Y Martín llegó a diputado

Enrique Martín ha sido el político más político que hemos tenido en Palencia desde Jesús Mañueco. Basta con recordar como dio la vuelta a la tortilla con respecto a la oposición socialista. Pasó del máximo enfrentamiento a la colaboración total. Pero le han perdido las formas y capacidad de crearse enemigos de gratuitamente. Amén de su obsesión por su predecesor, por intentar superarlo.

Nunca hubo sintonía entre la dirección del PP en Palencia y el presidente de la diputación. Su unión partía del enemigo común: Mañueco, nada más. Una vez desaparecido este, la ruptura fue total. Pero la soga se la puso Martín el solito cuando amagó y no dio en el congreso provincial. Conocía que José María Hernández ambicionaba su puesto, lo evitó anteriormente en el último momento, pero eso no valdría para siempre. La única manera de mantenerse a largo plazo era echar un órdago a mayor y ganarlo. Si lo perdía sería su muerte política, pero al final el no hacerlo también lo ha sido.

Una vez conquistada la diputación por Hernández, la acertada política de Carriedo de no dejar cadáveres, con cierta vitalidad, en el camino, le llevó prometer a Martín su inclusión en la lista del senado. Pero hete ahí que a Rajoy se le ocurre dar la sorpresa mediática de proponer como candidata al senado a Marta Domínguez –quizás susurrada por Aznar– con el único concurso de Juan Vicente Herrera. Y como en esa lista iban José Antonio Rubio Mielgo y Ángeles Armisén, el que tenía que ceder su sitio era Enrique Martín.

Por lo que la única salida que quedaba era meter al expresidente de la diputación de tercero en la lista al congreso. Martín se lleva un rebote del trece, eso no es lo que Carriedo le había prometido y hace unas declaraciones fuera de lugar. Ese mismo día le explican que Cosidó irá a un puesto incompatible con el cargo de diputado, preveían que director de la Guardia Civil, correría la lista y sería diputado nacional. Aún así se pasó toda la campaña enfadado y desconfiado.

Y así, más o menos, llegó Enrique Martín al congreso de los diputados. Espero que los disfrute por que no tendrá más, ni ahí, ni en el senado, ni en ningún sitio. Dentro de cuatro años, al fin, alcanzará a su predecesor, Jesús Mañueco, y podrá abrir, como él, un bufete de abogados.