún problema en conceder todas las aclaraciones que me pidiesen las partes, aunque no me obligase la ley. Si por el contrario quisiese medrar a cuenta del juicio, daría un “chou” televisivo para el consumo de los periodistas gandules –se ahorran leer la sentencia– y escribiría un libro contando lo buen juez que soy. Y si mi mujer es escritora que lo escriba ella que lo dejará más bonito.

Que la casta dirigente no quiera saber lo que pasó en los atentados de Atocha demuestra su catadura moral. Que la masa social española no exija que se investigue, lo que evidentemente es un cúmulo de –como mínimo– fallos, demuestra que esta sociedad tiene un problema. De todos modos, algunos seguiremos defendiendo, allá donde podamos, que: seguimos queriendo saber la verdad del 11–M.

Si hasta hace un par de años no hemos tendido la prueba forense –como indicaba en el primer párrafo– que demostraba que el acompañante del general Prim en el momento del atentado en la calle Turco, su secretario personal Nandín, fue quién, disparando a quemarropa, realizó el magnicidio, podemos decir que solo cinco años desde el 11–M es poco tiempo para saber la verdad. He de indicar que aunque nunca se condenó –el sumario del caso tenía muchas insinuaciones pero no se atrevía a establecer nada concreto– al duque de Montpesier como inspirador del magnicidio de Prim, esto no dejó de ser una verdad de la que los seguidores del general nunca adjuntaron llegando a oponerse a la boda de la hija del duque, María de las Mercedes, con el rey Alfonso XII inmersos, ya como estaban, en un nuevo régimen político. Terminaron votando a favor tras la famosa intervención del diputado por Toro, Claudio Moyano: “Dª Mercedes es un ángel, y los ángeles no se discuten”.

Lo más triste es que un día como hoy, quinto aniversario del la masacre, estén las victimas prácticamente solas. El año pasado como eran días previos a las elecciones, en cambio, …

Nota: ahora los insultadores, que siempre dejan sus perlitas en este blog, podeís empezar pero recordad: hacedlo con afán de entretenimiento porque si lo hacéis con afán de amedrentamiento, os indico que perdéis el tiempo.