
Mañana se celebrará el congreso provincial del PP en Palencia. No dudo que
Carlos Fernández Carriedo integrará en el comité provincial a
Enrique Martín y a todos sus apoyos. Hacer lo contrario sería una estupidez y me explico:
El partido popular es una organización presidencialista, solo hay dos cargos importantes: el de presidente y el de secretario general, incluso este último se puede ningunear. Es lo que le pasó a
Marcelino Diez en la primera ejecutiva de
Carriedo, que fue puenteado sistemáticamente por el secretario de organización,
José Antonio Rubio Mielgo, dejándole para firmar los extractos bancarios y poco más. Es el apoyo del presidente lo que da el poder en el PP, independientemente del
carguillo que se tenga, incluso sin tener cargo alguno. Por otro lado
Carriedo puede hacer la ejecutiva provincial cuan grande quiera, puede meter cinco de
Martín y compensarlo con diez de los suyos, por si alguna vez hay que votar algo. A lo más, a que se atreverá será colocar a
Enrique Martín por debajo de
Rosa Cuesta en el organigrama, y eso solo para chincharle un poco.
Los verdaderos problemas para
Carriedo vendrán a partir del día 15 –el 14 es domingo y se descansa– que tendrá que aguantar el tirón hasta las municipales, que en política, esos dos años y medio son cuatro glaciaciones y tres presupuestos. No hay que olvidar que
Enrique Martín maneja el mayor presupuesto provincial y además de una forma casi discrecional. En este periodo veremos acercamientos y divorcios, saltos de cama hacia dentro y hacia fuera, arrumacos y broncas. Pero tranquilos, que ni los ciudadanos en general, ni los militantes en particular participaremos en los hechos. Seremos lejanos espectadores y muchas veces ni eso, que nadie espere que los medios de comunicación locales nos tengan al tanto. Solo nos contarán lo que los políticos les manden mostrar.

Más allá de lo evidente, el presidente del PP se enfrenta a varios e importantes retos:
Primero, tendrá que revitalizar al partido, si no quiere que este se muera con él. Deberán acabar los tiempos de un comité provincial equivalente al consejo nacional del reino con
Franco, lugar donde los aconsejadores se reunían una vez al año para escuchar al aconsejado.
Segundo, tendrá que recuperar lo perdido en las últimas municipales. Candidatura Independiente en sus primeras elecciones se ha situado como tercera fuerza política en la provincia, consiguiendo un buen número de concejales y varios alcaldes, que en su gran mayoría son ideológicamente cercanos al PP, cuando no directamente rebotados del mismo.
Tercero, tendrá que convertirse, o al menos intentarlo, en el líder natural de la derecha palentina. Después de tantos años siendo el líder oficial deberá consolidarse como líder natural si quiere sobrevivir como político. Si sigue en su
dontancredismo lo de
Enrique Martín aumentará, ya sea con el presidente de la diputación o con cualquier otro.
Carriedo está condenado a cambiar de filosofía, no puede esperar que los problemas se arreglen solos o que se los arreglen los demás. Mañana, volverá a ser presidente provincial porque
Juan Vicente Herrera así lo ha querido, pasado mañana puede que ya no quiera, o no pueda.
Coda: Una diferencia entre los líderes y los mediocres es que los primeros son, en gran medida, responsables de su futuro y los otros no.