miércoles, 2 de abril de 2008

Zaplana


Como he estado unos días desconectado se me han ido acumulando los temas. No quería dejar pasar la ocasión de escribir sobre Eduardo Zaplana ahora que parece que pasa a segunda fila.

Zaplana nunca fue santo de mi devoción. Supe por primera vez de él, como casi todo el mundo, por la conversación que le grabaron en el caso Naserio, que ¡o casualidad!, esta sí que la cadena SER conserva en su cintateca. Sus méritos como Presidente de la Generalidad Valenciana, porque meritoso fue arrebatársela a los socialistas y meritoso fue, también, en convertirla en el bastión del PP que es ahora, no le libraban de la fama de medrador que tenía, situado siempre en la intersección de las órbitas de los clanes de Valladolid y Becerril.

Cuando Aznar decidió dar la cambiada en su política laboral y hacerlo costa de la cabeza de Juan Carlos Aparicio, le dio la ansiada cartera de Trabajo a Zaplana, para que con ella, pasease su gracejo y su moreno por las centrales sindicales y así volver a las relaciones que tenían con otro graciosillo, Javier Arenas. También le nombro, que grandes favores le debe a Carlos Aragonés, portavoz del gobierno. Y entre risas y chanzas esperábamos ganar las elecciones entre cabezada y visionado del tour por parte de Mariano Rajoy.

Pero la masacre del 11-M y su posterior manipulación llevaron a Zapatero a la Moncloa y al PP al hundimiento moral y al ¿qué ha pasado?, ¿cómo ha sido?, ¿dónde estamos?, ¿a dónde vamos?, ¿vamos a algún sitio?. Y en estas el PP nombra a Eduardo Zaplana portavoz en el Congreso. Yo pensé que íbamos hacia la clandestinidad, no se hacía oposición, no se quería crear la comisión de investigación del 11-M y el portavoz del gobierno que no había sabido estar a la altura entre el 11 y el 14 de marzo, le nombraban portavoz en el Congreso. Desastre total. Pero llegó el “moderado” José Antonio Alonso, recién nombrado Ministro del Interior, con sus declaraciones: “hubo una clara imprevisión política y esta no fue desde las fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado que incluso llegaron a avisar con cierta reiteración de que esto podría ocurrir”, que provocaron que el PP pidiese la constitución de la comisión del 11-M.

El dictamen aprobado en la Comisión estaba cantado desde el principio, pero los que la seguimos por televisión pudimos comprobar en primer lugar que no era verdad todo lo que nos habían contado en la versión oficial (olía a chamusquina que tiraba para atrás), no olvidemos que de lo visto allí y de las investigaciones de Luis del Pino, El Mundo y la cobertura que les dio la COPE (único que refugio que tuvimos los huérfanos del PP) nació el movimiento ciudadano de los peones negros. En segundo lugar, junto a otros diputados del PP (Astarloa, del Burgo, etc.), descubrimos a un Eduardo Zaplana que echándose al PP sobre los hombros, un PP desmoralizado y desmovilizado, empezó a andar y dar la batalla política en esa comisión, a defender no solo al gobierno anterior, sino al futuro del PP.

Desde sus comparecencias en la Comisión del 11-M, hasta la defensa ante José Blanco de los puestos ganados por el PP en la mesa del Congreso en estas elecciones, pasando por hacerle el gran favor a Rajoy de irse para no tener que echarle, Eduardo Zaplana ha sido la persona que más ha defendido al PP. Sin él no habríamos llegado hasta ahora, por eso, la no-España ha hecho lo posible para acabar con él y han conseguido estigmatizarle como lo peor del PP. Ha cumplido con creces, una ingrata, dura y dañina para lo personal, misión. Yo nunca pensé que tuviese esta faceta, me ha sorprendido muy gratamente; el PP, la derecha social y los que creemos en España y en la Libertad siempre tendremos una deuda de gratitud con este hombre. Cuando la historia (la verdadera, no la manipulada) se escriba, Eduardo Zaplana subirá muchos puestos de donde ahora le han colocado.

16 comentarios:

  1. Anónimo2/4/08 12:59

    Estoy de acuerdo contigo, yo pensaba que con el tiempo la gente valoraría lo que ha hecho Zaplana, porque es cierto lo de "otro vendrá que bueno te hará", pero al haber elegido Mariano a Soraya, creo que sin dejar siquiera que mueva carta Soraya, todo el mundo va a catalogarla y van a pensar que con Zaplana estabamos mejor, todo es cuestión de lo que queramos, alguien que con las ideas y discurso del partido intenta templar animos, o alguien que contra viento y marea defiende sus ideas y las de 10 millones de votantes. Yo quiero alguien que nos defienda, que nos haga sentir que nuestro voto no ha caido en valde, para dejarle hacer lo que quiera a Zapatero ni protestar para que no nos llamen radicales, no hemos votado al PP, lo hemos votado para que defienda España, y a los españoles para que como dice la constitución todos seamos iguales vivamos donde vivamos. Hoy esto no es así, pero seguiremos esperando.

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  2. Zaplana ha realizado una labor extraordinaria en la portavocía, en uno de los periodos más duros que ha tenido que afrontar el PP,tras el atentado de Atocha y la perdida de las elecciones.
    El cambio por la linea de los "sorayos",significa que Rajoy apuesta por hacer una oposición light, de perfil bajo, y abrir las tragaderas ante lo que viene en una aceptación de lo inevitable,que comenzará con la sentencia del TC sobre Cataluña.

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  3. Claro que ha hecho un buen trabajo en su anterior función en el PP, y claro que hizo un buen trabajo en la Comunidad Valenciana, aunque solo fuera por hacer meritos y estar donde estuvo (o está).

    Esa creo yo, no es la cuestión. Esta es: ¿que podemos hacer los ciudadanos cuando no podemos evitar que una persona claramente medradora haga y desaga a su voluntad valiendose de esa habilidad en la política, para enriquecerse (como seguramente la mayoría de los políticos) a costa de nuestro dinero?

    Actualmente nada, excepto reclamar la implantación de controles democráticos para que un político deba tener que dar responsabilidad política por estos casos, y no tengamos que asistir a su realización impune.

    Se da la paradoja de que cuanto más competente es un político, más capacidad tiene de robar, y el sistema premia precisamente esa capacidad de engatusamiento al votante. Hay que crear esos filtros y controles para que ejerzan una acción cohactiva sobre el político al que se le da una oportunidad, un «voto» (nunca mejor dicho) de confianza.

    No se puede esperar que todo el mundo sea un «angelito», por eso mismo es necesario lo comentado.

    Saludos

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  4. Anónimo2/4/08 21:15

    Yo también suscribo.

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  5. Anónimo2/4/08 22:05

    Comparto tu opinion al 100%.
    No me gustaba Zaplana cuando era presidente de la C. Valenciana por, seamos amable, su populismo.
    Peros u labor como portavoz ha sido intachable, no asi la del cansino y medroso Rajoy.
    Alguien sabe por cierto si esta a favor o en contra del canon?
    A ver si hay alternativas en el Congrso pq yo no me veo votando otra vez por Rajoy...

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  6. Me gustaría incidir en un detalle que no he mencionado antes:

    Lo de ...hacerle el gran favor a Rajoy de irse para no tener que echarle..., con todos mis respetos, me parece ligeramente ingenuo.

    Esto, así como lo de Rubalcaba en el PSOE, apuesto porque son estrategias políticas de quitarse de en medio a gente desgastada por el enfrentamiento y poco populares, pero sin que parezca que los desechan. Algo así como dejarlos aparte, en el banquillo, para sacarlos en el 2º tiempo si hace falta.

    Saludos

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  7. ...quiero decir que las salidas de la primera línea están pactadas. Es preferible políticamente hablando hacerlo así, que no de la otra forma, echándole.

    Saludos

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  8. Anónimo3/4/08 00:43

    Eduardo Zaplana, el mayor activo del PP; el mejor elemento del PP

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  9. Anónimo3/4/08 01:41

    Es una suerte que se haya ido, cada vez que abría la boca sumaba votos al PSOE.

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  10. Me gusta la tal Soraya, pero creo que últimamente se habla de Zaplana como si fuese Franco

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  11. Anónimo 12.59:
    Tienes razón y además muchos tenemos la sensación de haber votado en “balde”, o lo que es peor para que Rajoy se instale en el ministerio de la oposición.

    Natalia:
    Estos, lo que sea, con tal de que no les llamen fascistas.

    Lino:
    No conozco la procedencia del capital de Zaplana, el PSOE valenciano lleva años intentando pillarle por ahí y su hubiese habido algo ya se sabría, digo yo. Pero tienes razón en los controles democráticos, fallan por todos los lados. Es más, yo propongo que los cargos se elijan democráticamente por los militantes de los partidos.
    El gran favor no lo digo por irse, que estaba cantado, sino que no le obligó a Mariano ha echarle como tuvo que hacer con Gallardín.

    Anónimo 1.41:
    No estoy de acuerdo, decía lo que tenía que decir, si diese votos al PSOE, estos le habrían tratado con mimo. La táctica está muy vista.

    Alejandro:
    Si Pepiño te insulta es que lo estás haciendo bien. Y si te compara con Franco, con el conocimiento que tienen estos iletrados de la historia, mejor.

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  12. Suscribo igualmente.

    Zaplana aún tiene mucho que decir en el PP. Ha sabido apartarse a tiempo ante el temporal que se avecina. Luego, Dios dirá.

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  13. Gracias Jorge por la contestación.

    No me refiero a que Zapalana haya cometido delitos, es decir, responsabilidad penal, me refiero a la responsabilidad política cara a los ciudadanos.

    Que haya salido bien parado de los disitintos litigios y acusaciones, puede significar que simplemente, atara bien los cabos y le saliera bien. Quiero decir que un político no tiene que dar motivos de preocupación en el sentido de especular con dinero, terrenos, etc, que son propiedad del común. Debe dedicarse a otras cosas y será recompensado si se hace bien.

    Si se contruye Terra Mítica, que la prioridad sea su rentabilidad posterior, no la recalificación de terrenos, por ejemplo.

    No obstante, dentro de las actitudes con las que los políticos nos obsequian, esta creo que no es la peor.

    El caso es que por todo esto, aunque se pueda ver su gestión de un lado positivo, hay mucha gente que no le gustan estas actitudes en un representante, y por eso y por no deshecharlo políticamente, pienso que se ha pactado esta solución para quedar bien. Veremos cómo le va a Soraya, es verdad que está puesta a dedo, pero es que al mismísimo Rajoy también.

    Saludos

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  14. Lino:
    Tenemos la mismas pruebas, tu y yo, para defender nuestras posturas sobre la “honorabilidad” de Zaplana, nuestra intuición. Tú das mayor verosimilitud al “tufillo” que ciertamente emana su paso por Valencia y yo se lo doy a que los socialistas valencianos no han podido sacar nada.
    En cuanto a la actitud, como es un juicio de valor, cada uno lo de nuestra forma. Podíamos estar discutiendo hasta el infinito sin llegar a converger.
    Por último quiero indicar que doy un voto de confianza a Soraya, más porque deseo lo mejor para mi partido que por convicción. Las caras nuevas no me terminan de convencer, espero que con las propuestas –que es lo importante- lo hagan.

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  15. Lo reconozco: tampoco es santo de mi devoción. No podría decir mucho de él, pero aún así le tengo en estima. Ha hecho una buena labor durante cuatro años de canibalismo a la oposición.

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Puedes opinar lo que quieras, siempre que lo hagas con respeto, pero recuerda que uno es reo de sus palabras y dueño de sus silencios, así que tú mismo. Ah, y yo solo me hago responsable de lo mío, que ya es bastante.